Todos los expertos coinciden en que para alcanzar la sostenibilidad es imprescindible la educación ambiental. El problema es que aunque no puede permanecer ajeno a los desafíos que plantea el cambio climático en el planeta, el sistema educativo falla en este aspecto. Federico Velázquez de Castro, presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental, propone dotar de un mayor peso a esta materia en la educación y formación de las nuevas generaciones con un objetivo: “conocer la realidad ambiental, sus causas, sus consecuencias y cómo debe ser resuelta”.
- ¿Qué importancia tiene la educación ambiental?
En Río 92 ya se definió que la educación ambiental es un instrumento imprescindible para alcanzar la sostenibilidad. La educación ambiental genera conciencia, forma en valores y promueve estilos de vida responsables y sostenibles. No es el único instrumento para abordar los problemas ambientales pero, sin ella, quizás no haya solución definitiva.
- ¿Puede el sistema educativo ser ajeno a los desafíos que plantea el cambio climático del planeta?
Por supuesto que no. El cambio climático es el principal problema ambiental y, como tal, debe ser conocido y tratado desde los niveles iniciales. Los alumnos deben saber que con buenos hábitos en la vivienda, la alimentación o el tiempo libre se puede reducir el impacto. Además, la escuela debe dar ejemplo adhiriéndose al programa de Ecoescuelas, a través del cual el centro docente se convierte en un referente ambiental ante la comunidad escolar y social, dando ejemplo de eficiencia y buenas prácticas.
- ¿Tiene esta asignatura la importancia que requiere? ¿Está implantado en los centros educativos?
Hay un debate sobre si la educación ambiental debería tener una asignatura propia o si debería abordarse de forma trasversal, a través de todas las áreas. En nuestra opinión, esta es la mejor opción, es decir, la organización de unidades temáticas donde un área (el bosque, por ejemplo) pueda ser abordado desde todas las materias (ciencias, sociales, literatura, etc.). Pero no, no tiene todavía suficiente presencia. La transversalidad fue una propuesta de la LOGSE (1990), pero no ha tenido continuidad.
- ¿Qué temas deberían ser estudiados?
El objetivo es conocer la realidad ambiental, sus causas, sus consecuencias y cómo deber ser resuelta. Y, especialmente, cuál es su papel, cómo puedo contribuir a mejorar el medio a corto y largo plazo. Todo de forma integrada en el currículo escolar.
- ¿Cree que no funciona correctamente el sistema en este sentido?
No. En Primaria, impartir educación ambiental depende de la motivación de cada profesor. En Secundaria, hay más presión y es más difícil. En los libros de texto, el medio ambiente aparece como último tema, por lo que si no hay tiempo no se ve; y sus contenidos son muy teóricos, hay que decir que la educación ambiental es eminentemente práctica, de manera que se aprende e interioriza según el alumno se implica y participa.
Esta dimensión falta, se habla de los temas ambiéntales teóricamente porque se enfocan desde los conocimientos y no como generadores de conciencia, que es el primer objetivo de la educación ambiental, tal como se ha definido en las Conferencias internacionales.
- ¿Qué cambios ve necesarios?
La escuela debería formar (también) para la vida. En este sentido, la educación ambiental debería estar en toda programación de centro y etapa, y abordarse desde todas las áreas curriculares de forma integrada. Debe primar la parte práctica de observación, experimentación, presencia en el medio natural. La naturaleza debe ser siempre el gran referente, naturalizando el patio y los espacios, y saliendo frecuentemente al campo según la línea de Giner de los Ríos.
Los centros deben aspirar a convertirse en Ecoescuelas y se debe formar al profesorado e impartir cursillos a los padres. Las propuestas de los alumnos deben poder aplicarse en el entorno natural y social del centro docente.