
Cruz Roja cerró el balance 2022 de su ‘Plan de Empleo’ con buenos resultados. Este programa, cuyo objetivo es la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad, trabaja en la cooperación empresarial de manera continuada para fomentar mercados inclusivos mediante la implicación de sus empresas aliadas y otras nuevas que se van añadiendo.
Así, en 2022 consiguió trabajar con hasta 14.859 empresas colaboradoras, de las cuales, 8.526 han facilitado la contratación de personas vulnerables usuarias de Cruz Roja, y 2.861 han acogido alumnado de formación en prácticas no laborales. Además, 4.243 se han implicado de manera proactiva en impulsar entornos inclusivos, participando activamente en las campañas de Cruz Roja y realizando acciones de sensibilización.
Además, hasta 1.038 compañías han participado en sesiones de orientación a participantes, 792 en acciones de formación, y 755 han colaborado en otro tipo de actividades que ayudan a la inserción laboral de los colectivos con los que trabaja Cruz Roja (jóvenes, desempleados de larga duración, mayores de 55, mujeres, etc.).
Estas colaboraciones empresariales han beneficiado a más de 10.000 personas que han realizado sus prácticas en las empresas participantes, y en total, se han movido más de 30.000 tipos de colaboración diferentes entre Cruz Roja y estas entidades.
Además, durante 2022 fueron atendidas a través del ‘Plan de Empleo’ de Cruz Roja, en sus diferentes programas y no sólo en los que cuentan con alianzas empresariales, hasta 135.185 personas, de las cuales 25.374 han conseguido un puesto de trabajo.
Colaboración de empresas a través del programa ‘Ser Profesional’
Bajo el paraguas ‘Ser Profesional’ y en formato de video-podcast, Cruz Roja organiza encuentros mensuales con empresas de un sector profesional concreto del mercado de trabajo y conocer sus requerimientos en los procesos de selección. De esta manera, se recoge información para darla a conocer a las personas en búsqueda de empleo, a la vez que se facilita adaptar las respuestas del ‘Plan de Empleo’ a las necesidades del mercado. Todo ello, a su vez repercute en una mejor inserción laboral de los colectivos con los que trabaja, ya que se forman y preparan para oportunidades reales del mercado.
En esta línea, se han realizado episodios del podcast sobre redes sociales, atención sociosanitaria, construcción, hostelería, empleo sostenible, telecomunicaciones, movilidad sostenible o alimentación y bebidas en este último año, en los que se han interesado de más de 8.500 personas a través del podcast y el canal de YouTube del Servicio Multicanal de Orientación para el Empleo de Cruz Roja.
22 años del Plan de Empleo de Cruz Roja
Son ya 22 años los que lleva Cruz Roja trabajando por revertir el problema del desempleo, incluyendo las crisis de 2018 o la sanitaria y social de la COVID-19, que han ampliado la desigualdad y las brechas de género en el mercado de trabajo.
Durante toda la historia del ‘Plan de Empleo’, ha trabajado con más de 984.955 personas, de las cuales 231.277 han conseguido un puesto de trabajo. El 57% de las atendidas eran mujeres y, de ellas, un 4% mujeres víctima de violencia de género, es decir, más de 17.700 mujeres víctimas de violencia de género han sido ayudadas por Cruz Roja para que puedan participar en igualdad de condiciones en el mercado laboral. Del total de personas atendidas, el 31% son personas paradas de larga duración.
Para hacerlo posible, han sido necesarias más de 253.000 alianzas a través de más de 70.000 empresas colaboradoras, que han hecho realidad desde la realización de prácticas no laborales, hasta la simulación de procesos de selección de trabajo, pasando por charlas especializadas en oficios y ámbitos concretos.
Cabe destacar que una de cada cuatro personas que ha participado en alguna iniciativa del ‘Plan de Empleo’ ha conseguido un puesto de trabajo, y que 6.272 personas han puesto en marcha su propia iniciativa empresarial.
Hoy, el área de conocimiento de empleo de Cruz Roja observa la transformación que se está produciendo en el mercado laboral, debido al impacto de la tecnología, que va a generar nuevos puestos de trabajo, o al impulso que está experimentando el empleo verde. Todo ello hará necesarias nuevas adaptaciones de las respuestas que se ofrezcan a las personas y del contenido de las capacitaciones para que se ajusten a las necesidades de las empresas.