Pasar al contenido principal
Legados y herencias son una fuente de ingresos potencial para las ONG

Una última voluntad con causa o cómo ser solidario después de morir

Cada vez es mayor la cifra de personas que realizan testamento ante notario, pero lo que no todas saben es que incluso después de morir pueden seguir ayudando a quienes más lo necesitan. Y las organizaciones sociales no quieren desaprovechar esta fuente de ingresos.

Hacer testamento no es una cuestión de edad. Constituye nada más y nada menos que la voluntad de una persona sobre cómo han de repartirse sus bienes cuando falte y, por la seguridad jurídica que aporta y los quebraderos de cabeza que evita a los herederos, se recomienda redactarlo cuanto antes.

Según el Consejo General del Notariado, se trata de un procedimiento “muy económico” (suele costar entre 38 y 50 euros), además de “muy sencillo”: basta con acudir al notario –DNI en mano– y explicarle a quién queremos dejar nuestros bienes y cómo repartirlos. A este respecto, la ley establece diversas formas de dividir una herencia, que varían en función de las circunstancias familiares de quien hace el testamento (testador) y de la comunidad autónoma en que reside. Así, hay una parte de la herencia de la que no se puede disponer, que se adjudica obligatoriamente a los herederos forzosos, pero hay otra que el testador puede dejar a quien quiera. Ésta se puede dividir como se desee, nombrando uno o varios herederos.

Lo que no todos saben es que también se pueden hacer legados, disposiciones en las que se deja dinero, acciones, propiedades u objetos a alguien que no figura entre los herederos legales o, ¿por qué no?, a una o varias organizaciones no lucrativas.

 

 

Legado versus herencia

¿Qué diferencia hay entre un legado y una herencia solidaria? Según la coordinadora de la campaña LegadoSolidario.org, Leyre Ayastuy, los primeros son “donaciones de bienes concretos” que dejamos expresamente a una o varias personas o entidades, mientras que la herencia incluye todos los bienes y el dinero de que seamos propietarios en el momento de fallecer. Y, en principio, se puede legar todo lo que sea susceptible de formar parte de nuestra herencia: “Puede ser una obra de arte, un seguro de vida, las joyas de la abuela o una cantidad concreta que se tenga en una cuenta”.

"Se puede legar a una ONG desde una obra de arte a las joyas de la abuela"

Según esta experta, el porcentaje de los fondos de las ONG que proceden de estos mecanismos “varía mucho”. “Algunas organizaciones reciben el correspondiente al tres por ciento de su presupuesto anual; otras, el 0,1 por ciento, y, algunas, prácticamente nada”, prosigue.  Y, aunque “es algo por lo que cada vez se pregunta más”, admite que habrán de pasar décadas hasta que las ONG recojan los frutos de la campaña puesta en marcha ahora. Hasta que fallezcan los testadores.  

Pocos testamentos

Según el Centro de Información Estadística del Notariado, en 2015 se registraron en España un total de 635.646 testamentos, un tres por ciento más que el ejercicio anterior y un 11 por ciento más que en 2009. Parecen muchos, pero, teniendo en cuenta que en España viven 17,9 millones de mayores de 50 años, la cifra resulta, cuanto menos, insignificante.

“Es un tema cultural, nos da 'yuyu' pensar en ese momento. En España no nos preparamos como se hace en otras culturas o religiones aunque, afortunadamente, esto está cambiando”, señala Natalia Barrio, directora de la Unidad de Desarrollo de Fundación ONCE. Si el número de testamentos es exiguo, el de testamentos que incluyen a organizaciones no lucrativas entre sus beneficiarios es aún menor: apenas un 0,9 por ciento del total lo contempla. 

Muchas ONG han lanzado campañas para captar fondos a través de herencias

Por todo ello, y en su búsqueda constante de recursos alternativos, numerosas ONG y fundaciones españolas han decidido informar a la sociedad sobre la opción de hacer testamento a su favor. En 2007 surgió así la campaña LegadoSolidario.org, capitaneada por Aldeas Infantiles SOS, Amnistía Internacional, Oxfam Intermón, Médicos del Mundo, Plan España, UNICEF y WWF España. Tras adhesiones como la de Cáritas Española, la Fundación Josep Carreras o Greenpeace, hoy son 23 las organizaciones que la componen.

El Comité Español de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, se adhirió en 2014. “En el mundo de las ONG, todos tenemos claro que realizar esfuerzos colectivos redunda en beneficio de todos”, declara Belén Roldán, responsable de Filantropía privada en el Comité español de esta organización. “España está atrás en esto y, como nuestra responsabilidad es llevar el máximo de dinero a nuestras causas, nos sumamos a la campaña”, añade.

Fundación ONCE y Aequitas (la fundación del notariado español) pusieron en marcha hace casi una década otro programa, Herencias y Legados con Corazón, que cuenta con una oficina técnica destinada a prestar asistencia profesional gratuita a los interesados a este respecto. “En los países anglosajones, especialmente, los legados en favor de entidades con fines solidarios son bastante frecuentes. De hecho, hay países, como Inglaterra, en los que casi el 40 por ciento de la financiación regular de ciertas entidades no lucrativas lo forman herencias de personas concretas y grandes patrimonios”, apunta la directora de la Unidad de Desarrollo de Fundación ONCE.

No es poco lo que pueden llegar a hacer estas ONG con un legado o herencia solidaria. Según Natalia Barrio, con 12.000 euros, la Fundación ONCE puede conceder dos becas para que universitarios con discapacidad puedan estudiar un curso o postgrado durante un año en el extranjero y, con 25.000, podría equipar una sala de rehabilitación para una asociación de personas con daño cerebral. A favor de Fundación ONCE se legan, fundamentalmente, bienes inmuebles, pero, según Barrio, ésta es una fuente de ingresos “poco significativa” para su organización, por el momento. “En España, los ‘ricos riquísimos’ no tienen estas inquietudes, como si la tienen en otros países”, lamenta Natalia.

Con 2.000 euros, Acnur puede construir y equipar tres aulas para preescolar; con 10.000, instalar una purificadora de agua para un millar de refugiados, y, con 15.000 euros, nueve unidades de refugio de plástico reciclado y con luz solar. “Hacer testamento es recomendable en todos los casos, e, incluir a una ONG, una alternativa de solidaridad que la gente debe conocer”, concluye Roldán, del Comité Español de esta organización. “¿Que por qué animo a legar en favor de Acnur? En primer lugar, porque es la agencia que tiene el mandato único de protección de refugiados y desplazados, pero también porque atendemos a casi 50 millones de personas en 127 países del mundo y porque estamos en cifras históricas de desplazamientos forzosos. Trabajamos por una causa que, desgraciadamente, tiene un largo futuro y va a requerir de mucho apoyo”. Ojalá lo recaben.