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Óscar Codón, director general de la Fundación Capgemini y coordinador de Transformación Digital de la Asociación Española de Fundaciones (AEF)

El papel de las nuevas tecnologías en la sostenibilidad

En los últimos años, la palabra 'sostenibilidad' ha sido un término ligado principalmente al medioambiente. Esta asociación ha sido fundamental para concienciar sobre la complejidad y diversidad de los problemas que enfrentamos como sociedad, especialmente en relación con el impacto negativo que estamos generando sobre nuestro ecosistema, biodiversidad y medioambiente.

Óscar Codón, director general de la Fundación Capgemini.
Óscar Codón, director general de la Fundación Capgemini.

Creo que es crucial recuperar una visión global de la sostenibilidad. Según la Real Academia Española, 'sostenible' se define como “que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”. Esta perspectiva implica un propósito y una determinación para llevar a cabo una visión integral, poniendo en el centro a la sociedad y al ecosistema, adoptando un enfoque circular donde toda acción tiene una implicación y una reacción.

En un contexto de incertidumbre global, esta visión se vuelve aún más relevante. Desafortunadamente, los más afectados son aquellos que menos tienen, un porcentaje creciente de la población que se encuentra en exclusión o en riesgo social. Informes recientes de Cáritas y UNICEF nos presentan cifras alarmantes: el 26% de la ciudadanía española vive en riesgo de exclusión social, según Cáritas, y España ostenta la mayor tasa de pobreza infantil de toda la Unión Europea, con un 28%, según UNICEF.

Frente a esta situación, es imperativo enfocarnos en la sostenibilidad social. Todos debemos tomar cartas en el asunto para abordar este problema estructural. Hace pocas semanas, tuve la oportunidad de presentar el informe Anatomía de la brecha de Talento Tecnológico, un estudio colaborativo basado en modelos predictivos con datos del SEPE, INE y otras fuentes de gran valor cualitativo. Este informe, elaborado junto a entidades sociales, administraciones públicas y empresas del sector, ahonda en la falta de talento tecnológico en España. Actualmente, hay más de 120.000 vacantes en el sector tecnológico, mientras que persiste un alto porcentaje de desempleo o empleo de baja calidad.

Veo este desajuste como una gran oportunidad. Debemos enfocarnos en tres grandes colectivos que representan un alto porcentaje de la población y que pueden ser clave para mejorar la sostenibilidad social:

Jóvenes: la alarmante cifra de pobreza infantil y juvenil debe ser una prioridad. Garantizar su educación y empleabilidad es fundamental.

Personas que ni estudian ni trabajan: este grupo, que representa más del 25% de la población de entre 25 y 29 años, necesita ser reinsertado en el sistema educativo y laboral.

Personas mayores de 50 años: el talento senior necesita adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral, evitando su exclusión.

Integrar y consolidar

Para integrar y consolidar de manera sostenible a estos colectivos en el empleo tecnológico, propongo las siguientes acciones:

Impulsar un Pacto Nacional de Estado por el empleo y la educación: un pacto innovador, ágil, de largo plazo y estable que movilice los recursos económicos, humanos y materiales necesarios.

Garantizar la promoción educativa de los menores: la educación es clave para su bienestar futuro.

Actualizar y hacer cumplir la legislación para promover el uso seguro de las tecnologías digitales por parte de los niños: abordando la brecha digital y promoviendo las competencias digitales.

Construir un ecosistema laboral y educativo sólido y en continua evolución: coordinado con todos los colectivos de la sociedad.

Impulsar modelos innovadores que potencien la investigación y las vocaciones STEAM desde edades tempranas: con un foco específico en mujeres y colectivos vulnerables.

Desarrollar programas de recualificación para personas que hayan abandonado los estudios, estén en desempleo o busquen un cambio profesional.

Potenciar la colaboración público-privada: desarrollando herramientas que impulsen la creación, el reskilling y el upskilling del talento digital.

Visibilizar y normalizar en redes sociales a referentes en ciencia y tecnología.

Abordar el talento senior de forma proactiva y flexible: las empresas y administraciones deben evitar su salida del mundo laboral, generando equipos multigeneracionales y diversos.

En definitiva, necesitamos una sociedad que vea en la educación y la empleabilidad el eje vertebrador para ser más comprometida, inclusiva, diversa, solidaria, innovadora y competitiva. Solo así lograremos una sociedad sostenible que no deje a nadie atrás.