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Según un estudio de InfoJobs

La limitación de recursos hace a las pymes más vulnerables a ciberataques

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) siguen siendo el motor de la economía española. Según los últimos datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, estas compañías representan aproximadamente el 99,8% del total de las empresas en España, una cifra que se ha mantenido estable durante los últimos años y que se alinea con la de otros países del entorno. Con un total de 2,9 millones de pymes en el país, estas compañías no sólo articulan el ecosistema productivo, sino que también generan más del 60% del empleo.

Sólo el 22% de las microempresas ha implementado iniciativas formativas en materia de ciberseguridad.
Sólo el 22% de las microempresas ha implementado iniciativas formativas en materia de ciberseguridad.

En el marco del Día Mundial del Emprendimiento, que se celebra este miércoles 16 de abril, resulta especialmente relevante reflexionar sobre el papel de las pymes y el impulso emprendedor que tienen dentro del mercado laboral. Consciente de ello, InfoJobs ha elaborado un análisis con el objetivo de comprender mejor los retos y dificultades que afrontan este tipo de empresas. Para ello, ha profundizado en aspectos clave como las perspectivas de contratación o la reducción de la jornada laboral

Las pymes se definen como aquellas empresas que cuentan con menos de 250 trabajadores y/o un volumen de facturación por debajo de 50 millones de euros. Aunque abarcan realidades muy distintas –desde microempresas con apenas uno o dos trabajadores hasta compañías con decenas de empleados–, todas comparten un papel crucial en el dinamismo económico y en la creación de empleo.

En este sentido, los datos del Informe InfoJobs-Esade sobre el 'Estado del mercado laboral en España 2024' permiten observar cómo se distribuyen las oportunidades laborales según el tamaño de la empresa: el 65% de las vacantes publicadas en la plataforma proceden de compañías de más de 50 empleados, mientras que el 35% restante tiene como origen empresas de hasta 50 trabajadores. Esta distribución es prácticamente idéntica a la registrada en 2023 (64% y 36%, respectivamente), pero eso no significa que no haya habido algunos cambios que merezcan atención.

En concreto, en el caso de las compañías con más de 50 empleados, el descenso en el número de vacantes ha sido mínimo, apenas un 1%, lo que supone 22.286 vacantes menos en términos absolutos. En cambio, las empresas más pequeñas han acusado un mayor retroceso: un 5% menos de vacantes respecto al año anterior.

Contratación

A pesar de este ligero retroceso en la oferta de vacantes, las previsiones de contratación apuntan a un ligero optimismo en el corto y medio plazo. Según los datos de la plataforma en su última consulta sobre Perspectivas de contratación, las pequeñas empresas lideran las previsiones a corto plazo: un 48% de ellas prevé aumentar su plantilla en los próximos seis meses. Por su parte, las medianas empresas lo harán de forma más gradual, situando sus expectativas de crecimiento en el medio plazo, con un 52% que contratará en el próximo año. Las microempresas prevén en mayor medida que la contratación se mantenga estable independientemente del horizonte temporal.

Si se comparan estos datos con las cifras generales, el 41% de las compañías afirma que incrementará su contratación en los próximos seis meses y un 44% la aumentará en el plazo de un año. Esto implica que, aproximadamente, dos de cada cinco organizaciones creen que mejorarán sus cifras de contratación a corto y medio plazo. Pese a ello, la opción mayoritaria continúa siendo la de mantener el nivel actual de contratación, especialmente en el horizonte de seis meses, donde el 53% de las compañías declara no prever cambios.

Vulnerabilidad

La digitalización ha constituido, durante los últimos años, una de las claves de las agendas estratégicas de las empresas españolas, impulsada por múltiples beneficios como la optimización de procesos, la mejora en la estructura de costes y una mayor capacidad para satisfacer las expectativas de los clientes. Estos avances no sólo favorecen la productividad, sino que también potencian la competitividad de las empresas en sus respectivos mercados. Sin embargo, a medida que éstas adoptan la digitalización, también se enfrentan a nuevos retos, entre ellos, la ciberseguridad.

A pesar de la importancia que la ciberseguridad tiene para cualquier organización, las pymes se encuentran en una situación compleja. De acuerdo con los datos del informe de InfoJobs sobre Ciberseguridad, dos de cada tres empresas no han impartido formación o información en el último año sobre ciberseguridad. Este déficit formativo es especialmente significativo en las microempresas, donde sólo el 22% ha implementado iniciativas formativas. Las pymes, a menudo con recursos limitados, tienen menos capacidad para invertir en medidas preventivas de seguridad digital, lo que las hace más vulnerables a los ciberataques.

Asimismo, la menor preocupación por la ciberseguridad se concentra en las microempresas (51%), que también son las que menos mencionan haber sufrido ciberataques en el último año (el 51%). Esto se traduce en una menor implementación de medidas preventivas y una baja proporción de formación e información (sólo el 20% cuenta con ello). Para las microempresas y empresas pequeñas, la amenaza de virus y los troyanos bancarios o robos adquieren una importancia alta (63% y 64%, respectivamente), mientras que, en las empresas de mayor tamaño, esta preocupación disminuye significativamente, con una diferencia de casi 10 puntos porcentuales.

Reducción de la jornada laboral

Más allá de la digitalización y la ciberseguridad, otro de los desafíos que atañe a las pymes españolas es la posible implantación de la jornada laboral máxima de 37,5 horas semanales.

Según un informe de Cepyme, esta medida afectaría al 75% de los trabajadores españoles e implicaría una disminución del tiempo de trabajo del 2,8%, lo que genera incertidumbre entre los pequeños y medianos empresarios, que temen no poder absorber el impacto organizativo y económico de la medida sin un acompañamiento adecuado. La pérdida de horas productivas puede suponer un freno adicional al crecimiento y la competitividad del tejido empresarial más vulnerable.