
¿Qué importancia tiene la polinización en nuestro planeta?
Los polinizadores desempeñan un papel ecológico fundamental desde hace más de 150 millones de años, influyendo profundamente en la evolución de las plantas y en el equilibrio del planeta. Cerca del 90% de las plantas con flores dependen total o parcialmente de animales para producir semillas. Sin polinizadores, su ciclo vital se interrumpe, afectando la regeneración de praderas, matorrales y bosques. Al facilitar esta reproducción, los polinizadores son claves para la biodiversidad y actúan como conectores ecológicos al sostener redes tróficas más amplias.
A nivel mundial, tres de cada cuatro cultivos importantes para la alimentación humana dependen, en mayor o menor medida, de los animales polinizadores. Estos cultivos aportan más de un tercio de la producción global de alimentos.
“Cerca del 90% de las plantas con flores dependen total o parcialmente de animales para producir semillas”
Se estima que el valor económico de este servicio natural, a nivel mundial, ronda entre 235.000 y 577.000 millones de dólares al año. En España, solo la polinización por insectos genera un beneficio de unos 2.400 millones de euros anuales. Frutas y productos como tomates, fresas, melones, almendras, manzanas, kiwis, cerezas, cacao y café dependen en gran parte o totalmente de los polinizadores, que no solo aumentan la cantidad de alimento producido, sino también su calidad nutricional.
¿Qué cambios a nuestros ecosistemas les esperan si los animales que polinizan se extinguieran?
Si los polinizadores se extinguieran, los impactos sobre los ecosistemas serían profundos y de gran alcance, tanto ecológicos como socioeconómicos y culturales.
En primer lugar, la extinción de los polinizadores provocaría un deterioro grave de la biodiversidad. La reproducción de muchas plantas colapsaría, por tanto, habrían muchos cambios en la composición de las comunidades vegetales. Muchos herbívoros también se quedarían sin alimento, al igual que los animales que dependen de frutos o semillas (aves, mamíferos, reptiles, insectos). Los cambios en estas comunidades de plantas y animales alterarían el funcionamiento de los ecosistemas, los cuales dejarían de regenerarse adecuadamente. Habrían cascadas de extinciones que afectarían a toda la red trófica y, por tanto, cambios drásticos en los ecosistemas, haciéndose mucho más pobres y simplificados.
“La extinción de los polinizadores provocaría cambios drásticos en los ecosistemas, haciéndose mucho más pobres y simplificados”
Por otro lado, la desaparición de los polinizadores tendría consecuencias graves para la seguridad alimentaria global. La producción de frutas, verduras y frutos secos caería notablemente, encareciendo muchos alimentos y empobreciendo la dieta humana, especialmente en las regiones más vulnerables. Se estima que más de 200 millones de personas sufrirían deficiencias vitamínicas y que la malnutrición asociada podría causar hasta 1,4 millones de muertes adicionales al año.
Por último, representaría una pérdida incalculable de riqueza cultural. Abejas, mariposas o colibríes tienen un profundo valor simbólico en muchas culturas. Su extinción supondría una pérdida de inspiración para el arte, la espiritualidad, la literatura y la conexión emocional que muchas personas sienten con la naturaleza.
¿Existe un desconocimiento generalizado sobre el valor de la polinización animal?
Aunque los polinizadores son esenciales para la producción de alimentos y el equilibrio de los ecosistemas, muchas personas —incluidos agricultores— desconocen su verdadero valor. Existe la idea generalizada de que solo la abeja de la miel poliniza, cuando en realidad hay más de 20.000 especies de abejas en el mundo, muchas de ellas silvestres y altamente especializadas.
Además, otros animales como mariposas, escarabajos, avispas, moscas, colibríes y distintas especies de aves, murciélagos, e incluso reptiles -como lagartijas o gecos- también cumplen funciones clave en la polinización. Reconocer esta diversidad es fundamental para protegerla y garantizar un futuro alimentario y ecológico más resiliente.
“Los agricultores desconocen el verdadero valor de los polinizadores”
¿Me puedes hablar más sobre el caso del sector agrícola? ¿Cómo se puede evitar esto?
La agricultura moderna, en muchos casos, tiene efectos negativos sobre los polinizadores. El uso excesivo de pesticidas, los grandes campos de monocultivos y la destrucción de hábitats naturales han reducido tanto la cantidad como la diversidad de estos cruciales animales. Además, la falta de plantas y flores a lo largo del año dificulta su alimentación y reproducción.
Sin embargo, el sector agrícola también tiene el poder de ayudar a los polinizadores si se adoptan prácticas más responsables. Iniciativas como la agricultura ecológica, el uso controlado de productos químicos, la siembra de flores alrededor de los cultivos y la conservación de zonas naturales en las fincas pueden crear un entorno favorable para los polinizadores. Con estas medidas, los agricultores pueden no solo proteger a estos animales, sino también mejorar la salud de sus cultivos, lo que beneficia tanto a los ecosistemas como a la producción agrícola.