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Según una encuesta realizada por Qlik

Un 27% de las empresas españolas ha paralizado sus proyectos de inteligencia artificial

Casi tres de cada 10 empresas españolas han frenado el desarrollo de sus proyectos en el ámbito de la inteligencia artificial. Así lo destaca una encuesta realizada por Qlik, empresa especializada en integración de datos, analítica e inteligencia artificial (IA), en la que han participado más de 250 responsables y altos ejecutivos de proyectos relacionados con la IA en España. En el sondeo se han revelado cuáles son las barreras que están obstaculizando el avance de la IA.

La falta de cualificación es una de los obstáculos más importantes en el desarrollo de la inteligencia artificial.
La falta de cualificación es una de los obstáculos más importantes en el desarrollo de la inteligencia artificial.

La falta de cualificación en una tecnología tan reciente como la inteligencia artificial, los problemas de gobernanza y la escasez de recursos obstaculizan que su implantación se realice con éxito, lo que hace que muchos proyectos se queden estancados en las fases de planificación. Las compañías multinacionales están optando por utilizar soluciones de IA 'listas para usar' y, de este modo, ver un retorno de la inversión. 

El estudio de Qlik revela que el 86% de los responsables de la toma de decisiones entrevistados considera que la IA es absolutamente esencial o muy importante para conseguir alcanzar objetivos estratégicos o aumentar beneficios. 

A pesar de este reconocimiento a la importancia de la IA, pocos proyectos pasan de la fase de planificación a la de finalización o implantación y muchos se desechan. De hecho, el 37% de las empresas españolas tiene entre 11 y 50 proyectos de IA en fase de definición o planificación, que aún no son proyectos reales. Un 27% ha tenido hasta 50 proyectos en algún punto de desarrollo, pero los ha parado por completo. 

Para que las organizaciones puedan rentabilizar la inversión realizada en esta tecnología y prestar un mejor servicio a sus clientes, es fundamental que puedan desarrollar más proyectos de IA desde la fase de planificación hasta su implantación. Dada la dificultad de llevarlos a buen puerto, muchos de los encuestados (un 68%) ven mayor valor en las soluciones de IA “ready-made”.

Principales barreras

Existen múltiples factores que ralentizan o bloquean totalmente los proyectos de IA. Los más importantes son aquellos que tienen que ver con la regulación (24%) y la falta de competencias y habilidades de la plantilla para desarrollarlos (23%).  La IA se nutre de datos y, si estos no son de la calidad adecuada, se pueden encontrar errores o sesgos. Un 21% afirma, en este sentido, que no confía en sus datos para trabajar con IA.

En relación con la confianza, más de un tercio (32%) de las empresas consultadas afirma que los altos directivos no confían en esta tecnología y la mitad cree que el resto de los empleados tampoco lo hacen. Fuera de la compañía, una quinta parte (23%) considera que sus clientes tampoco confían en la IA. Y lo que es más preocupante, el 63% afirma que esta falta de confianza está reduciendo significativamente la inversión en IA en su empresa.

Generar confianza

Formar a los trabajadores en el desarrollo y uso de la inteligencia artificial es otra forma de generar confianza y garantizar que dichos proyectos vayan más allá de la planificación y se implanten con éxito.

A nivel nacional, el 55% de los responsables encuestados cree que España tiene potencial para liderar este ámbito de competencias en los próximos cinco años. Para lograrlo, el 76% estima que sus industrias deben mejorar en la formación y el reciclaje de habilidades para la IA; y el 74%, que el gobierno tiene que proporcionar más financiación y formación en este ámbito.

Según José Andrés García, country manager de Qlik en Iberia, “este estudio pone de manifiesto que las compañías son conocedoras del valor de la inteligencia artificial, pero han de enfrentarse a una serie de obstáculos que les complica dar el salto que va de la prueba de concepto a un despliegue efectivo que genere un valor tangible. Para ello, es fundamental contar con una estrategia definida donde se plasmen los objetivos a corto y a largo plazo, así como las necesidades y retos que se presentan tanto a nivel de datos e infraestructura como de cultura interna. Paso a paso y formando a las personas, podremos generar más confianza en la IA”.