Criar es caro, lo que potencialmente influye a la propia decisión de tener un hijo o una hija. En España nacen 1,16 hijos o hijas por mujer, la tasa más baja de toda Europa. La brecha entre la fecundidad deseada y la efectiva es una de las mayores de Europa: el 20% de mujeres de más de 40 años con hijos o hijas habrían querido tener más, y de las que no tenían casi la mitad hubieran querido, según la Encuesta de Fecundidad, Familia e Infancia de septiembre de 2024 del Centro de Investigaciones Sociológicas.
El aumento de estos costes en la crianza se debe principalmente a la inflación, que ha afectado de forma significativa a los bienes y servicios esenciales, como los suministros del hogar y los alimentos. Los gastos que más han aumentado desde 2022 son los relacionados con los suministros de la vivienda (63%) y la alimentación (26%).
Además, el 43% de los niños viven en hogares con serias dificultades para afrontar gastos imprevistos, un aumento de 4 puntos porcentuales respecto a 2022. Con independencia del ciclo económico, los hogares con niños son los más afectados por la evolución de los precios, con una “inflación específica de la crianza” que supera ampliamente –entre un 37%-51%– a la inflación general.
“La crianza representa una carga económica considerable para las familias, especialmente en la adolescencia, y se ha convertido en un factor de riesgo significativo de pobreza”, asegura Andrés Conde, director general de Save the Children. Las familias con hijos o hijas deben destinar más de la mitad de su renta a estos gastos, y la probabilidad de estar bajo el umbral de la pobreza aumenta un 70% para quienes tienen menores de edad a su cargo”.
Mayor riesgo de pobreza
En un contexto de crecimiento generalizado de rentas, los indicadores de pobreza se han reducido en 2023 para casi todos los grupos de edad y tipos de hogar. No es así en el caso de las personas menores de 18 años o en los hogares con niñas y niños, cuyos indicadores de pobreza empeoran. Por ejemplo, si la tasa de pobreza relativa de la población general se ha mantenido estable en el último año (pasando del 20,8 al 20,2%), entre la población infantojuvenil ha ascendido en el último año del 27,8% al 28,9%.
La cifra de pobreza para hogares monomarentales es especialmente preocupante: la mitad de los 530.000 hogares de este tipo están en riesgo de pobreza.
Inma y su hijo de 12 años conforman una familia monomarental. Llenar la cesta de la compra no suele ser fácil. “Compramos menos cosas cada vez. Pescado pocas veces porque normalmente terminamos yendo a coger la misma bolsa de congelados. Porque el fresco es bueno, está ahí, pero es demasiado caro para estar comprándolo con una frecuencia más o menos normal”, cuenta.
El hijo de Inma va a un instituto con aulas TEA (espacios educativos especializados para niños y jóvenes con Trastorno del Espectro Autista). “Necesita muchísima ayuda. Normalmente, como económicamente no le puedo pagar terapias, se las hago yo en casa, pero le hago lo que puedo como madre, porque como no soy su terapeuta no lo puedo tratar”, explica.
La vivienda, gasto clave
Los gastos corrientes de vivienda son de los que más han aumentado, con un incremento del 63% desde 2022 y del 153% desde 2018.
De promedio, el coste adicional con respecto a la vivienda cuando nace un niño o niña asciende a 92 euros al mes. En total, los gastos relacionados con la vivienda, sumando suministros del hogar, ascienden a 135 euros mensuales por hijo. Este aumento significativo en los costes de vivienda contribuye a la carga económica general que enfrentan las familias, especialmente aquellas con ingresos limitados.
El coste de la crianza por edades
El coste de criar a un niño varía significativamente según la etapa de la infancia o adolescencia. De 0 a 3 años el coste mensual es de 609 euros. Las principales partidas con mayor peso en el coste de la crianza en esta franja de edad son la conciliación (las escuelas infantiles), la vivienda (adaptar el espacio a un nuevo miembro) y la alimentación. De los 4 a los 6 años el coste mensual es de 692 euros.
De los 7 a los 12 años se alcanza la máxima cifra, con un coste mensual de 812 euros. En la habitación se hacen algunos cambios para dejar de lado algunos muebles. Los niños ya comen más cantidad de alimentos y se han incorporado totalmente a la dieta de la familia. De los 13 a los 17 años el coste mensual es de 807 euros. Los niños y niñas han dejado los juguetes de lado y el ocio se realiza con amigos y amigas, o a través de dispositivos tecnológicos.