ONU Mujeres, la organización de Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino, eligió para este año el lema ‘Invertir en las mujeres, acelerar el progreso’. Y considera que la igualdad de género sigue siendo el mayor reto global en materia de derechos humanos y que dedicar recursos a conseguirla beneficiará a toda la sociedad en su conjunto, no sólo a las mujeres.
Y aunque en España se han logrado grandes conquistas en lo que al colectivo femenino se refiere, el 8-M sigue siendo un día fundamental para poner en valor y celebrar lo conseguido hasta ahora, gracias a grandes esfuerzos de los que vinieron delante –hombres y mujeres–, y recordar y reivindicar lo que todavía queda por hacer.
En el entorno profesional, la presencia de las mujeres se va consolidando año tras año en los puestos de máxima responsabilidad, aunque la paridad no avanza en paralelo en todos los sectores.
En las empresas cotizadas, el porcentaje de mujeres en los consejos de administración se situaba en el 31,9% en 2022, último dato disponible de la CNMV. En la Administración General del Estado, las mujeres en los órganos superiores y altos cargos (hasta director general) representaban el 41,8% en 2023, según el Instituto Europeo para la Igualdad de Género. El Ministerio de Universidades afirma que en 2022 había un 26,3% de mujeres catedráticas. Y según el estudio ‘La presencia femenina en el Tercer Sector 2024’, de Fundación Lealtad, el promedio de mujeres en los órganos de gobierno de asociaciones y fundaciones es del 48%, siendo el único sector donde la paridad es ya una realidad.
Desigualdad de cargas de responsabilidad
“La generación de mi madre estaba mucho menos incorporada al mercado laboral y, generalmente, con una responsabilidad muy limitada. Mi generación lo está totalmente, pero ha tenido que demostrar mucho para llegar a los altos puestos de responsabilidad, aparte de tener que seguir ocupándose intensamente de la casa y la familia. Creo que la siguiente generación lo tendrá mucho más fácil, tanto en el trabajo como en casa”, sostiene Ana Benavides, directora general de Fundación Lealtad, entidad dedicada a acreditar las buenas prácticas y transparencia de las ONG españolas.
Ciertamente, los datos indican que la mujer todavía asume una carga notablemente mayor que el hombre en lo que respecta al cuidado familiar y del hogar. Viola Migliori, country manager para el Sur de Europa de Evaneos (plataforma especializada en viajes sostenibles diseñados a medida por guías locales), considera que la equidad en estas responsabilidades es todavía un reto por alcanzar.
“Es cierto que ahora accedemos a más oportunidades y ocupamos más puestos de liderazgo, pero también aumentan para nosotras las expectativas respecto a lo que debemos hacer, tanto en casa como en el trabajo. La carga y la responsabilidad que recae en las mujeres, y en algunos lugares exclusivamente en ellas, es gigante en comparación con la de los hombres, y además se nos juzga sea cual sea la elección que tomemos”, afirma.
Más sensibles a temas sociales y ambientales
Avanzar hacia la igualdad de género pasa, efectivamente, por eliminar las barreras que les impiden participar plenamente en todos los aspectos de la sociedad, que siempre será más rica contando con la aportación de la diversidad de pensamiento y habilidades del colectivo femenino. Por ejemplo, diversas fuentes apuntan que las mujeres tienen mayor sensibilidad por los temas sociales y ambientales y que las organizaciones lideradas por mujeres son más proclives a desarrollar estrategias de sostenibilidad.
“Según nuestros estudios, hay un registro de niveles de preocupación superiores en mujeres que en hombres tanto en el ámbito social y ambiental como en el económico. Esta perspectiva femenina conecta con la demanda de nuevos modelos de organizaciones que se ocupen de generar un impacto positivo en la sociedad. En este sentido, la mujer aporta a la empresa esta visión de sostenibilidad y los cambios necesarios para lograrlo. Por ejemplo, temas como la integración de la diversidad o el cuidado de la salud física y mental de las personas son dos aspectos por los que se preocupan más las mujeres que los hombres, según nuestros datos”, indica Claudina Caramuti, cofundadora y directora de Desarrollo de CANVAS Estrategias Sostenibles, consultora especializada en estrategias de sostenibilidad.
El valor de la diversidad
La diversidad siempre es positiva en los equipos, pues la existencia de múltiples puntos de vista favorece la creatividad y la innovación. Sofía Tavares, directora de Marca de la plataforma de aprendizaje de idiomas Preply, destaca la importancia de que exista una “representación diversa en todos los departamentos, comités de dirección y consejos de administración; de género, pero también de raza, nacionalidad, etnia, cultura, etc. La diversidad de puntos de vista marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Como empresas, crear una conexión emocional con todo nuestro público es esencial y esto está directamente relacionado con la diversidad”.
Desde Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership, fundación empresarial especializada en reputación y gestión de intangibles, su directora de Inteligencia y Conocimiento, Clara Fontán, pone el foco en dos consecuencias positivas directas de la incorporación de la mujer al mundo empresarial. “Por un lado, mejora su reputación corporativa, pues las empresas que apuestan por la inclusión y la diversidad ganan credibilidad, respeto, admiración y confianza; por otro, tiene un impacto económico positivo, ya que la participación plena de las mujeres en la fuerza laboral y en las mesas de decisión contribuye al crecimiento económico, maximizando el potencial productivo de la sociedad”, apunta.
Y Sandra Pina, directora general de Quiero, considera que en el ámbito profesional la presencia de mujeres se va consolidando en puestos de alta responsabilidad, aunque la presencia de mujeres en altos cargos es mayor en la Administración que en las empresas de nuestro país. “Quizás para acelerar la velocidad de la presencia de las mujeres en puestos directivos, debemos involucrar más y mejor a los hombres en la lucha por la igualdad para que conozcan los beneficios de cerrar esa brecha de género y que nos ayuden a identificar acciones que se pueden activar desde las trincheras de algunos para acelerar los cambios”.
En cuanto al liderazgo del futuro para que las niñas de hoy no tengan tantas dificultades para ser líderes, Pina considera cada vez más que “cualquier líder deberá incorporar de manera natural elementos característicos del liderazgo masculino y del femenino para que sea un liderazgo integral”.