"En medio de un panorama incierto, la industria nuclear española se enfrenta a desafíos regulatorios y económicos que ponen en entredicho su viabilidad a largo plazo”, comenta Araluce.
En España, el parque nuclear genera cada año entre 55.000 y 60.000 GWh, más del 20% de la electricidad consumida en el país, convirtiéndose en la última década en la primera fuente de producción. El parque nuclear evita cada año la emisión a la atmósfera de unos 30 millones de toneladas de CO2, dependiendo del ‘mix’ de generación alternativo para sustituir su producción de electricidad, lo que equivaldría a quitar de la circulación la mitad del parque automovilístico español.
La producción eléctrica nuclear ha representado en los últimos ejercicios el 35% y el 40% de la electricidad libre de emisiones generada en el conjunto del sistema eléctrico español, convirtiéndose en una pieza clave en la mitigación del cambio climático y en cumplir con los compromisos ambientales en Europa y a nivel internacional. En España, la industria nuclear cuenta con 27.500 trabajadores. El factor humano es fundamental para el funcionamiento de forma segura y eficiente de las instalaciones nucleares, por lo que es importante velar por su seguridad laboral y bienestar como trabajadores.
Retos regulatorios y económicos
Uno de los desafíos más importantes es la incertidumbre regulatoria que envuelve al sector nuclear en el país. Durante la entrevista, Araluce destacó el proceso de actualización normativa, concretamente en relación con el Real Decreto que normaliza la industria nuclear y su consulta pública obligatoria. Según el presidente del Foro de la Industria Nuclear Española, “este proceso ha generado preocupación e incertidumbre en quienes ven en la falta de claridad regulatoria un obstáculo para la inversión y el desarrollo de la industria nuclear en el país –comenta–. Con esta barrera de entrada es muy difícil hacer rentables las centrales nucleares; si seguimos así, nos vamos a asfixiar económicamente y no vamos a poder seguir”.
Además, Ignacio Araluce expone a Soziable la imperiosa necesidad de diversificar el ‘mix’ energético y aprovechar otras fuentes renovables, como la solar y la eólica, para complementar la energía nuclear.
Fuente de energía sostenible
Precisamente, sobre las condiciones de producción sostenible de la energía nuclear, Araluce enfatiza su papel como una fuente de energía limpia y de bajo impacto ambiental. Resalta, además, el hecho de que la energía nuclear no emite gases de efecto invernadero durante su operación y que incluso emite menos que las fuentes renovables en algunos casos. “Desde el punto de vista de las emisiones de gases de efecto invernadero, la tecnología nuclear es la menos contaminante de todas”, sentencia.
Asimismo, comenta que la tecnología nuclear española tiene mucho nivel y que estamos exportando nuestra experiencia y conocimientos a muchos países del mundo. En este sentido, pone énfasis en la experiencia y el expertise de las empresas en España en la fabricación de combustible nuclear, la ingeniería de componentes para centrales nucleares y en la participación en proyectos internacionales.
Esta situación diagnostica que España se enfrenta a una encrucijada, marcada por la incertidumbre regulatoria, los desafíos económicos y la necesidad de adaptarse a un mercado energético en evolución. También señala que una parte importante de la matriz energética del país y su papel como una fuente de energía limpia y confiable debe ser valorada en el contexto de la lucha contra el cambio climático y la búsqueda de la sostenibilidad energética a largo plazo.
Araluce también alerta de la situación a la que se enfrenta la energía nuclear en España: “hay muchos sectores que no gestionan residuos. Nosotros, sí. Y por eso pagamos todos los años 450.000.000 euros. En 2019 se llegó a un acuerdo por el que el Gobierno, y los partidos políticos que estaban por aquel entonces en el Gobierno, tenía la pretensión de cerrar las centrales nucleares. Pero si se cierran las centrales nucleares, dejarían de pagar a ese fondo y no habrá dinero suficiente para la gestión”.
Líder tecnológico
Como representante del foro nuclear, trata el tema de la sostenibilidad y asegura que la energía nuclear no emite ningún gas de efecto invernadero. Es más, según éste, emite menos que las renovables. Y añade: “El tema en este momento no se entiende muy bien desde el punto de vista de sostenibilidad porque es muy difícil pensar que, si quieres ir a una descarbonización en el Plan Nacional de Energía y Clima, que aprobó el Gobierno, se paran todas las centrales nucleares y, sin embargo, se dejan las centrales de gas, que van a emitir CO2. El mayor productor de energía eléctrica en España en los últimos 12 años es la nuclear, que es la que menos gases emite”.
En 2035 se tiene previsto cerrar la última central nuclear en España, la de Trillo, en Guadalajara, y durante los años 2027 y 2028 se prevé cerrar la central nuclear de Almaraz, en Cáceres. Mientras que se vaticina el cierre de todas las centrales nucleares en España entre los años 2027 y 2035, algunos países de la Unión Europea y fuera de ella siguen creciendo en cuanto a centrales nucleares, como por ejemplo Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Brasil y, por supuesto, Francia, Reino Unido, los Países Bajos, India, China y Rusia.
“Cuando se celebró la Cumbre Mundial sobre la Acción Climática, la COP 28, se acordó que la energía es fundamental para la lucha contra el cambio climático –asegura–. Y en la reunión hay 28 países que se juntan y firman un acuerdo en el que se comprometen a multiplicar por tres la potencia nuclear en el año 2025. Es decir, en general, casi todos los países van en esa línea, mientras que nosotros vamos en sentido contrario. Somos un país pionero en energía nuclear, pero de repente nos vemos ‘forzados’ a abandonarla”, concluye.