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Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Cruz Roja visibiliza las ‘cicatrices’ que la violencia contra las mujeres deja en la salud emocional

Cruz Roja Juventud y Cruz Roja sensibilizan, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que tiene lugar este sábado 25 de noviembre, sobre la violencia contra las mujeres como un problema social que está más presente que nunca en palabras, insultos, manipulación o control. La organización ha puesto en marcha, para ello, la campaña ‘Cicatrices con voz propia’.

La campaña 'Cicatrices con voz propia’ busca visibilizar los actos de violencia contra la mujer.
La campaña 'Cicatrices con voz propia’ busca visibilizar los actos de violencia contra la mujer.

En el marco de la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Cruz Roja Juventud ha lanzado su campaña ‘Cicatrices con voz propiapara visibilizar los actos de violencia contra las mujeres, especialmente aquellos que no dejan marcas ni secuelas visibles, pero sí hieren en el ámbito emocional y provocan el deterioro de la salud emocional y la vida de las mujeres que lo sufren.

Para Cruz Roja Juventud y Cruz Roja Española, la violencia sigue siendo un problema social que está más presente que nunca en las palabras, los insultos, la manipulación o el control, que no sólo afecta a las mujeres que lo sufren a corto plazo, sino que tiene un efecto duradero en la forma en que se relacionan, en su autoconcepto y en su autoestima.

En ocasiones, la relación entre la violencia de género y la salud emocional puede ser profunda y compleja. Además, existe un número alarmante de problemas de salud mental que se manifiestan en la adolescencia derivados de los comportamientos machistas y la violencia recibida. Los efectos psicológicos, daños emocionales y mentales pueden tardar mucho tiempo en sanar, y desencadenar problemas escolares, trastornos depresivos o de ansiedad.

Para concienciar sobre este tema, la organización ha lanza esta campaña sobre las señales de advertencia y los patrones dañinos, un paso crucial hacia la prevención y la creación de un entorno seguro y respetuoso para las mujeres. Además, pone el foco en las personas causantes de las diferentes formas de violencia, que son las que dejan esas cicatrices en las mujeres.

Precisamente, las mujeres que participan en la campaña visibilizan estas formas de violencia, jóvenes que aseguran que “voy en el tren y me miran de arriba abajo”, “mando ubicación porque siento que me están siguiendo”, “me siento constantemente sexualizada” e incluso tienen que soportar que no les crean: “algunos chicos dicen que somos exageradas porque no validan estas emociones y no puedes expresarte tal cual lo sientes sin ser juzgada”.

Todos estos comportamientos afectan negativamente al bienestar físico, social y emocional de las mujeres, que se ven obligadas a cambiar su actitud o comportamiento en muchas ocasiones para evitar estas circunstancias, cuando el foco hay que ponerlo en la eliminación de todas las formas de violencia.

Cruz Roja trabaja en el ámbito de la violencia de género con mujeres de todas las edades y circunstancias para minimizar o paliar los efectos de esa violencia: desde la sensibilización, dotándolas de herramientas que les sirvan para detectar y combatir la violencia de género, hasta la atención a las víctimas mediante proyectos específicos y de carácter integral.

En 2023, la organización ha llegado a 29.295 mujeres. Además, a través de la formación y preparación de las mujeres, Cruz Roja trabaja para el empleo y autoempleo como una herramienta de autonomía y motor de su economía e interviene con más de 2.000 mujeres al año, consiguiendo la inserción laboral de una de cada tres mujeres. No menos importante es el trabajo realizado apoyando a las invisibilizadas en situación de calle, que hasta en un 13% de los casos señalan haber sufrido algún tipo de violencia como causa que les conduce al sinhogarismo. 

El empleo como motor de su autonomía

Las consecuencias físicas y psicológicas de la violencia sufrida por las mujeres disminuyen la empleabilidad y, en algunos casos, generan creencias estereotipadas y discriminatorias en el empresariado que podría contratarlas.

Por ello, el área de Empleo de Cruz Roja interviene para centrar el empleo como motor de cambio y de acceso a derechos para la vida autónoma plena. Así, se trabaja en el empoderamiento en la creación de una malla de protección y apoyo laboral y personal, en el conocimiento de sus derechos, la búsqueda de empleo, la formación en competencias clave para el empleo o la capacitación profesional, entre otros, que les acerca y permite el acceso a ofertas de empleo dignas.

Además, Cruz Roja también trabaja con el entorno empresarial para disminuir prejuicios, estereotipos y miradas discriminatorias relacionadas con las situaciones de violencia de género y promover ofertas laborales inclusivas, además de condiciones laborales sensibles al género que fomenten la corresponsabilidad en conciliación y la creación de espacios de trabajo seguros y libres de violencias.

La distribución inequitativa de los usos del tiempo y de los trabajos de cuidado no remunerados, que asumen mayoritariamente las mujeres, es el nudo de las desigualdades de género y explica las brechas de acceso y permanencia de ellas en el empleo decente. Esto incide en la feminización de la pobreza y la dependencia económica, siendo factores clave para la reproducción de las violencias por motivos de género dentro y fuera del hogar.

Autonomía personal y autoconcepto

Las cicatrices de la violencia de género tienen muchas formas y una de ellas es el daño que produce en la autonomía personal y el autoconcepto de las mujeres, especialmente en aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. Incidir en estas competencias es una de las claves de atención de Cruz Roja para conseguir su mejora.

Su actividad dota de habilidades sociales y herramientas a las mujeres de manera integral con el objetivo de mejorar su situación, su salud física y mental y su bienestar en general y promueve el papel de las mujeres como protagonistas de su propio cambio y agentes de transformación social. En esta línea, trabaja en proyectos específicos que incorporan acciones de empoderamiento y que han atendido a 7.988 mujeres en 2023.

El trabajo de estas habilidades debe iniciarse desde la infancia y juventud, por eso, desde Cruz Roja Juventud se ha realizado un cambio de perspectiva en sensibilización y prevención, fomentando que niños y niñas adquieran cuatro competencias que ayudan a su desarrollo personal: conciencia y regulación emocional; autonomía personal, autoestima y autoconcepto; habilidades sociales y resolución de conflictos y habilidades para la vida y el bienestar personal.