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Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Las carreras STEM, una profesión donde las mujeres se van abriendo camino

La brecha de género en las profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) continúa manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia. Según la UNESCO, se calcula que solo un 35% de las mujeres estudia carreras STEM. Con motivo del Día Internacional de la mujer y la niña en la Ciencia (11 de febrero), en Soziable.es hemos hablado con varias profesionales sobre su experiencia como estudiantes y trabajadoras en carreras relacionadas con esas cuatro ramas del conocimiento.

Solo el 35% de los matriculados en carreras STEM fueron mujeres
Solo el 35% de los matriculados en carreras STEM fueron mujeres

En la actualidad siguen existiendo muchos prejuicios sociales que han limitado el acceso de mujeres y niñas al estudio de carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología. Según la UNESCO, solo el 35% de los matriculados en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) fueron mujeres.

Todo ello es debido, en gran parte, a que, “culturalmente, la educación y el papel de las mujeres han estado vinculados a las labores de la casa y de los cuidados”, tal y como apunta la psicóloga con formación humanista Alejandra Muñoz, quien señala además que, entre otras consecuencias derivadas de esta educación, “las niñas se han dedicado a jugar con muñecas, mientras que con los niños se han promovido otro tipo de juegos más relacionados con la creatividad como las construcciones y otros juegos de tipo manipulativo, además de las disciplinas deportivas”.

Alejandra Muñoz: “Ofrecer mejores políticas de conciliación, así como la igualdad de oportunidades, es fundamental para el avance de la mujer en el campo de la ciencia”.

Otro de los problemas que apunta es que las niñas pierden interés en las materias STEM durante su adolescencia, al tiempo que también se observan diferencias por disciplinas, con un mayor número de matrículas en carreras relacionadas con las ciencias de la salud, en detrimento de las que tienen que ver con ingenierías, física o matemáticas. En palabras de Alejandra Muñoz, “las ciencias de la salud se encuentran muy relacionadas con las tareas del cuidado de las personas, aunque existe cierto estigma en torno a estas”. “Tanto es así que han llegado a ser tratadas como profesiones de menor importancia”, agrega.

Por otro lado, según indica, debido a que este tipo de carreras exige un mayor esfuerzo, sobre todo, en puestos de mayor responsabilidad, las probabilidades de que abandonen su carrera profesional “son muy altas”, particularmente en el caso de las madres, que dejan de trabajar en estos sectores a tiempo completo tras tener su primer hijo. En este sentido, la psicóloga declara que ofrecer mejores políticas de conciliación, así como la igualdad de oportunidades, es “fundamental” para el avance de la mujer en el campo de la ciencia.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra este viernes 11 de febrero, en Soziable.es hemos conversado con varias profesionales que desarrollan su labor en los ámbitos STEM, quienes nos han relatado su experiencia como estudiantes y trabajadoras en carreras relacionadas con estas ramas del conocimiento.

Mercedes Ruíz, jefa del Área de Sistemas, Navegación y Control de SENER Aeroespacial

Mercedes Ruíz, SENER Aeroespacial

"Partamos de la misma educación, de una igualdad de referentes y de las mismas oportunidades"

Su pasión por la ciencia comenzó porque quería ser astronauta. Durante su adolescencia, el único astronauta español era ingeniero aeroespacial, así que le pareció la mejor opción a seguir y encaminó su carrera universitaria hacia la ingeniería. “El porcentaje de mujeres frente a compañeros masculinos en aquella época era del 25%, muy similar al actual, así que la situación no ha cambiado mucho”, comenta a Soziable.es la ingeniera Mercedes Ruíz.

Para ella, “en la parte técnica (ingenierías principalmente), la situación sigue siendo desigual debido a una combinación de factores: educativos, falta de referentes, gustos o prejuicios”. Con esfuerzo y tesón esta ingeniera ha llegado a convertirse en la Jefa del Área de Sistemas, Navegación y Control de SENER Aeroespacial. Un puesto de responsabilidad en un sector en el que no hay casi representación femenina y que le supone a veces algunos problemas a la hora de conciliar su trabajo con la vida familiar.

En este sentido, tras sus casi 20 años de carrera profesional reflexiona sobre la importancia de que todos “partamos de la misma educación, de una igualdad de referentes y de las mismas oportunidades para poder decidir libremente lo que queremos hacer también en nuestra vida profesional”. Igualmente, afirma que “hoy en día se está incidiendo mucho en visibilizar las oportunidades en carreras STEM para mujeres, a muchos niveles, pero, en el campo de la ingeniería, parece que aún no está dando resultados en cuanto a la participación femenina en este tipo de estudios”.

María Martín, ingeniera en Telecomunicaciones y profesora de robótica en la Red Andaluza de Robótica Educativa

María Martín, Red Andaluza de Robótica Educativa

“Solo eliminando sesgos de género y neutralizando los contenidos de las actividades STEM, se puede llegar a mantener el interés de las niñas en temas relacionados con la ciencia y la tecnología”

Su vocación por la tecnología y la docencia le vino desde pequeña. Algo que le ha servido a María Martín como impulso para cambiar su rumbo profesional y dedicarse a formar a nuevas generaciones en robótica. María comenzó a trabajar en Málaga en el sector de la construcción como inspectora de ruidos en un laboratorio de calidad. Más tarde, estuvo viviendo en Inglaterra donde trabajó como ingeniera de ruido y vibraciones para Ford.

Durante esa época, según asegura, ella misma llegó a prejuzgarse por ser mujer, ya que, en una plantilla de más de 200 ingenieros, solo había 10 mujeres. “Recuerdo esa época como una época de muchos retos y muy difíciles. Estaba en un equipo donde todos eran chicos y me daba hasta un poco por vergüenza tratar ciertos temas porque yo misma suponía que eran cosas que yo tenía que saber y no sabía. Luego, con el tiempo, me fui dando cuenta que era yo misma la que se había hecho ese estereotipo”, declara.

Al volver a España, María Martín nos cuenta que decidió cambiar el rumbo de su carrera hacia la docencia y, desde su puesto como profesora de robótica, ha podido comprobar que, a veces, “las chicas no se sienten tan identificadas con ciertas temáticas y desconectan”. Según señala, un ejemplo de ello podría ser el hecho de que la robótica se plantee en muchas ocasiones con un vehículo con ruedas, algo que puede ser “muy atractivo” para los chicos, “pero no tanto para las chicas”. Por ello, María Martín tiene claro que, “solo eliminando sesgos de género y neutralizando los contenidos de las actividades STEM, se puede llegar a mantener el interés de las niñas en temas relacionados con la ciencia y la tecnología”.

Iris Simón, estudiante predoctoral en el Centro Pfizer de Genómica e Investigación Oncológica

Iris Simón, Centro Pfizer de Genómica e Investigación Oncológica

“Es muy difícil dedicarte a algo cuando no tienes ni apoyo ni reconocimiento”

La estudiante Iris Simón siempre había mostrado mucho interés por la ciencia, pero lo que marcó un punto de inflexión fue el día en el que le diagnosticaron lupus a su hermana. “Yo tenía 14 años, y desde ese momento tuve claro que quería estudiar para poder encontrar la cura a su enfermedad, aunque ahora me dedico a investigar el cáncer”, subraya.

Como estudiante predoctoral en biomedicina, Iris nos cuenta cómo en su clase había muchas chicas, que, según apunta, tras finalizar los estudios se encuentran con que el problema viene cuando entran en el mundo laboral y llega la hora de ir ascendiendo profesionalmente.

“Por desgracia, en mi profesión tu futuro depende de la producción científica, pero la inversión en ciencia es muy baja, por lo que es muy común trabajar muy por encima de lo que te corresponde para intentar sacar resultados en un tiempo record”, explica.

Asimismo, para ella, la mayor barrera a la que se ha tenido que enfrentar es “la precariedad laboral”, al tiempo que afirma que otra de las barreras que se encuentran las investigadoras es la brecha de género que existe: “en mi centro de investigación hay el mismo número de hombres que de mujeres, pero, sin embargo, la mayoría de los investigadores principales (el rango más alto) son hombres”.

Tal y como lamenta, “es muy difícil dedicarte a algo cuando no tienes ni apoyo ni reconocimiento”. Aun así, Iris se muestra optimista ante el futuro que se vislumbra, ya que cada vez hay más niñas interesadas en la ciencia y, en este sentido, confía en que, con el cambio de generación, “las mujeres que ahora estamos empezando la carrera investigadora, lleguemos también a los altos puestos y se acabe con ese sesgo en unos años”.

Marta Enesco, científica de datos en NTT DATA

Marta Enesco, NTT DATA

"Mi generación no ha tenido los obstáculos que tuvieron nuestras madres”

La joven científica de datos Marta Enesco se formó en Matemáticas, aunque descubrió en la programación una manera fantástica de aplicar la lógica y los números a la vida real. Aunque su carrera se relacione puramente con la ciencia, en su clase más de la mitad eran mujeres. “Muchas de ellas se orientaron a la enseñanza, pero la mayoría de nosotras nos centramos en las mismas carreras que los hombres”, afirma.

Su profesión está íntimamente relacionada con la Inteligencia artificial. Desde su experiencia profesional asegura que, “el mundo necesita de una visión diversa que tiene que verse representada por todos los grupos que lo componemos y las mujeres aportan una forma de trabajar muy importante en las disciplinas STEM”.

Asimismo, ha comprobado que su generación no ha tenido que sufrir los obstáculos que vivieron generaciones anteriores, por lo que afirma que el mundo está evolucionando. “En Ciencias, la presencia de las mujeres es notable, y en STEM se percibe cada vez más la permeabilización en las capas ‘superiores’, por lo que hay que seguir enfocados en educar a los niños desde pequeños sin los sesgos que pesaban sobre nuestras madres”, concluye.

#nomorematildas, el reconocimiento que merecen las mujeres

Cuando se habla de ciencia y tecnología, la inmensa mayoría de los referentes que escuchan las niñas son masculinos, a pesar de la importante contribución de la mujer en estas áreas de conocimiento. Por ello, desde la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) en la Oficina del Parlamento Europeo en España, han desarrollado la campaña #nomorematildas, que buscan visibilizar el papel de la mujer en la ciencia a través de cuentos infantiles para poder revertir el modelo educativo sexista que teníamos hasta ahora.

Por último, desde el punto de vista de la psicóloga Alejandra Muñoz, “es imprescindible que, durante la infancia, niñas y niños tengan acceso a los mismos recursos educativos, aunque el verdadero reto está en poder dotar a las niñas y adolescentes de hoy de las herramientas necesarias para conocer las distintas opciones a las que pueden acceder y en las que desarrollar su actividad laboral”.