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Según datos de Ecovidrio

España consolida sus altos niveles de recuperación de vidrio

Casi un millón de toneladas de residuos de envases de vidrio se recuperaron en 2023 en España. Éste es uno de los datos más notables que presentó recientemente Ecovidrio en relación con el reciclaje de vidrio en nuestro país el pasado año. La entidad, además, destacó que la tasa de reciclaje de envases de vidrio alcanzó el 70% y que el 90% del residuo de este material proviene del contenedor verde.

La tasa de reciclaje de envases de vidrio alcanzó el 70% en España en 2023.
La tasa de reciclaje de envases de vidrio alcanzó el 70% en España en 2023.

Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de residuos de envases de vidrio en España, ha presentado los datos de recuperación de residuos de envases de vidrio de 2023. En un contexto donde se estima una caída del consumo y, por tanto, de la generación de envases de vidrio del 4,3%, la recuperación alcanzó un total de 998.338 toneladas, de las cuales más de 924.283 toneladas, más del 90%, procedieron de la separación selectiva a través del contenedor verde.

Según la estimación de Ecovidrio, basada en un nuevo método de cálculo más exigente (que elimina impropios y mermas), a cierre de 2023, la tasa de reciclaje de envases de vidrio en nuestro país se situó en el 70,1%. Así, España supera, con dos años de antelación, los ambiciosos objetivos establecidos por Europa para 2025 para la fracción vidrio.

Con estas cifras, en España se reciclan ya 8,6 millones de envases al día y unos 6.000 envases por minuto en los iglús existentes en todo el territorio. En concreto, en 2023, cada ciudadano depositó 19,2 kilogramos de vidrio, el equivalente a 66 envases por persona.

El 90% del residuo de vidrio de nuestro país proviene del contenedor verde y se recicla al 100% e infinitas veces, destinándose a la fabricación de nuevos envases. La calidad del reciclado de esta fracción es una de las claves que hacen del sistema de recogida separada de envases de vidrio el modelo más eficaz, eficiente y sostenible ambientalmente.

En este sentido, en 2023, las ciudades que lideraron la aportación ciudadana a la separación selectiva de envases de vidrio fueron San Sebastián (38,3 Kg/hab), Pamplona (31 Kg/hab), Santiago de Compostela (28,2 kg/hab), Bilbao (26,2 Kg/hab), Palma (25,5 Kg/hab), Barcelona (23,9 Kg/hab), Granada (22,4 kg/hab), Vitoria-Gasteiz (21,9 kg/hab), Girona (21,6 kg/hab) y Santander (21,5 kg/hab).

Además de todo el vidrio depositado en los contenedores verdes por los ciudadanos, Ecovidrio recuperó, de forma complementaria, 74.054 toneladas de residuos de envases de vidrio que no fueron correctamente separadas en origen y que pudieron recuperarse en las 26 plantas de Residuos Urbanos presentes en todo el territorio nacional.

Hacia el residuo cero

La entidad, pionera en el uso de la analítica de datos y la inteligencia artificial en el sector de los residuos, y en el marco de su Plan Estratégico de Transformación Digital, puso en marcha campañas adaptadas y ultra segmentadas en casi 30 municipios, llegando a más de 150.000 viviendas, cuyos resultados han permitido registrar incrementos de más del 100% en la recogida selectiva de esas zonas.

Además, la hostelería continuó siendo un pilar estratégico de actuación para la entidad. En 2023, reforzó su liderazgo en el sector como experto en materia de gestión y sostenibilidad en el canal horeca. Gracias al plan EcoVares, sólo el pasado año, Ecovidrio visitó a más de 100.000 establecimientos hosteleros e invirtió cerca de 26 millones de euros para la puesta en marcha de planes operativos diseñados específicamente para el sector en cada municipio, llevó a cabo más de 600 campañas en colaboración con los ayuntamientos, formación ambiental, instalación de nuevos contenedores y la entrega de medios gratuitos adaptados a las necesidades específicas del sector.

En su afán por avanzar hacia el residuo cero, Ecovidrio aplicó en 2023 técnicas innovadoras para extraer 9.175 toneladas de residuos de envases de vidrio procedentes del rechazo y las mermas que se producen en el proceso de tratamiento. Este material no dispone de la calidad necesaria para ser reincorporado como materia prima secundaria en la fabricación de nuevos envases. Sin embargo, es muy apto y adecuado para usos industriales tales como áridos para la construcción, chorreo de barcos, filtros de piscina u otras aplicaciones ornamentales.