
El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, con el que se pretende llamar la atención hacia la gravedad del tabaquismo, una pandemia sin precedentes que afecta a hombres en mayor medida que a mujeres. Aunque las alarmantes cifras han ido en descenso durante los últimos años, con una disminución del número de fumadores y un aumento del número de personas que nunca ha probado el tabaco, esta problemática sigue siendo una de las principales preocupaciones a nivel de salud mundial.
Estos datos son indicativos de que la población española está haciendo frente a situaciones o conductas que provocan ansiedad a gran escala, causando un desequilibrio mental que, generalmente, repercute en la adquisición del hábito de fumar. El tabaco afecta cada vez a más jóvenes y, en la edad adulta, sus efectos son prácticamente irreversibles. Y tal y como declaran desde la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), “el tabaco es la droga de la ansiedad”.
Combatir el estrés de forma saludable
Para disminuir el consumo de tabaco no debe olvidarse la salud mental. Favorecer entornos libres de estrés y ansiedad y fomentar la importancia de la salud mental para promover su cuidado han de ser clave en cualquier campaña antitabaco. El bienestar psicológico tiene que presentarse como uno de los primeros objetivos para luchar contra una problemática de esta magnitud.
El equipo de Deusto Salud, el centro de formación continua en el sector de la sanidad y el bienestar, sugiere una serie de consejos que ayudan a combatir la ansiedad de la manera más saludable posible, sin tener que recurrir a fármacos específicos:
- Tomar conciencia de aquello que causa estrés. Es necesario identificar qué conductas aumentan la ansiedad y evitarlas o reducirlas a favor de otras que generen estabilidad y calma mental, aunque sólo sea por un rato cada día.
- Incorporar a la rutina una serie de ejercicios o actividades para mantenerse activo y con la mente ocupada. La actividad física es esencial no sólo para mantenerse en forma, sino también para mantener en forma la mente. Durante el rato de la actividad no se precisa pensar en nada que no sea focalizarse en lo que se está haciendo en ese momento. Por ejemplo, salir a caminar es una buena manera de activarse tanto física como mentalmente.
- No olvidar nunca aquello contra lo que se lucha. Dejar de fumar es un proceso que lleva su tiempo, por lo que hay que trabajar las metas a corto plazo y reservar un momento para celebrar su logro. Conseguir estos objetivos ayudará a imponer otros nuevos en otro plazo concreto de tiempo.
- Buscar un profesional para deshacerse de los malos hábitos, alguien con quien sea posible expresar los pensamientos y sensaciones en cada momento. Es normal desanimarse, desmotivarse… pero todas las personas necesitan a alguien que les ayude a recordar su objetivo y cómo llegar a él.
- Tener en cuenta algunos tips de relajación y aplicarlos cuándo sean necesarios. Igual que la actividad física, también es importante incorporar a la rutina momentos de respiro.