
Según el estudio ‘Salud y Bienestar 2030. Integración en la estrategia empresarial’ publicado por Forética, disponemos de cinco claves que toda organización debería desarrollar para conseguir una integración real de los aspectos de salud en sus estrategias corporativas.
Es necesario que las organizaciones asuman un rol de liderazgo alineando la estrategia empresarial con los ODS
En primer lugar, es necesario que las organizaciones asuman un rol de liderazgo alineando la estrategia empresarial con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en particular con el ODS 3 (Salud y Bienestar), para lo cual se debe contar con un compromiso de innovación, financiación y desarrollo de productos y servicios por parte de las empresas que vayan en línea con los objetivos y metas –según dicho informe de Forética, todavía sólo un 34% de las empresas del IBEX 35 reconoce el ODS 3 como un eje estratégico para su organización-.
Para ello, se deberán gestionar los riesgos y detectar las oportunidades, tomando como premisa que la salud y el bienestar de los empleados y las organizaciones es, en definitiva, una palanca de valor para un mejor desempeño de las organizaciones, siempre desde la perspectiva de la sostenibilidad. La alta dirección tiene ahora la oportunidad de incorporar una comprensión más consciente de los riesgos y oportunidades que suponen la integración estratégica de la salud en sus operaciones y en el impacto en sus equipos, sus clientes y el entorno. Acciones como la incorporación de objetivos de salud en el bonus de la alta dirección pueden ser una señal decisiva para avanzar en este ámbito.
Además, las organizaciones deben establecer y mantener un diálogo abierto, honesto y comprometido con sus stakeholders, anticipando así las tendencias y sentando las mejores bases para obtener a su vez mejores respuestas y resultados. Y en relación a esto último, será de gran ayuda fijar objetivos de gestión e indicadores integrales, a partir de diagnósticos que fomenten la salud de los empleados y que, adicional al impacto en sus equipos, incorporen también el de sus productos y servicios -actualmente el 60% de las empresas del IBEX 35 contribuyen a la salud por medio de una oferta de productos y servicios saludables, según la información contenida en sus memorias-. Estos diagnósticos integrales deberían incorporar internamente ámbitos más amplios como el impacto externo (por ejemplo, contaminación y sus consecuencias en la salud de la movilidad o de la logística).
Una empresa comprometida con la salud y el bienestar de las personas que la integran será aquella que logre ser capaz de rendir cuentas de manera transparente de sus objetivos y sus compromisos a futuro. Lamentablemente, aun es escasa la información que se puede encontrar en los informes no financieros de las grandes empresas españolas en torno al enfoque de los aspectos ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno, en sus siglas en inglés) relacionados con la salud. Aun así, existen avances y cada vez son más las organizaciones que, conscientes de la importancia que esto tiene, integran e informan de sus impactos en la salud de sus empleados, clientes, proveedores y sociedad en general.
En el compromiso de continuar impulsado los aspectos ESG en las organizaciones, desde Forética apoyamos esta Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo con el lanzamiento de la segunda edición del Grupo de Salud y Sostenibilidad, cuyo objetivo es poner en valor la salud y bienestar como un eje fundamental de la sostenibilidad y la responsabilidad social de las empresas, a través de acciones de liderazgo, colaboración y conocimiento.