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Íñigo Vila, director de Emergencias de Cruz Roja Española

Cruz Roja, presente en todas las fases del ciclo de emergencia de los terremotos de Siria y Turquía

Ante los terremotos ocurridos en Siria y Turquía el pasado 6 de febrero, y los que se han sucedido posteriormente, Íñigo Vila, director de Emergencias de Cruz Roja Española, expone en una entrevista en Soziable.es el protocolo que desde la organización activan cuando ocurren catástrofes de esta índole. Además, explica las actividades que llevarán a cabo en los meses posteriores al suceso.

Íñigo Vila, director de Emergencias de Cruz Roja Española.
Íñigo Vila, director de Emergencias de Cruz Roja Española.

El pasado 6 de febrero tuvo lugar un primer terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter en la frontera entre Siria y Turquía. A causa de este seísmo y de los que se han producido con posterioridad, la cifra total de fallecidos supera los 50.000. Íñigo Vila, director de Emergencias de Cruz Roja Española, explica en esta entrevista en Soziable.es las tareas que han realizado hasta el momento y las que llevarán a cabo en un futuro para ayudar a la población afectada.

- ¿Cuál es el protocolo que activan cuando ocurren catástrofes como las acontecidas en Siria y Turquía?

Una de las fortalezas que tiene esta organización es nuestra presencia en todo el mundo. Son 92 cruces rojas y medias lunas rojas por todo el mundo, lo cual nos permite tener, en muchos casos, información de primera mano cuando algo sucede. Estas cruces rojas y estas medias lunas rojas lo que hacen es una primera evaluación de cuáles son los daños y necesidades. Trabajamos en un protocolo previo a toda catástrofe con el que trabajamos tres grandes líneas: la financiación, el personal humano y los materiales.

Con respecto a la financiación, tenemos un fondo con el que poder enviar dinero inmediatamente cuando suceden hechos así, sin tener que esperar a la recaudación que se activa en los diferentes países. Asimismo, mantenemos ciertos stocks de productos que pueden resultar necesarios en situaciones así en diferentes partes del mundo. De hecho, tenemos un catálogo de esos artículos que está compartido con el resto de organizaciones. También contamos con un equipo profesional que ha sido previamente formado.

Esta es un poco la línea de cómo comienza una operación. Enviando unos fondos de manera inmediata para poder comenzar la actividad y analizando cuáles son las necesidades de la población. En base a ello observamos si estas necesidades pueden ser cubiertas por el propio país o si es necesaria ayuda internacional por parte de las diferentes cruces rojas y medias lunas rojas.

- ¿Cuál es el siguiente paso que llevan a cabo tras finalizar las labores de rescate?

La fase de rescate normalmente suele durar dos, tres, cuatro semanas, e incluso cinco, debido a lo que habitualmente llamamos 'milagros'.

Se trata de actividades que se van solapando unas con otras. La fase de rescate normalmente suele durar dos, tres, cuatro semanas, e incluso cinco, debido a lo que habitualmente llamamos 'milagros'. A la vez que se realiza la fase de rescate, que es la primera, se dan avituallamientos, se montan campos para aquellas personas que han perdido su casa. Ahora mismo nos encontramos en una fase de respuesta, pero ya estamos trabajando en los programas y actividades que realizaremos con estas personas en los próximos seis, 12 y 18 meses.

No somos una organización de ir, estar 10 días y volvernos. Cruz Roja está antes, durante y después. Al final, nos toca trabajar todo el ciclo de la emergencia: en las tareas de rescate, en las tareas de ayudas inmediatas y en proyectos a medio y largo plazo.

Cruz Roja está antes, durante y después.

- Por otra parte, organizaron el envío de más de 105 toneladas de ayuda humanitaria a Turquía y Siria después de que la Media Luna Turca y la Media Luna Árabe Siria solicitasen ayuda. ¿Van a enviar de nuevo ayuda humanitaria a estos países? ¿En qué consistirá exactamente esa ayuda?

La ayuda humanitaria que se envíe dependerá de la operación y de cómo esta vaya evolucionando. En la actualidad, hay una serie de artículos solicitados por Turquía y por Siria a los cuales nosotros hemos contribuido. Son artículos en especie, no son recogidos por lo que suministra la población, puesto que nosotros trabajamos con anterioridad. El artículo que enviamos debe tener unas características muy concretas, por lo que desaconsejamos el acopio de artículos para luego mandarlos a la zona. Todas las cruces y medias lunas rojas trabajamos de manera estandarizada esos artículos porque, además, logísticamente es mejor, ya están en sus embalajes, ya están posicionados, y no hay que clasificar montañas de ropa con prendas muy distintas y de estaciones muy diferentes.

En los primeros envíos que hemos realizado iban algunos artículos como kits de cocina, mantas, bidones para recoger agua, toldos plásticos que son muy rígidos y fuertes y que sirven para poner en puertas y ventanas que han sido dañadas para conseguir un aislamiento en algunos de los edificios.

Siria lleva en conflicto casi 12 años y su economía ya estaba dañada, por lo que todo lo que podamos invertir en esa economía local hará que resurja más rápido

¿Vamos a seguir haciéndolo? Pues dependerá. Una vez que se ha hecho esta primera oleada de envíos se vuelve a analizar la situación, no solo lo que nosotros hemos aportado, también lo que han aportado otras organizaciones y se vuelve a valorar qué se necesita. Trabajamos mucho en la inversión local, que el dinero se gaste a nivel local. Turquía, a pesar del gran terremoto no se ha hundido como tal; pero Siria lleva en conflicto casi 12 años y su economía ya estaba dañada, por lo que todo lo que podamos invertir en esa economía local hará que resurja más rápido.

- Teniendo en cuenta la guerra que, como decía, está teniendo lugar en Siria desde hace 12 años, ¿a qué barreras se han tenido que enfrentar desde Cruz Roja a la hora de suministrar su ayuda en el terreno?

Sinceramente, es muy complejo todo lo que conlleva la distribución de ayuda humanitaria en las diferentes zonas de Siria. Todos los interlocutores con los que hay que hablar previamente y la coordinación que requiere cualquiera de los movimientos o distribuciones, provocan que el proceso sea mucho más lento. Se trata de zonas que están ya muy afectadas por un conflicto que se ha cronificado, por lo tanto, resulta muy complejo.

Todas las partes intentan facilitar un acceso seguro a muchas de las zonas, pero, evidentemente, cuando ocurre un desastre natural en cualquier otra zona donde no existe un conflicto, el acceso es mucho más rápido y no existen tantas trabas para realizar distribuciones en las zonas afectadas. Ahora mismo tenemos que coordinar con muchas partes para que estén de acuerdo en el origen, de qué manera, en qué zonas, cómo vamos a hacerlo, qué día... cosas que ralentizan la llegada de la ayuda.

Desde Cruz Roja, teníamos ya un equipo instalado en Siria listo para trabajar

Todo tiene sus pros y sus contras. Hay un conflicto y eso es un contra porque hay una situación muy dura para la población del país desde hace muchos años. Por otra parte, el punto positivo, si es que se puede sacar algo positivo de todo esto, es que desde Cruz Roja teníamos ya un equipo instalado en Siria listo para trabajar. Equipo que fuimos incrementando precisamente por el conflicto. De esta forma, el equipo ya estaba posicionado para un terremoto y no ha sido necesario reforzar el personal porque a causa del conflicto allí presente ya existía una fuerte presencia de Cruz Roja en el terreno.

No es que podamos decir que esta situación tiene un lado bueno en absoluto, pero, al menos, había un mejor posicionamiento porque ya estábamos presentes allí antes de que el terremoto tuviese lugar.

- Otra de las iniciativas que pusieron en marcha fue una campaña de recaudación de fondos en la que, en una primera fase, consiguieron siete millones de euros. ¿Dónde se han destinado estos recursos?

Los más de siete millones y medio de euros recaudados se van a destinar en estos primeros envíos que estamos realizando y en todas las actividades locales, transfiriendo todo ese dinero a nivel local para trabajar en un medio y largo plazo. Hay que tener en cuenta que durante los primeros días que ocurren sucesos como este hay mucho revuelo y la gente está muy sensibilizada, pero la experiencia nos dice que dentro de unos meses nadie se va a acordar de los terremotos de Siria y Turquía. Cuanto más recaudemos ahora para poder trabajar meses o años, después será mejor.