
Una amplia mayoría de los ciudadanos europeos sigue considerando el cambio climático como una de las amenazas más graves a las que se enfrenta el planeta. Así lo revela el último Eurobarómetro publicado por la Comisión Europea, que muestra que el 85% de los encuestados identifica el cambio climático como un problema importante, y en muchos Estados miembros lo sitúan como la principal preocupación por encima de otras crisis globales. Y no solo eso: cada vez más personas sienten que les afecta directamente.
La encuesta, realizada en los 27 Estados miembros, muestra que el apoyo a las políticas climáticas de la Unión Europea sigue siendo sólido. El 81% de los europeos respalda el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050, y el 88% cree que es importante invertir más en energías renovables y eficiencia energética. La ciudadanía no solo pide acción: la exige.
Más allá del respaldo institucional, los ciudadanos también perciben beneficios concretos en la acción climática. El 77% cree que el coste de los daños provocados por el cambio climático supera con creces el coste de la transición hacia una economía neutra en carbono. Esta percepción refuerza la idea de que actuar frente al cambio climático no solo es una necesidad ambiental, sino también una inversión económica y social a largo plazo.
El 81% de los europeos respalda el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050, y el 88% cree que es importante invertir más en energías renovables
Pero lo más llamativo es que el cambio climático ya no se percibe como algo abstracto. Un 38% de los encuestados dice sentirse personalmente expuesto a sus efectos, especialmente en el sur de Europa, donde las olas de calor, las sequías y los incendios forestales se han vuelto parte del paisaje habitual. En países como España, Italia o Grecia, más de la mitad de la población afirma vivir con esa sensación de vulnerabilidad.
La encuesta también revela que los europeos no solo están preocupados, sino que están actuando. El 59% asegura haber tomado medidas en los últimos seis meses para reducir su impacto ambiental: desde cambiar hábitos de consumo hasta reducir el uso del coche o reciclar más. Sin embargo, la mayoría cree que la verdadera responsabilidad recae en los gobiernos, la UE y las empresas.
Un 38% de los encuestados dice sentirse personalmente expuesto a los efectos del cambio climático
De hecho, el 66% de los ciudadanos señala a los gobiernos nacionales como los principales responsables de liderar la lucha climática, seguidos por la propia Unión Europea (59%) y el sector empresarial (58%). Solo el 28% cree que las personas, a título individual, pueden resolver el problema por sí solas. El mensaje es claro: hace falta liderazgo político y compromiso empresarial.
El informe también destaca que la acción climática no es solo una cuestión ambiental, sino una oportunidad económica. El 77% de los europeos cree que el coste de no actuar será mucho mayor que el de transformar la economía. Y el 75 % considera que reducir la dependencia de combustibles fósiles mejorará la seguridad energética de Europa.
Un 49% dice tener dificultades para distinguir información fiable en redes sociales
A pesar de esta conciencia creciente, persisten importantes barreras informativas. Aunque el 84% de los encuestados reconoce que el cambio climático es causado por la actividad humana, más de la mitad considera que los medios tradicionales no explican bien el problema. Además, un 49% dice tener dificultades para distinguir información fiable en redes sociales.
La ciudadanía también vincula la acción climática con beneficios concretos: el 85% cree que ayudará a mejorar la salud pública, y el 83% piensa que una mejor preparación frente a los impactos del clima mejorará su calidad de vida. El mensaje es optimista: actuar no solo es urgente, también es útil.
En definitiva, el Eurobarómetro 2025 deja claro que los europeos están listos para el cambio. Pero también esperan que sus líderes estén a la altura. Porque el tiempo corre, y el clima no espera.