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Estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'

El glaciar del fin del mundo se lleva derritiendo desde los años 40

El glaciar Thwaites comenzó a desprenderse en la década de 1940.
El glaciar Thwaites comenzó a desprenderse en la década de 1940.

El glaciar Thwaites, apodado “glaciar del fin del mundo” porque tiene tal cantidad de hielo que si se derrite podría provocar un aumento catastrófico del nivel del mar, lleva varias décadas derritiéndose. Esta monstruosa masa de hielo cuenta con una longitud de 128 kilómetros en la zona occidental de la Antártida, lo que le convierte en el glaciar más ancho del mundo, tanto que las estimaciones de los científicos auguran que si se derritiera por completo el nivel del mar aumentaría casi un metro.

Durante muchos años, los científicos detectaron cómo el agua se filtraba a través de sus imponentes grietas, lo cual era un signo de su deshielo. Y no ha sido hasta ahora cuando no han podido determinar cuándo comenzó este declive como glaciar, tras un estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)' por un grupo de investigadores de la Universidad de Houston.

Julia Wellner, principal investigadora del estudio, ha aclarado a Soziable que “nuestro trabajo de datación de los núcleos de sedimentos ha demostrado que Thwaites comenzó a desprenderse en la década de 1940, de forma similar a su vecino glaciar Pine Island”. 

Por esa razón, la investigadora considera que “debido a que comenzaron a retroceder al mismo tiempo, eso sugiere que están respondiendo a un mecanismo de fuerza externo”.

¿Debería preocuparnos este derretimiento de la principal masa de hielo que existe en nuestro planeta? “El hielo siempre se está derritiendo y formando icebergs”, puntualiza Wellner. Sin embargo, “el hecho de que el glaciar Thwaites continuara retrocediendo después de que se eliminase el mecanismo de fuerza es un recordatorio de que puede ser difícil para una capa de hielo volver a estabilizarse una vez que comienza la retirada”, advierte. 

Así pues, aclara, “lo que acabamos de conocer no es en sí mismo preocupante, pero lo que nos enseña es a ser bastante cautelosos ante lo que pueda suceder en el futuro”.

En definitiva, según Wellner, "Thwaites ya es un importante contribuyente al aumento global del nivel del mar, y nuestro trabajo nos recuerda que es difícil detener la retirada una vez que comienza".

Para frenar este deshielo, Wellner ve necesario "frenar las emisiones de combustibles fósiles y de dióxido de carbono". Sin embargo, "se espera que parte del retroceso de Thwaites y otros glaciares continúe durante un tiempo incluso después de que dejemos de aumentar el CO2 en la atmósfera", concluye.