
Con este proyecto, en el que participarán cerca de medio centenar de psicólogos, ambas entidades contribuirán a la recuperación del bienestar mental y emocional de las personas más afectadas por los efectos de la DANA en las localidades de la Comunidad Valenciana que más se han visto perjudicadas.
Según Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, “en una situación tan catastrófica como la vivida, con más de 200 fallecidos e innumerables familias afectadas, la intervención y el apoyo psicológico a las personas que más han sufrido directamente este drama resulta crítica para ayudarlas a recuperar su calidad de vida”.
El programa tiene como objetivo ayudar a las personas que han sufrido un deterioro significativo de su salud y bienestar emocional por haber experimentado ellos mismos, sus familiares o amigos más cercanos, de forma más directa e impactante, los efectos de la riada, ya sea en forma de pérdidas humanas, económicas o materiales.
La ansiedad, la depresión, el trastorno de estrés postraumático y sentimientos de culpa en aquellas personas que han perdido o no han podido salvar a sus familiares son los cuadros más comunes que marcan el impacto emocional sufrido tras vivir una situación tan traumática como la acaecida.
A este respecto, Francisco Santolaya, decano del Colegio Oficial de la Psicología de la Comunidad Valenciana (COPCV), señaló que “hay 75.000 personas damnificadas por las riadas y, teniendo en cuenta los resultados de investigaciones realizadas sobre las consecuencias de catástrofes naturales anteriores, más del 25% podría sufrir problemas psicológicos y emocionales”. Además, en el caso de los menores, los eventos traumáticos vividos durante la infancia pueden tener un impacto mayor y llegar hasta la vida adulta.
Diversas actuaciones
Ambas entidades ofrecerán tratamiento psicológico gratuito (individual, familiar o grupal, según se valore en cada caso) a las personas más afectadas por problemas emocionales y mentales, poniendo especial foco en niños, adolescentes y personas mayores que viven solas, entre otros colectivos vulnerables.
Además, también formarán a los profesionales de los servicios sociales y de atención primaria de los municipios afectados en la detección de los problemas de salud mental entre las personas que acudan a estos servicios. Asimismo, el programa va a contar con una unidad móvil compuesta por dos profesionales de la Psicología que se desplazarán para realizar intervención en crisis y contención emocional, tanto a nivel individual como familiar, en los casos en los que fuese necesario.
Por último, el proyecto prevé también la realización de un trabajo de campo para la detección de vulnerabilidades, carencias y síntomas que aparezcan en el ámbito psicológico y relacional como consecuencia de las pérdidas materiales, los procesos de duelo y el estrés postraumático a raíz de la riada.