“La diversidad es la conciencia de que poseemos una diferenciación por ser quienes somos, como individuos y como colectivo”, asegura a Soziable la escritora Espido Freire. Y esa variedad no sólo se encuentra en el eje de nuestra existencia, sino que, como añade, “es el origen de que aparezcan soluciones a problemas concretos, manifestaciones artísticas, la lucha por la mejora de determinadas situaciones, la conciencia social o la solidaridad con quienes no son como nosotros”.
Sin embargo, el ser humano no se ha preocupado en exceso, ni siquiera en los últimos años, por abordar una cuestión como la de la diversidad, a pesar de vivir rodeado de ella. Esta paradoja es, precisamente, uno de los motivos principales por los que Freire se embarcó en ‘“Mejor diversos”- Crecer en un mundo plural’, su última obra hasta el momento, incluida en la serie Chic@Genial y publicada por la editorial Boldletters.
Pero, en su caso, tal y como explica en esta entrevista concedida a Soziable, también influyó su certeza de que “el libro es un medio perfecto para abordar cuestiones que están en el aire, poco concretas, hasta que se capturan en una historia”.
La obra, según la autora, se dirige a niños a partir de 10 años, pero también a los adultos que los rodean. En este sentido, subraya que “esa colaboración entre generaciones resulta más eficaz y mucho más rica que contar exclusivamente con un público de una edad determinada”.
“Para avanzar hacia la igualdad de género real hacen falta mensajes sencillos, consensuados y un rechazo explícito a quien los incumple”
Todos ellos, quienes se sumerjan en su lectura, podrán extraer sus propias lecciones en torno a la diversidad. Y aunque no es intención de Espido Freire desglosar aquellas enseñanzas que deben asimilar, sí que reconoce que los mensajes esenciales que se desprenden de la obra son “el respeto a la diferencia, la curiosidad por conocerla y entenderla, el sentir que nosotros mismos somos diversos y las herramientas para abordarlo”.
Tolerancia
La tolerancia es uno de los asuntos que, como base de la diversidad, aparece reflejado en el libro ‘“Mejor diversos”- Crecer en un mundo plural’. Y, a este respecto, su autora considera que la sociedad española ha sido “tolerante e integradora” durante siglos.
En la misma línea, sugiere a Soziable que esto “no es algo que se haya impuesto desde fuera, sino que nace de nuestra posición geográfica, las migraciones, la convivencia durante muchos siglos con la pobreza, en determinados periodos con otras religiones e incluso de nuestra manera de entender el colonialismo”.
Igualdad de género
Su visión no es tan benevolente con respecto a la igualdad de género, aspecto que también cuenta con un espacio destacado en su último libro. “Nos falta mucho (para alcanzar una igualdad de género real) y no en todos los casos lo mismo: ni el cambio ni las necesidades de esa igualdad son homogéneas”, advierte. Sobre esta consideración, Freire detalla que “en algunos casos, aún falta lo básico (se da violencia, acoso, discriminación). En otros, podemos avanzar en cosas como la carga mental, la conciliación o los micromachismos”.
Pero, en esencia, sostiene que este avance hacia la igualdad de género real “a estas alturas debería ser imparable, dado el porcentaje de personas a las que afecta, pero que requiere de una pedagogía constante, porque al ser tan complejo y a veces tan inadvertido tiende a ralentizarse”. Por todo ello, la escritora incide en que “hacen falta mensajes sencillos, consensuados y un rechazo explícito a quien los incumple”.
“Una sociedad que tiene en cuenta a personas ciegas, sordas y ancianas que necesitan atenciones especiales y a quienes las cuidan es más justa, más variada, más real”
Discapacidad
Otro claro ejemplo de diversidad es la discapacidad. Y Espido Freire no ha eludido esta cuestión en su último libro. La autora cree, en este caso, que “una sociedad que tiene en cuenta a personas ciegas, sordas y ancianas que necesitan atenciones especiales y a quienes las cuidan es más justa, más variada, más real”. Y, además, señala que “quien convive con alguien con discapacidad sabe que la mirada cambia, que la forma en la que se percibe o valora la vida se modifica y que la manera de abordar los problemas o las situaciones se enriquece”.
Algo similar sucede también en el caso de los jóvenes. “Si han vivido o han compartido espacios con personas con discapacidad la reacción suele ser de absoluta normalidad y ayuda”, sostiene Freire. En este sentido, añade la escritora, “acercarse a personas reales y no a su ‘discapacidad’, sea a través de voluntariado, charlas informativas, ejercicios de empatía…, suele cambiar la mentalidad de los que no entienden de qué hablamos”.
En definitiva, tal y como concluye, para aceptar la diversidad “basta con mirarse al espejo”. Y es que, según estima, “todos pertenecemos a algún tipo de colectivo, todos buscamos y necesitamos respeto, todos pugnamos por que no nos obliguen a renunciar a nuestra individualidad o diferencia”. Por ello, precisamente, recomienda y sentencia: “Apliquemos esas mismas normas al otro”.