La contaminación atmosférica ha provocado la muerte prematura de 93.000 personas en España durante la última década. Algunos estudios internacionales ofrecen este dato que ha sido recogido en el informe ‘El aire que respiras: la contaminación atmosférica en las ciudades’, elaborado por el Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente del Instituto DKV de la Vida Saludable, en colaboración con la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes).
A la luz de este dato, el director de Ecodes, Víctor Viñuales, subraya que “la contaminación mata mucho, pero mata de una forma invisible, por eso la gente no es consciente de ello”. En este sentido llama la atención sobre el dato, que aparece en el informe, de que vivir en la ciudad más contaminada del planeta (Shenyang, en China) equivale a fumar 63 cigarrillos al día.
“El motor del cambio en la lucha contra el calentamiento global es la salud”, recalca el director de Ecodes, en referencia a que la gente solo se va a movilizar contra la contaminación y el cambio climático cuando se de cuenta de que es un problema serio para su salud.
Según la OMS, la contaminación puede ser causante de hasta 101 enfermedades distintas. Entre ellas, patologías cardiovasculares, enfermedades neurológicas, trastornos neuropsicológicos, o determinados tipos de cáncer como el pulmonar, el de vejiga, el de riñón o el colorrectal. También se relaciona con anomalías sexuales, fallos de reproducción o el bajo peso al nacer en los partos no prematuros.
Según la OMS, la contaminación puede ser causante de hasta 101 enfermedades distintas
Asimismo, ‘El aire que respiras: la contaminación atmosférica en las ciudades’ también pone énfasis en el cuantioso gasto económico que suponen los costes sanitarios en que repercuten la contaminación. Y es que, según un estudio del Banco Mundial referenciado en el documento, combatir los efectos de la polución en la salud de las personas representa para España un esfuerzo de más de 35.000 millones de euros; es decir, cercano al 3,5 por ciento del PIB.
El informe ha sido presentado esta semana coincidiendo con el décimo aniversario del Observatorio DKV de Salud y Medioambiente, como ha resaltado Josep Santacreu, consejero delegado de esta compañía aseguradora que ya en 2005 se declaró una empresa neutra en emisiones de CO2. Santacreu mostró su deseo de que el informe sea “una llamada a la acción, que nos anime a todos a ser más exigentes con nosotros mismos y con nuestros políticos para que este tema se tome con la importancia que se merece y así consigamos vivir en un mundo más saludable”.
El problema: el tráfico urbano
Por su parte, el periodista Clemente Álvarez, coordinador del informe, ha explicado que el estudio observa la evolución de la contaminación atmosférica en varias ciudades españolas a lo largo de los últimos 10 años. En este decenio, algunos gases contaminantes se han reducido y otros se han estancado, pero una de las conclusiones más claras es que “el problema está fundamentalmente en las ciudades y el factor más contaminante es el tráfico”.
“Uno de los elementos que produjo un descenso acusado de las emisiones de gases contaminantes fue la crisis económica”, afirma Álvarez, quien lamenta que el crecimiento económico todavía está muy relacionado con la contaminación. “Creo que es un vínculo que habría que romper: no tiene sentido que la salud de la economía tenga que acarrear un prejuicio para la salud de las personas”, proclama.
En los últimos años, se han llevado a cabo ejemplos interesantes de acciones públicas municipales destinadas a combatir la contaminación atmosférica. En este sentido, el informe del Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente analiza de forma específica casos como los de Pontevedra, Vitoria-Gasteiz o Sevilla, centrados en transformar la movilidad urbana para reducir el uso del coche; así como la estrategia de la ciudad de Madrid, ideada para responder a los episodios de exceso de contaminación.
La relación entre economía y contaminación es todavía evidente, según el coordinador del informe
En palabras de Álvarez, “lo que es más destacado es que estos proyectos desarrollados por los ayuntamientos no solo constituyen un modelo a seguir para resolver el problema, sino que, sobre todo, han servido muy especialmente para que la ciudadanía tome consciencia de la importancia del problema y de los efectos de los contaminantes en su salud”.
Movilización ciudadana
Para concluir la presentación, la responsable de desarrollo y gestión de proyectos de Medio Ambiente de DKV, Marta Pahissa, se ha referido a la acción de movilización ciudadana que esta aseguradora promovió en la ciudad de Barcelona entre los meses de febrero y marzo
DKV movilizó a 1.670 personas, entre alumnos de primaria, profesores, madres y padres de 18 escuelas de la ciudad, quienes colocaron 810 sensores de medición de la calidad del aire por toda la capital catalana para, recogerlos un mes después y enviarlos a un laboratorio especializado en el análisis de sus datos.
Los resultados de esta medición reflejaron concentraciones de dióxido de nitrógeno por encima de los límites recomendados por la UE y fueron presentados en el Ayuntamiento de Barcelona por los escolares participantes en la iniciativa.
“Es la mayor movilización que se ha hecho en una ciudad europea para medir la calidad del aire”, señala Pahissa, quien añade que esta iniciativa pretende ser “una llamada a la acción, es un ejercicio realista y bien asesorado científicamente”.