El estudio destaca que las áreas densamente pobladas en el mundo en desarrollo están asociadas con una rápida urbanización y altos niveles de contaminación industrial y de transporte. Estas fuentes de polvo y partículas tienen un efecto de enfriamiento neto en el clima regional a corto plazo, ya que reflejan la luz solar de vuelta al espacio. "Este fenómeno, conocido como 'efecto de enmascaramiento', ha llevado a una menor aceleración del calentamiento en estas regiones", explica Sengupta.
Por el contrario, los centros urbanos en Europa, que implementaron leyes de aire limpio a finales del siglo XX, han eliminado muchos de los contaminantes dañinos, lo que ha resultado en un aumento a corto plazo en las tendencias de calentamiento. "Esto subraya una clara inequidad regional en la exposición de la población al calentamiento global", añade Sengupta.
La calidad del aire en las ciudades densamente pobladas varía ampliamente, pero en general, estas áreas enfrentan desafíos significativos debido a la concentración de actividades humanas. "Los contaminantes en el aire pueden enmascarar parte del calentamiento debido a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero también son extremadamente dañinos para la salud", señala Sengupta. Las regiones del Sur Global a menudo enfrentan impactos compuestos de mortalidad relacionada con el calor y la mala calidad del aire.
Reducir las emisiones locales puede tener importantes beneficios para la salud, pero el estudio indica que esto debe ocurrir junto con una reducción de las emisiones de GEI para evitar un aumento temporal del calentamiento. "Es crucial reducir diferentes tipos de aerosoles, como el carbono negro y el polvo, que tienen un efecto de calentamiento a corto plazo", enfatiza Sengupta.
Desigualdades
El cambio climático tiene grandes impactos en la pobreza crónica, especialmente en regiones vulnerables como el África subsahariana y partes de Asia. "Las regiones que carecen de recursos materiales y económicos para abordar y adaptarse a los impactos climáticos serán las más vulnerables", advierte Sengupta. El estudio sugiere que estas vulnerabilidades podrían empeorar si las emisiones de aerosoles disminuyen sin una rápida reducción de las emisiones de GEI.
Asimismo, el estudio destaca la posibilidad de un aumento rápido del calentamiento en el futuro cercano en regiones urbanas altamente pobladas del Sur Global. "Esto podría exponer a una gran población a calor extremo y mortalidad relacionada con el calor antes de ver los beneficios a largo plazo de la reducción de la contaminación y las emisiones de GEI", explica Sengupta. Por lo tanto, es crucial planificar estrategias de adaptación para abordar el estrés relacionado con el calor en estas regiones.
Acuerdo de París
El compromiso del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C es cada vez más difícil de lograr. "Las tendencias actuales de emisiones indican que estamos lejos del objetivo", comenta Sengupta. "Necesitamos acciones rápidas y transformadoras para reducir las emisiones y hacer la transición a alternativas de energía limpia".
También debe haber una cooperación global significativa y ambiciosa para garantizar una transición justa y equitativa hacia la energía limpia en todo el mundo. "Aunque 1.5°C puede estar fuera de alcance, cada fracción de grado importa para reducir los riesgos para los ecosistemas, las poblaciones vulnerables y la estabilidad global", concluye Sengupta.