La sostenibilidad ha dejado de ser una asignatura pendiente en el ámbito universitario. Hoy, las universidades no solo forman profesionales: también se convierten en agentes de cambio frente a los grandes desafíos sociales y medioambientales. Con esta premisa, la Fundación CYD presenta el Ranking CYD de universidades sostenibles, una herramienta pionera que mide el compromiso de las instituciones académicas españolas en áreas como la igualdad, la inclusión, la lucha contra el acoso y la discriminación, la acción social, la promoción de la salud y la sostenibilidad ambiental.
Este ranking, basado en 16 indicadores, ofrece una radiografía precisa del desempeño de las universidades en estas dimensiones clave. “Se trata de un instrumento de evaluación comparativa con enfoque cuantitativo que permite conocer el grado de implicación real de cada universidad”, explica Ángela Mediavilla, responsable del gabinete técnico de la Fundación CYD.
Entre las universidades que lideran el compromiso con la sostenibilidad destacan València-Estudi General, Girona, Málaga, Almería, Salamanca, Sevilla, Vigo, Alicante, Granada y Jaén.
Además del ranking, la Fundación ha publicado el Análisis CYD universidades sostenibles, que examina cómo las universidades españolas enfrentan los grandes desafíos sociales y medioambientales. Este estudio se complementa con el Buscador CYD universidades sostenibles, una plataforma digital que permite consultar 316 iniciativas impulsadas por 70 universidades en áreas como igualdad, inclusión, salud, acción social y sostenibilidad ambiental.
Gestión ambiental y residuos
La sostenibilidad está cada vez más integrada en la gestión universitaria: el 82,19% de las universidades cuenta con unidades o responsables específicos en esta materia y el 79,45% aplica criterios ambientales en la contratación de proveedores.
En cuanto a residuos, las universidades generan anualmente un promedio de 129.931 kilos de materia orgánica y 60.152 kilos de papel y cartón. Todas las universidades públicas y el 93,10% de las privadas disponen de programas de reciclaje, mientras que el 84,93% ha implementado medidas para reducir el uso de papel y plástico.
La mayoría de las universidades (89,04%) utiliza agua de riego para sus jardines y zonas verdes. Para optimizar su uso, el 52,27% de las universidades públicas apuesta por plantas autóctonas resistentes a la sequía, y el 51,72% de las privadas emplea sistemas de riego inteligente.
El acceso a agua potable gratuita está garantizado en el 93,15% de los campus, y el 94,52% promueve campañas de concienciación sobre su uso responsable. Entre las medidas más comunes para fomentar un consumo sostenible destacan la instalación de grifería eficiente (86,30%), cisternas de doble descarga (73,97%) y el mantenimiento regular de tuberías y dispositivos (69,86%).
En cuanto a residuos, las universidades generan anualmente un promedio de 129.931 kilos de materia orgánica y 60.152 kilos de papel y cartón
En el ámbito energético, el 93,15% de los centros utiliza fuentes renovables, siendo la energía fotovoltaica la más extendida (87,67%). Además, el 91,78% cuenta con planes estratégicos para optimizar el consumo energético y el 95,89% lleva a cabo acciones para mejorar la eficiencia en sus instalaciones. Las medidas más implementadas incluyen iluminación LED (89,04%), renovación de sistemas de climatización (86,30%) y ajuste automático de luz y temperatura según el uso de los espacios (82,19%). Las universidades públicas destacan por una mayor adopción de estas prácticas.
Movilidad sostenible
El 90,41% de las universidades fomenta el uso de transporte sostenible. Todas las universidades públicas y el 93,10% de las privadas ofrecen aparcamientos para bicicletas y patinetes. Además, el 89% de las públicas y el 59% de las privadas disponen de carriles bici en sus alrededores. Aunque en menor proporción, más del 53% de las universidades públicas y cerca del 11% de las privadas ofrecen servicios gratuitos de préstamo de bicicletas.
Por otro lado, el 91,78% de las universidades considera estar preparadas para afrontar los retos futuros en sostenibilidad. Para ello, han adoptado tecnologías como paneles solares y turbinas eléctricas (83,56%), sensores y sistemas de análisis de datos (73,97%) y estaciones de carga para vehículos eléctricos (67,12%).
En el plano académico, cerca del 70% de las universidades ofrece asignaturas optativas sobre cambio climático y el 53,42% cuenta con centros de investigación dedicados a esta temática.
Además, las universidades públicas destinan una media de 832.183 euros a la gestión de la sostenibilidad medioambiental, cifra superior a la inversión de las privadas, que se sitúa en 592.704 euros.
Las universidades públicas destinan una media de 832.183 euros a la gestión de la sostenibilidad medioambiental, cifra superior a la inversión de las privadas, que se sitúa en 592.704 euros
El seguimiento del impacto ambiental también es una prioridad: más del 90% de las universidades registra su consumo eléctrico y de agua, el 79,45% mide su huella de carbono y el 87,67% lleva un control detallado de sus residuos.
Metodología del estudio
El análisis se ha basado en una encuesta estructurada con 260 ítems, organizada en seis grandes dimensiones temáticas. Participaron 73 universidades, y para garantizar la calidad de los resultados, solo se consideraron los 166 ítems que presentaban una respuesta adecuada.
El Ranking CYD universidades sostenibles se ha elaborado a partir de esta información y de los datos bibliométricos proporcionados por el grupo SCImago, que evalúan el talento investigador. La metodología completa puede consultarse en el enlace facilitado por la Fundación CYD.