La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad tanto para los consumidores como para los supermercados. ¿Cuáles son las principales tendencias sostenibles que están adoptando los supermercados hoy en día?
La sostenibilidad ha pasado de ser un aspecto complementario a una necesidad clave en el sector retail, y los supermercados están tomando medidas contundentes para adaptarse a esta nueva realidad. Una de las tendencias que ataca el problema desde la base es la adopción de materiales propiamente sostenibles, como los envases biodegradables y reutilizables. Los consumidores están exigiendo alternativas al plástico y los supermercados están respondiendo con soluciones como envases de origen vegetal o sistemas de devolución de envases reutilizables.
Otra tendencia relevante es la reducción del desperdicio alimentario. A través de tecnologías como la inteligencia artificial, los supermercados ahora pueden optimizar la gestión de inventarios, ajustando las compras de productos con mayor precisión. Además, están colaborando con bancos de alimentos y otras organizaciones para asegurar que los productos cercanos a su fecha de caducidad lleguen a quienes los necesitan.
Por último, el transporte sostenible está ganando terreno. Modelos como el de Shopopop, basado en las entregas colaborativas a través de la tecnología, no solo ayuda a los supermercados a ser más eficientes, sino que también ayudan a reducir las emisiones de CO2e al aprovechar los trayectos habituales de conductores particulares para entregar los pedidos, evitando así poner en circulación más coches de los necesarios.
¿Cree que en un futuro los supermercados serán sostenibles o no serán?
Definitivamente, los supermercados tendrán que ser más sostenibles o enfrentarse a una gran desconexión con las expectativas de los consumidores y las normativas gubernamentales que cada vez son más exigentes. La sostenibilidad ya no es una opción, es una necesidad. Vemos cómo las grandes cadenas están transformando sus operaciones para ser más respetuosas con el medioambiente, desde el origen de los productos hasta la logística y la eficiencia energética en sus tiendas. El objetivo de ‘cero residuos’ y la transición hacia operaciones autosuficientes en términos energéticos serán esenciales para los supermercados del futuro.
Los consumidores están mucho más concienciados y demandan una oferta que no solo les proporcione productos de calidad, sino que también esté alineada con sus valores. Esto obliga a los supermercados a innovar en áreas como el packaging, la gestión de inventarios o el servicio de envío a domicilio, porque de lo contrario, podrían quedar obsoletos.
Hemos oído hablar mucho sobre las entregas colaborativas. ¿Podría explicarnos cómo funcionan y qué beneficios aportan en términos de sostenibilidad?
Las entregas colaborativas que ofrece Shopopop consisten en aprovechar los trayectos que las personas ya realizan en su día a día para entregar productos de supermercados y otros comercios. Es decir, en lugar de que un cliente tenga que desplazarse en coche a la tienda para recoger su compra, o las entregas se realicen desde el supermercado en los tradicionales vehículos de reparto, un conductor particular que ya tiene que hacer ese trayecto aprovecha su viaje para llevar el pedido a su destino. El conductor recibe una compensación en forma de propina por realizar esa entrega, por lo que es un sistema basado en la economía colaborativa en el que todos ganan, desde supermercados a clientes, pasando por los propios conductores.
“Las entregas colaborativas consisten en aprovechar los trayectos que las personas ya realizan en su día a día para entregar productos de supermercados”
Este modelo tiene múltiples beneficios en términos de sostenibilidad. En primer lugar, reduce la cantidad de vehículos en circulación. Esto, a su vez, reduce las emisiones de CO2e, lo que tiene un impacto positivo en la calidad del aire y en la lucha contra el cambio climático. Además, descongestiona el tráfico en las ciudades y favorece una logística más eficiente y menos invasiva.
Otro factor clave de las entregas colaborativas es que fomenta la generación de comunidades de personas que están dispuestas a ayudarse entre sí e impactar de forma positiva en su entorno. En definitiva, se convierte en una nueva filosofía, que permite una relación más cercana. Es un ejemplo claro de cómo la colaboración entre personas puede impulsar un cambio significativo hacia una economía más circular y sostenible.
¿Qué le depara el futuro a los supermercados en términos de sostenibilidad? ¿Qué nuevas tendencias o tecnologías podemos esperar ver en los próximos años?
El futuro de la sostenibilidad en los supermercados estará impulsado por la innovación tecnológica y un enfoque integral hacia procesos más sostenibles en toda la cadena de suministro. Un claro ejemplo de esto son las granjas verticales, que permitirán a los supermercados acercar aún más el producto local que demanda el consumidor optimizando el uso de recursos como el agua y el espacio.
“El futuro de la sostenibilidad en los supermercados estará impulsado por la innovación tecnológica”
Además, en términos de logística y distribución, las entregas colaborativas continuarán siendo clave para reducir las emisiones. Este modelo forma parte de un enfoque más amplio de logística sostenible, donde las empresas buscan minimizar su impacto ambiental a través de una mejor planificación de rutas, la reducción de vehículos en circulación y la optimización del transporte de última milla. Al integrar soluciones como las entregas colaborativas dentro de procesos más globales de sostenibilidad, los supermercados están transformando la manera en que hacen llegar sus productos a los clientes, con un menor impacto ambiental y una mayor eficiencia, lo que a su vez retroalimenta la concienciación del consumidor.
Por otro lado, el avance hacia supermercados autosuficientes en términos energéticos será otra tendencia clave. Veremos un aumento en el uso de energías renovables, como paneles solares y otras tecnologías inteligentes, como los pavimentos piezoeléctricos, que aprovechan el movimiento de los clientes para generar energía. Todo esto formará parte de una estrategia más amplia hacia un futuro “cero emisiones” en el sector.