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Setenta cátedras universitarias lideran la investigación en RSE

Cátedras de responsabilidad social: ¿Qué son y para qué sirven?

Las cátedras dedicadas a responsabilidad social crecen en número y se están consolidando como un espacio privilegiado de encuentro y colaboración entre empresas y universidades comprometidas con la gestión ética y el desarrollo sostenible. ¿Cómo nacen, cómo funcionan y qué están ofreciendo a la sociedad?

La Universidad no puede vivir de espaldas a la responsabilidad social. A siglas como la RSC y la RSE, se ha sumado hace algunos años la RSU, la responsabilidad social universitaria, concepto que engloba los esfuerzos de esta institución por involucrarse más en la atención de las necesidades de la sociedad.

En el estudio ‘La Responsabilidad Social en las Universidades Españolas’, que se elabora cada cuatro años se puede ver el crecimiento de la RSU no solo en números sino también en solidez. Uno de sus autores, el profesor titular y director del Área de Organización de Empresas de la Universidad de Burgos, Óscar J. González, confirma que, a juzgar por los datos que van obteniendo cada vez que repiten el estudio, “la responsabilidad social ha crecido en seriedad y madurez en la estructura organizativa”.

La responsabilidad social debe ser algo consustancial a la institución universitaria, a juicio de González: “Debe estar en las entrañas de la universidad, ya que nuestros alumnos van a salir a la sociedad y son los próximos generadores de cambio. Ellos van a ser directores de empresas, jefes de producción, profesores de escuela... ellos son los que van a generar estos cambios, así que está en nuestra mano formar a estas personas en la importancia de la responsabilidad social”.

Marta Rey: "El futuro de la Universidad depende de su capacidad para comprometerse con la sociedad”

Así lo ve también Marta Rey, directora de la Cátedra Inditex–UDC de Responsabilidad Social  de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de A Coruña. “Tanto en su dimensión ética como estratégica, la responsabilidad social ha de impregnar cada vez más el modo en que las organizaciones públicas y privadas orientan su actividad. Parece obvio entonces que la Universidad, como institución comprometida con el progreso social, económico y cultural, no puede mantenerse ajena a este fenómeno. Y, de hecho, no lo hace”.

En ese interés por incorporar la responsabilidad social a su modelo de gestión y a la formación de las nuevas generaciones, las universidades han establecido vínculos con las empresas. Y el instrumento más visible de esta colaboración son las cátedras de responsabilidad social. Se calcula que en España hay unas 70 de ellas, algunas dedicadas a RSC y otras a aspectos más específicos como emprendimiento social, empresa familar o migrantes forzosos, entre otras especialidades.  

Rey explica la razón de ser de estas cátedras: “El futuro de la Universidad depende de su capacidad para comprometerse con la sociedad y eso pasa por transferir conocimiento al tejido productivo y por tanto colaborar con las empresas. En ese sentido, las cátedras de empresa son una de las manifestaciones más visibles de la RSU”.

Una realidad muy destacable en este sentido es la Red de Cátedras Santander de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), patrocinadas por Banco Santander, que está actualmente integrada por ocho cátedras y a la que se ha adherido recientemente la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social (Dirse).

Como portavoz de esta red, la directora de la Cátedra Santander de la Universidad de Málaga, Cristina Quintana, destaca la interacción que se está dando entre las universidades y las empresas: “Este compromiso también lo están volcando hacia el fomento de la investigación en el ámbito académico, canalizado mediante diversos instrumentos, siendo destacables las cátedras universidad-empresa”, indica Quintana.

Cristina Quintana: “Las cátedras de RSC generan una gran producción científica"

La directora de la Cátedra Santander de la Universidad de Málaga explica que las cátedras nacen de acuerdos de colaboración mediante los cuales las universidades desarrollan actividades de investigación, formación y transferencia de resultados gracias al patrocinio de las empresas.

Este patrocinio viene a resolver uno de los grandes problemas de la universidad que es, como señala el profesor titular de la Universidad de Burgos, la falta de financiación para investigar. “Las cátedras son una vía para buscar esta financiación para trabajos de investigación en responsabilidad social. La empresa pone un dinero y quiere ver un retorno: saber qué publicaciones se han hecho, cuántos alumnos se han graduado, etc.”

Se trata, en definitiva, de “un modelo exitoso de colaboración público-privada en el ámbito universitario”, en palabras de la directora de la Cátedra Inditex–UDC.

Futuros artífices de un cambio

“A mi modo de ver, lo primero es que la cátedra tenga bien claro qué es esto de la responsabilidad social y que la empresa que la está financiando también crea en esto”, señala el profesor González.

A través de las cátedras de responsabilidad social, una universidad puede poner en marcha una formación posgrado en este campo. “Ofrecen esta especialización a personas que quieren una formación específica en responsabilidad social. Para ello, la cátedra contrata a expertos en cada una de las áreas y puede dotar a cada alumno de una formación especializada, que supone unos 60 o 90 créditos”, afirma el profesor titular de la Universidad de Burgos.

En cuanto a la formación, la Cátedra Inditex-UDC facilita la especialización de profesionales que, cuando se incorporan a su vida laboral, trasladen el mensaje de que es posible crear valor económico, social y medioambiental. “Al fin y al cabo, es imposible conseguir un cambio social profundo sin la participación activa de las empresas y las instituciones”, defiende la directora de esta cátedra.

Óscar J. González: "Nuestros alumnos van a salir a la sociedad y son los próximos generadores de cambio"

La vocación de los alumnos es un aspecto fundamental para esa transferencia de valores hacia las compañias: “Quien se apunta a esa cátedra es porque luego quiere llevar este conocimiento al mundo de la empresa”, afirma el profesor titular en la Universidad de Burgos, quien se muestra optimista respecto a los jóvenes con los que convive cada día en las aulas: “Yo creo que las nuevas generaciones son muy sensibles a estos principios, no los veo como esa generación que ha perdido estos valores”.

Investigación vinculada a la empresa

Pero además, cada una de estas cátedras desarrolla sus propias líneas de investigación que debe acordar con la empresa que la financia y que irán en la línea de la implantación de la responsabilidad social en el sector al que pertenece esa compañía. “Muchas de las investigaciones que están financiadas irán en esa dirección. De eso se van a nutrir los grupos de investigación que estén en la cátedra”, indica González.

En el caso de la Red de Cátedras Santander, la directora de la cátedra de la Universidad de Málaga corrobora que la entidad bancaria no tiene solo un mero papel financiador sino que participa activamente en su organización y aporta sugerencias sobre nuevas actuaciones que serían interesante abordar. “Este apoyo –detalla Quintana– se canaliza a través de los Comités Editoriales, que son reuniones periódicas que mantienen la Red de Cátedras y Banco Santander en su sede central, así como su presencia en los actos y cursos organizados por la red”.

El resultado de esta colaboración es una intensa actividad divulgativa e investigadora: “Las cátedras generan una gran producción científica, estando relacionada con temáticas tales como: responsabilidad social universitaria, educación para el desarrollo sostenible y la responsabilidad social, relación entre la RSC y la creación de valor, impacto de la intensidad de la I+D en la RSC, gestión responsable de recursos humanos, igualdad de género, economía circular, etc.”, enumera la directora de la cátedra de Málaga.