
¿Depende el valor de las compañías de su desempeño extra financiero? ¿Están los consejos de administración preparados para hacer frente a los retos de la sostenibilidad? Son algunos de los temas que desde Forética se abordan en el estudio 'Hacia la nueva Gobernanza ESG: Consejos de Administración Sostenibles'.
Existen una serie de factores y tendencias que impulsan esta transición a un nuevo modelo de Gobernanza ESG de las organizaciones. Esta Gobernanza ESG se caracteriza por la aparición de la sostenibilidad como un pilar fundamental en la estrategia de las empresas y por priorizar éstas la generación de valor a largo plazo a un abanico más amplio de stakeholders, sin limitarse únicamente a las necesidades y expectativas de inversores y accionistas.
"Ante esta situación de crisis sanitaria y económica adquiere una mayor importancia el concepto de capitalismo consciente"
Pero, ¿cuáles son estos factores que condicionan el cambio de modelo de Gobernanza de las organizaciones?
La crisis de la COVID 19 con la paralización de las cadenas de suministro y el incremento de las desigualdades sociales hace que algunos agentes se replanteen si nuestro modelo económico actual está dando respuesta a los principales retos de la sociedad. Ante esta situación de crisis sanitaria y económica adquiere una mayor importancia el concepto de capitalismo consciente o stakeholder capitalism y el sentido del propósito de las compañías. Durante los últimos años el Business Round Table, Wallstreet, Larry Fink, Ray Dalio y otros actores de los mercados han venido destacando la importancia de resetear el propósito de las compañías y que éste se reoriente a la creación de valor a largo plazo para todos sus grupos de interés y para la sociedad en general.
A través del último informe de riesgos del World Economic Forum podemos afirmar que 7 de cada 10 riesgos, tanto en términos de probabilidad como impacto, están relacionados con la sostenibilidad. Este hecho, unido al auge de los shocks ESG (environmental, social and governance) en los últimos años y las consecuencias que tienen en el valor de las compañías, no hacen más que destacar la importancia de la correcta gestión de los aspectos extra financieros por parte de las organizaciones. La COVID 19 y sus consecuencias, son un claro ejemplo de shock ESG y han de servir como aprendizaje para adoptar medidas de carácter urgente ante el que probablemente sea el mayor shock ESG, el cambio climático.
Las finanzas sostenibles, acompañadas de un cambio de modelo del inversor, han generado una equiparación en importancia de los aspectos no financieros y financieros. Los consejos de administración y las empresas han de adaptarse a un nuevo mercado en el que, la creación de plataformas de inversión sostenible o las acciones a nivel europeo como el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles con la taxonomía y el European Green Deal, hacen que la formalización de la sostenibilidad sea valorada positivamente por los mercados y analistas, y sea un criterio de elegibilidad para los inversores a la hora de conceder capital. BlackRock declaró recientemente la penalización a las empresas de su cartera con alto riesgo climático y sin una visión a largo plazo, votando contra la renovación de los consejeros y la política de retribución de las organizaciones consideradas como no sostenibles.
Por último, destacar la consolidación de un “regulador sostenible” y el crecimiento de los aspectos ESG en el desarrollo normativo. Algunos ejemplos son: (I)el reporte de información no financiera -con la firma obligatoria del estado de información no financiera por parte de los administradores y consejeros-; (II) la importancia que tiene la sostenibilidad en la última revisión de las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de la CNMV de 2020; (III) las recomendaciones del TCFD sobre la gobernanza de los aspectos climáticos, (y IV) la reciente transposición de la directiva de implicación de los accionistas en el largo plazo de la compañía y su vinculación con el activismo accionarial ESG.
"El valor de las compañías a largo plazo depende, en gran medida, de la capacidad del consejo de administración y de las empresas de adaptarse"
Podemos afirmar que el valor de las compañías a largo plazo depende, en gran medida, de la capacidad del consejo de administración y de las empresas de adaptarse a este nuevo escenario. Durante los primeros meses del 2020, 9 de cada 10 índices de sostenibilidad batieron a sus homólogos tradicionales en términos de retorno. Algo similar ha sucedido con los fondos de inversión sostenibles, que han ofrecido rentabilidades superiores al 71% con respeto a sus competidores.
Una correcta estructuración de la sostenibilidad en el consejo de administración debe ser el punto de partida para promover una cultura sostenible en la organización. Los analistas ESG valoran positivamente la formalización de la sostenibilidad en los consejos a través de la creación de comisiones concretas de sostenibilidad, una correcta composición de los consejos en términos de diversidad de género y pensamiento y la importancia del reporte extra financiero a inversores y grupos de interés.
Con mayor frecuencia, la sostenibilidad, aparece como una competencia adicional presente en los consejos, al mismo nivel que las finanzas, la fiscalidad o los aspectos legales. Actualmente, el 18% de las empresas del IBEX 35 incluyen en su matriz de competencias la sostenibilidad como una competencia o conocimiento presente entre sus consejeros. Forética, en su estudio sobre consejos de administración sostenibles propone una integración de la sostenibilidad a través de tres niveles de competencias en los consejos:la aparición de la sostenibilidad en la propia responsabilidad fiduciaria de los consejeros; visualizar la actividad de la compañía en tres dimensiones ESG, identificando los aspectos materiales que permitan anticipar posibles shocks ESG y aumenten la resiliencia de la compañía; y conocimientos y competencias específicos en materia ESG.
La severidad con la que los shocks ESG impactan en el valor de las compañías o la consolidación de las finanzas sostenibles en el mercado de capitales empujan a las empresas a un cambio de modelo de gobierno corporativo. Una correcta estructuración de los consejos y la apuesta por el desarrollo de competencias en sostenibilidad entre los consejeros permitirá a las empresas identificar los retos y oportunidades derivados de la sostenibilidad y adaptarse a un nuevo escenario en el que la supervivencia de las compañías y su preservación de valor a largo plazo depende, cada vez más, de la sostenibilidad.