A raíz de la colaboración entre EADA Business School y Ashoka España, se ha llevado a cabo el estudio ‘¿Cómo el emprendimiento social transforma las ciudades? 4 casos de éxito y recomendaciones para los ayuntamientos’, en el cual se destaca que el emprendimiento social está diseñado para que otras entidades puedan replicar su impacto a gran escala, así como pretende presentar respuestas claras y recomendaciones a cuestiones clave como, por ejemplo, cómo arrancar nuevos proyectos desde la administración local.
El estudio nace con la intención de mostrar a las nuevas administraciones locales, surgidas de las recientes elecciones municipales en España, que existen personas que ya están contribuyendo a que se dé un cambio en las ciudades desde sus estructuras más arraigadas. Para ello, se presentan cuatro casos de éxito, cuatro proyectos de emprendedoras sociales que abordan temas como la regeneración urbana, los sistemas alimentarios o la inclusión de personas con discapacidad.
Con estos ejemplos y su correspondiente análisis, el informe busca demostrar a las administraciones públicas locales las ventajas que el emprendimiento social puede aportar a las políticas públicas y a los planes de desarrollo de una ciudad. Algunas de estas ventajas son la implicación de actores tradicionalmente alejados, el aumento de los ingresos para la ciudad, soluciones más eficientes o la generación de conocimiento abierto.
Las autoras del estudio son, Federica Massa Saluzzo, profesora y directora académica del Máster en Sostenibilidad e Innovación de EADA Business School; Sofía Stewart, candidata al mismo máster; Rosa Ricucci, directora de medición de impacto y conocimiento de Ashoka España; y Victoria de la Mora, mánager de Fellowship en la misma entidad.
Nuevas administraciones y nuevo presupuesto
La Comisión Mixta Congreso-Senado para la Unión Europea, celebrada el pasado mes marzo, ha fijado en 21.609 millones de euros la asignación de fondos a las comunidades autónomas para temas de educación, salud, movilidad sostenible y vivienda. “Este nuevo impulso requiere preguntarse cómo invertir en estos apartados y el emprendimiento social puede ofrecer muchas respuestas”, señalan las autoras del informe. “Se abre una ventana de oportunidad única para poner en agenda la promoción del emprendimiento social, como cuestión que trasciende a los partidos políticos y vela, en última instancia, por la creación de ciudades seguras, resilientes y sostenibles”, añaden.
Además, las elecciones municipales celebradas recientemente y la consecuente designación de nuevos alcaldes y equipos municipales, aporta posibilidades para el desarrollo de pueblos y ciudades, dibujando una hoja de ruta hacia los ODS que incorpore soluciones innovadoras en distintos ámbitos de competencia local. Por este motivo se espera que este estudio pueda resultar útil para cualquier administración, independientemente de su partido e ideología.
Cuatro casos de éxito
Los cuatro ejemplos que se plasman en el informe muestran cómo el emprendimiento social inspira cambios transformadores y convierte a los ayuntamientos en actores que dibujan una realidad más próspera e inclusiva. Estos hacen referencia a Emprendedoras Sociales Ashoka y las organizaciones que lideran: Nani Moré, de Menjadors Ecològics; Marta Pérez, de Fundación Segunda Parte, Isabel Guirao, de A Toda Vela; y Ana Bella Estévez, de Fundación Ana Bella.
Menjadors Ecològics ofrece asesoramiento y formación a las administraciones locales para diseñar licitaciones que aseguren la valoración de los criterios de sostenibilidad, salud y accesibilidad en los servicios de comedores colectivos, con una perspectiva única que abarca toda la cadena agroalimentaria.
Fundación Segunda Parte ofrece asesoramiento a las administraciones locales para garantizar que los centros e instalaciones deportivas municipales puedan respaldar la recuperación a largo plazo y la inclusión de aquellas personas con daño cerebral adquirido.
A Toda Vela acompaña a las administraciones en el camino hacia un nuevo entendimiento de la discapacidad y de la inclusión, y las ayuda a tomar medidas concretas para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad intelectual.
Finalmente, la Fundación Ana Bella crea redes de mujeres supervivientes de violencia de género que acompañan a otras mujeres en situación de maltrato, permitiendo que se empoderen y sean visibles a los servicios sociales de la administración local.