Europa lanza su primer gran escudo ético frente a la inteligencia artificial. En un momento en que los modelos de IA avanzan a una velocidad vertiginosa y se integran en cada rincón de nuestra vida digital, la Comisión Europea ha publicado oficialmente el Código de Buenas Prácticas para la IA de uso general. Esta guía, elaborada con la participación de más de mil expertos y organizaciones, marca un hito en la regulación tecnológica: busca que la IA que usamos —desde asistentes virtuales hasta generadores de contenido— sea segura, transparente y respetuosa con los derechos humanos. Y lo hace justo a tiempo, antes de que la nueva Ley de IA entre en vigor.
Este código, aunque de adhesión voluntaria, se convierte en una pieza clave para preparar el terreno a la entrada en vigor de la Ley de IA de la UE, prevista para el 2 de agosto de 2025. La ley será la primera del mundo en establecer un marco legal integral para la inteligencia artificial, y este código actúa como una guía práctica para que las empresas tecnológicas puedan adaptarse con antelación.
El documento ha sido elaborado por 13 expertos independientes con la participación de más de 1.000 actores del ecosistema digital europeo, incluyendo grandes desarrolladores de IA, pymes, académicos, expertos en ciberseguridad, titulares de derechos de autor y organizaciones de la sociedad civil. Su objetivo: crear un estándar común que combine innovación con responsabilidad.
El documento ha sido elaborado por 13 expertos independientes con la participación de más de 1.000 actores del ecosistema digital europeo
El código se estructura en tres grandes bloques: transparencia, derechos de autor y seguridad y protección. Cada uno aborda aspectos críticos del desarrollo y uso de modelos de IA de uso general, como los que impulsan asistentes virtuales, generadores de contenido o sistemas de recomendación.
En el capítulo de transparencia, se incluye un formulario claro y accesible que permite a los desarrolladores documentar cómo funciona su IA, qué datos utiliza, cómo se entrena y qué limitaciones tiene. Esto no solo facilita el cumplimiento legal, sino que también fomenta la confianza del público y de los reguladores.
El apartado de derechos de autor ofrece soluciones prácticas para que los proveedores de IA respeten la legislación europea en esta materia, especialmente en lo que respecta al uso de contenidos protegidos durante el entrenamiento de los modelos. Esto es crucial en un momento en que creadores y plataformas debaten sobre el uso justo de obras digitales.
El código se estructura en tres grandes bloques: transparencia, derechos de autor y seguridad y protección
El bloque de seguridad y protección está dirigido a los modelos más potentes, que podrían suponer riesgos sistémicos. Aquí se incluyen medidas para prevenir usos peligrosos, como el desarrollo de armas químicas, la manipulación masiva de información o la pérdida de control sobre el comportamiento del modelo. La IA no solo debe ser brillante, también debe ser segura.
Voluntariedad
Firmar el código será voluntario, pero quienes lo hagan podrán demostrar más fácilmente su cumplimiento con la Ley de IA, lo que se traducirá en menos burocracia, mayor seguridad jurídica y una ventaja competitiva. Además, se espera que esta adhesión voluntaria se convierta en un sello de confianza para consumidores, inversores y socios tecnológicos.
Con esta publicación, la UE se consolida como líder mundial en la regulación ética de la inteligencia artificial, apostando por un desarrollo tecnológico que no solo sea innovador, sino también justo, transparente y centrado en las personas. Porque en el futuro de la IA, no todo vale.
