“Hay una asociación bastante robusta entre los aumentos de temperatura y un aumento de los suicidios, conducta suicida e ingresos hospitalarios”, advierte Joaquim Radua, investigador del IDIBAPS / Clínic Barcelona, CIBERSAM e Universidad de Barcelona.
Anteriormente, ya se habían realizado estudios relacionando el cambio climático con los problemas de salud mental, así como los efectos directos del cambio climático y la contaminación en la salud física de las personas. Ahora, un trabajo liderado por el personal investigador del Clínic Barcelona-IBIBAPS ha reanalizado todos los metaanálisis a nivel mundial sobre este tema, y ha encontrado asociaciones importantes.
Según Joaquim Radua, uno de los autores del trabajo, “a partir de este hallazgo, estimamos que el calentamiento global podría haber hecho aumentar un 5% los casos de suicidio. También encontramos que los contaminantes atmosféricos aumentan el riesgo de demencia, depresión postparto, y otras condiciones”.
Hasta este momento, “no estaba claro qué asociaciones tenían más evidencia”, afirma Radua, pero “nosotros hemos reanalizado los datos para calcular el grado de evidencia de cada asociación”, añade.
En concreto, el metaanálisis estima que el calentamiento global puede haber hecho aumentar un 5% los casos de suicidios, aunque se prevé que este aumento “llegue al 7% de cara a 2050”, advierte el científico. También se ha visto un incremento de comportamientos suicidas e ingresos en hospitales debido a esta problemática.
Radua, además, considera que estos factores de riesgo “se añaden a otros que la persona ya tenga, como, por ejemplo, que esté deprimida o con poco apoyo social. Estas personas serían más vulnerables”.
En cuanto al tratamiento de la salud mental por parte de los profesionales sanitarios, Radua cree que “se podrían incorporar estos factores de contaminación a la lista de factores de riesgo a abordar para mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental”.
Además, Radua considera imprescindible trabajar en aumentar la sensibilización pública sobre el impacto de la contaminación atmosférica en los ciudadanos. “Si bien existen factores económicos y geopolíticos que no podemos ignorar, es importante sensibilizar a la población del impacto de la contaminación atmosférica sobre nuestra salud física y mental”, finaliza.