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Ricardo Viejo, director comercial de Inquieto

La revolución verde del sector logístico

La movilidad sostenible se ha convertido en una prioridad en la agenda global para combatir el cambio climático y mejorar la calidad de vida urbana. Este concepto abarca una serie de estrategias y tecnologías destinadas a reducir las emisiones de gases contaminantes, mejorar la eficiencia energética y promover un uso más racional de los recursos.

Ricardo Viejo, director comercial de Inquieto.
Ricardo Viejo, director comercial de Inquieto.

A medida que el mundo se vuelve cada vez más consciente del impacto que nuestro día a día tiene en el medioambiente, la movilidad sostenible se ha vuelto fundamental y es considerada una de las soluciones más prometedoras para mejorar nuestra calidad de vida. 

En este contexto, uno de los aspectos clave de la movilidad sostenible es el reparto de última milla: la fase final en la entrega de productos desde un centro de distribución hasta el consumidor final. Y es justo en este paso donde la sostenibilidad juega un papel vital, asegurando que el último tramo del viaje sea lo más ecológico y eficiente posible. 

En Inquieto hemos entendido a la perfección la necesidad de una movilidad sostenible para reducir las emisiones de gases contaminantes y minimizar la dependencia de combustibles fósiles. Para lograrlo, hemos implementado soluciones innovadoras en el reparto de última milla sumándonos a una transformación necesaria y urgente. Por eso, queremos reflexionar sobre la importancia de implantar tecnologías limpias en el sector logístico. 

El desafío del reparto de última milla 

El reparto de última milla representa uno de los mayores desafíos logísticos en las ciudades modernas. Con el aumento de las compras online, la demanda de entregas rápidas y los envíos a domicilio, este tipo de transporte contribuye en gran medida a la congestión y contaminación en las zonas urbanas debido a la alta frecuencia de entregas y al uso predominante de vehículos de combustión. Y hay que tener en cuenta que el camino hacia una movilidad completamente sostenible está lleno de retos: las infraestructuras para la recarga de vehículos aún necesitan mejorar y son escasas; y la inversión inicial en tecnología verde puede ser significativa. 

Sin embargo, las oportunidades y los resultados compensan los obstáculos. La eficiencia operativa y los ahorros a largo plazo derivados del uso de vehículos eléctricos proporcionan un argumento económico de lo más convincente. 

En Inquieto somos conscientes de que cada caso es diferente y, por ese motivo, nos adaptamos a las necesidades específicas de cada cliente y personalizamos nuestros servicios para optimizar cada ruta de reparto y proceso logístico de manera que todos salgamos ganando. 

Beneficios ambientales y sociales 

La creciente conciencia ambiental y la presión regulatoria para reducir las emisiones está impulsando la adopción de este tipo de soluciones sostenibles. Este desarrollo económico verde no solo fomenta la innovación, sino que también aumenta la conciencia ambiental de las personas. Integrar estas prácticas en nuestra vida diaria fomenta una cultura de responsabilidad ambiental y social que nos permite contribuir activamente a reducir la huella de carbono y promover hábitos de consumo más responsables. 

Y son muchos los beneficios que trae consigo. Ambientalmente, la reducción de emisiones CO2 y otros contaminantes puede mejorar la calidad del aire y ayuda a frenar el cambio climático. Desde una perspectiva social, disminuir la contaminación tanto acústica como atmosférica, ejerce efectos positivos en las personas, reduciendo problemas de salud asociados con la contaminación urbana. 

Además, uno de los aspectos más alentadores de la movilidad sostenible es su capacidad para crear oportunidades de empleo en sectores emergentes como son los green jobs. La transición hacia sistemas de transporte más limpios y eficientes requiere de una fuerza laboral capacitada en nuevas tecnologías para la fabricación y mantenimiento de vehículos eléctricos y la gestión de infraestructuras. 

La movilidad sostenible y el reparto de última milla representan una oportunidad única para construir un futuro más verde, equitativo y eficiente.

En los últimos años, la producción de vehículos eléctricos ha crecido exponencialmente y demanda perfiles de todo tipo: desde ingenieros especializados en el diseño de baterías y sistemas de propulsión eléctrica, hasta operarios en líneas de ensamblaje de vehículos. 

Pero es necesario hacer mucho más. La combinación de políticas públicas, inversiones en infraestructura verde y la adopción de tecnologías innovadoras son esenciales para acelerar este cambio. Se necesita destinar recursos a la creación y mejora de redes de transporte público de alta calidad, carriles bici seguros y zonas de bajas emisiones para mejorar la calidad de vida en las ciudades y, como consecuencia, reducir la contaminación y tráfico. 

En definitiva, la movilidad sostenible y el reparto de última milla representan una oportunidad única para construir un futuro más verde, equitativo y eficiente. Y, aunque los beneficios para la sociedad, el medioambiente y la economía son claros, se requiere un compromiso por parte de todos los actores involucrados

Desde Inquieto creemos firmemente que una transición hacia un modelo económico y social más respetuoso con el medio ambiente es posible. Mediante la adopción de vehículos eléctricos, la optimización de rutas y los sistemas inteligentes de distribución mediante micro-hubs estamos moldeando el futuro de la logística urbana. Así, garantizaremos que las generaciones futuras disfruten de ciudades más limpias, saludables y resilientes.