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TRIBUNA. Ricardo Trujillo, mánager del Clúster de Impacto Social de Forética

Creando una estrategia empresarial efectiva en la gestión de los derechos humanos

Forética, consciente de la importancia de poder promover una acción más importante en las empresas, tanto en sus propias operaciones como en su cadena de valor, ha trabajado en una iniciativa social, llamada Clúster de Impacto Social, enfocada en ello. Ricardo Trujillo, mánager del Clúster de Impacto Social de Forética, comparte con esta tribuna algunos de los avances en materia de Derechos Humanos e impacto social en las Empresas más destacados.

Ricardo Trujillo, mánager del Clúster de Impacto Social de Forética, autor de esta tribuna
Ricardo Trujillo, mánager del Clúster de Impacto Social de Forética, autor de esta tribuna

Estamos ante un escenario que hace urgente una mayor acción de las empresas para la protección y respeto de los derechos humanos.

Por un lado, vivimos en una grave crisis de desigualdad: grandes partes de la población se encuentran en situación precaria y muy vulnerable (según ONU, alrededor de un 10% de la población mundial se encuentra en situación de pobreza extrema y tiene dificultades para cubrir sus necesidades más básicas).

A nivel institucional, no se cuentan con los mecanismos necesarios y suficientes para garantizar los derechos más básicos a la población, especialmente en aquellos países con menores niveles de desarrollo o institucionalidades más débiles. Este escenario, además, aparece agravado por la pandemia y la crisis económica y social que está generando, empujando a situaciones de vulnerabilidad a una gran cantidad de economías.

Para intentar visualizar a qué nos enfrentamos es útil poner números. Se trata de un mundo donde, según UNICEF, hay más de 150 millones de niños trabajando (casi la mitad de ellos en condiciones de esclavitud, trata, trabajo forzoso o reclutamiento para conflictos armados) o donde, según datos de OIT, dos de cada tres personas que trabajan lo hacen como parte de la economía informal (y por tanto fuera de los esquemas de protección social y derechos más elementales)

Por otro lado, somos más conscientes que nunca de que el rol de las empresas en este ámbito es necesario, claro e importante. Esto es así no solo porque sea su legítimo deber operar bajo las condiciones legales allí donde desarrolla su negocio o porque cada vez es más relevante su vinculación a la competitividad y sostenibilidad operativa o como indicador del nivel de riesgos corporativos que asume, sino porque además es una manera imprescindible de contribuir, desarrollar y garantizar un futuro sostenible para todos.

Los Principios Rectores de Naciones Unidas

Tenemos la suerte de contar con un marco internacional, los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos, que apoyados de manera unánime en esta institución se ha convertido (desde 2011) en el estándar internacional de referencia. Estableciendo obligaciones claras y concretas sobre qué actuaciones se espera, por parte de las empresas, en este ámbito.

Otras instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o la Organización Internacional del Trabajo (OIT) también han fortalecido sus marcos e iniciativas para apoyar este movimiento hacia una mayor implicación y acción de las empresas a la hora de promover mejores estándares de desarrollo de los derechos humanos allí donde operan.

A pesar de tener muchos elementos a favor, mucha parte del avance de las empresas a la hora de desarrollar sus estrategias de gestión de los impactos en derechos humanos (englobado como una parte sustancial de sus procesos de debida diligencia) ha quedado en un plano principalmente voluntarista, mucho más vinculado al discurso y posicionamiento que a la verdadera acción.

A esta falta de acción real, especialmente en lo vinculado a la gestión de las responsabilidades respecto a las cadenas de valor, responde la actual intensificación normativa reguladora de un papel mucho más activo, procedimientado y “vigilado” de las empresas (legislación en Reino Unido sobre esclavitud moderna y otras principalmente en países occidentales como Francia, Alemania, Países Bajos o la Directiva sobre debida diligencia que está a punto de ver la luz de ámbito europeo)

Una oportunidad única y de gran valor

Forética es consciente de la importancia de articular iniciativas que, desde una visión eminentemente práctica, promuevan una acción más importante en las empresas, tanto en sus propias operaciones como en su cadena de valor. Precisamente por ello, durante 2021, nuestra iniciativa más importante del ámbito social, el Clúster de Impacto Social, ha estado enfocada a trabajar sobre esta temática.

Se trata de una oportunidad única y de gran valor. Un grupo de más de 50 grandes empresas, líderes en el ámbito de la sostenibilidad, trabajando durante todo un año para comprender, identificar y dar respuesta a los principales retos y oportunidades de la acción empresarial en derechos humanos.

Esta edición ha contado además con importantes partners internacionales, que nos han acercado los principales debates internacionales, desde la Comisión Europea hasta el World Business for Sustainable Development, pasando por la OIT o el World Benchmarking Alliance.

Un documento para destacar el compromiso con los derechos humanos

El fruto del trabajo de este año ha sido la publicación del documento “Integrando los derechos humanos en la estrategia empresarial. Kit básico para una estrategia efectiva”. Este documento repasa algunos de los elementos más relevantes de cara a fortalecer la acción de las empresas en su compromiso con los derechos humanos y aporta 4 claves estratégicas para que el proceso sea lo más eficiente y exitoso posible:

  •    • Sensibilización y estrategia. Comprender bien la relevancia de los derechos humanos para la empresa desde un punto de vista práctico e involucrar a las personas en el planteamiento y desarrollo de las iniciativas.
  •    • Hoja de ruta para la acción. Elegir bien aquellos derechos humanos más materiales para nuestra actividad y establecer la dirección y ambición a la que queremos llegar
  •    • Debida diligencia como guía de referencia. El modelo implementado debe incluir elementos para la identificación de impactos, prevención de los mismos y mitigación, en caso de que sucedan.
  •    • Generación de alianzas para un mayor impacto. La importancia de los enfoques participativos y el valor de las colaboraciones.
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Uno de los elementos que mejor refleja el valor que aporta este informe es su enfoque eminentemente práctico y sencillo. Se trata de posibilitar el desarrollo de procesos de integración de los derechos humanos en cualquier tipo de empresa, independientemente de su tamaño, nivel de partida o exposición a riesgos en este ámbito.

Además, para completar la propuesta de lectura, este informe plantea y ofrece elementos que permiten derribar mitos o barreras tradicionalmente existentes en una gran cantidad de empresas como “Siendo una pyme española, ¿de verdad los derechos humanos son algo de lo que me tenga que preocupar?” o también “¿Qué relación hay entre respeto al medio ambiente y los derechos humanos?”.

Ha llegado el momento para que todas las empresas asuman sus responsabilidades frente a los impactos en derechos humanos. Este ‘kit básico’ ofrece un conocimiento de incalculable valor para apoyar la creación de una estrategia empresarial efectiva, tanto si eres una empresa con parte del camino recorrido como si es la primera vez que planteas acciones de este tipo. ¿Vienes?