El autocuidado ya es un estilo de vida para los españoles. Nueve de cada 10 españoles así lo aseguran, aunque la mitad cree que podría mejorar su rutina incluyendo más prácticas de cuidado y mejora de su bienestar, según el VII Barómetro sobre el Autocuidado de la población española, elaborado por Pic Solution, marca especialista en salud y bienestar. La mayoría de los encuestados se vuelca en una higiene adecuada (84%), alimentarse e hidratarse adecuadamente (79%) y cuidar y asegurar su descanso personal (70%).
Sin embargo, continúa estando a la cola de las prioridades de los españoles el cuidado de la salud mental, pues solo poco más de un tercio de los encuestados afirma ocuparse de su bienestar mental y emocional (38%) en su día a día.
Alicia Martínez, Marketing Product Manager de Pic Solution, confirma que “efectivamente, los españoles asocian en mayor medida el autocuidado al plano físico, dejando de lado el cuidado y bienestar mental cuando también forma parte del autocuidado ya que, mente y cuerpo están completamente alineados y si la mente no está bien cuidada, repercutirá de forma directa en nuestro cuerpo”.
Martínez cree que el motivo principal de olvidarnos de cuidar el bienestar emocional y la salud mental es “porque hasta hace poco, el cuidado de la mente ha sido un tema tabú, no tan metido en el imaginario colectivo y al que no se había dado el protagonismo y relevancia que merecía, priorizando los mensajes sociales que iban dirigidos hacia el cuidado y culto al cuerpo”.
El hecho de que el autocuidado se asocie al aspecto físico se debe a que “el bienestar físico es algo tangible y fácilmente identificable. Los beneficios de, por ejemplo, una alimentación saludable o de una rutina de ejercicios se ven y se sienten de forma rápida, mientras que los beneficios del cuidado emocional y mental son menos inmediatos y, a veces, más difíciles de medir”, asegura.
Martínez insiste en que, asimismo, “existe cierta desinformación en torno al autocuidado emocional y la salud mental”. Además, “tradicionalmente, estos temas han estado rodeados de estigmas y tabúes, lo que ha llevado a que muchas personas no prioricen el cuidado emocional o, incluso, desconozcan las herramientas a su alcance para mejorar su bienestar mental. El ritmo de vida actual nos empuja a centrarnos en cumplir con nuestras responsabilidades diarias, y el autocuidado emocional pasa a un segundo plano, a menudo percibiéndose como un lujo más que como una necesidad”.
Salud física y mental
Está demostrado que la salud física y la salud mental están profundamente interconectadas y contribuyen al bienestar general. Para Martínez, “la salud física no solo afecta a nuestra capacidad para realizar actividades cotidianas, sino que también influye en cómo nos sentimos emocionalmente”. Esto quiere decir que “un cuerpo sano nos ayuda a enfrentarnos a los desafíos diarios con energía y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, lo que nos da una mejor calidad de vida”.
Por otro lado, la salud mental es clave para mantener un equilibrio emocional y para desarrollar una percepción positiva de la vida. “Una mente equilibrada nos permite gestionar el estrés, tomar decisiones de forma clara y relacionarnos de manera saludable con los demás, algo que influye directamente en nuestra satisfacción personal y profesional”, asegura la Marketing Product Manager de Pic Solution.
“Por ello, entender que el autocuidado implica el plano mental y el físico, es fundamental, y debe ser parte de nuestro estilo de vida”, finaliza.
Datos sobre la salud
Según más datos del VII Barómetro sobre el Autocuidado de la población española, menos de la mitad de los españoles (46%) se realizan chequeos médicos periódicos. Un hecho que no solo afecta la prevención de enfermedades, sino que también retrasa la detección temprana de problemas de salud que podrían tratarse de manera más efectiva.
En este punto, se hace patente la necesidad de promover el control de la salud de una manera más constante, como parte de la rutina de autocuidado diaria ya que, a pesar de que 7 de cada 10 encuestados afirman que, ante cualquier indicio de enfermedad o síntoma negativo, suelen adoptar medidas de autocuidado, solo la mitad de los encuestados controla parámetros como la tensión o el azúcar de manera habitual, y un tercio afirma no haberse tomado la temperatura en el último mes.
Integrar el autocuidado en nuestras rutinas se hace un reto cada vez más complicado que debemos anotar en la lista de propósitos de cara al próximo año 2025, ya que los españoles han disminuido la adquisición de productos en sus botiquines con respecto a finales de 2021: apósitos o tiritas (-7%), analgésicos (-5%), gasas o vendas (-4%) o incluso termómetros (-4%). Solo incrementando el número de tensiómetros en los hogares españoles con respecto a finales de 2021 (+12%). Aun así, menos de la mitad de los españoles (39%) se mide la tensión en casa de manera rutinaria, haciéndolo 4 de cada 10 españoles de manera esporádica como en alguna visita a la farmacia, al médico o durante el reconocimiento médico.