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Estudio sobre salud urbana

Zonas verdes, aire limpio y sombra, claves para una ciudad saludable

¿Alguna vez te has preguntado cómo influye el entorno urbano en tu salud? El aire que respiras, las zonas verdes que frecuentas, el calor que soportas o la forma en que te mueves por la ciudad tienen un impacto directo en tu bienestar físico y mental. El nuevo estudio “Monitor Healthy Cities”, impulsado por Sanitas, analiza cómo las ciudades españolas están abordando estos factores medioambientales y qué percepción tienen los ciudadanos sobre las medidas que se están aplicando. El informe revela brechas entre las políticas municipales y la experiencia cotidiana de la ciudadanía, y propone soluciones para construir entornos urbanos más saludables, resilientes y sostenibles.

La ciudadanía reclama más zonas verdes y transporte público eficiente.
La ciudadanía reclama más zonas verdes y transporte público eficiente.

¿Cómo influyen el aire que respiramos, el calor que soportamos o los espacios verdes que nos rodean en nuestra salud? Estas preguntas son el punto de partida del 'Monitor Healthy Cities', un estudio que analiza cómo las ciudades gestionan los factores medioambientales que afectan directamente al bienestar de sus habitantes. La iniciativa, desarrollada por Sanitas, pone el foco en aspectos clave como la calidad del aire, la temperatura, la movilidad sostenible, el acceso a zonas verdes y la gestión del agua. 

Todo ello bajo el paraguas del concepto One Health, Una sola salud, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que defiende la conexión entre salud humana, animal y medioambiental. El estudio se presentó en La Casa de la Arquitectura con la colaboración del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

El objetivo del Monitor HealthyCities es compartir las mejores prácticas de los municipios españoles para mejorar la calidad de vida y la salud de sus habitantes, así como comprobar si las medidas en esta dirección son realmente percibidas por la ciudadanía.

El estudio combina un análisis cualitativo de proyectos y planes de sostenibilidad en las 52 capitales de provincia españolas y los contrasta con una encuesta realizada en septiembre de 2024 por Metroscopia a 6.800 personas en 17 ciudades, una por comunidad autónoma (salvo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla) para recoger la opinión de los ciudadanos. De esta manera, no solo identifica buenas prácticas municipales, sino que también permite detectar brechas entre las iniciativas que se implantan y lo que la población percibe.

Calidad del aire, zonas verdes y movilidad sostenible

En lo que respecta al análisis de políticas municipales, el estudio analiza diversos factores urbanos. Así, constata que para mejorar la calidad del aire, los ayuntamientos están aplicando medidas relacionadas con la movilidad y la implantación de zonas de bajas emisiones. En el caso de las zonas verdes, la mayor parte de gobiernos locales se fijan el objetivo de alcanzar entre 10 y 15 m² por habitante e impulsar proyectos de renaturalización, especialmente en las ciudades del centro y sur de España. 

Sobre movilidad sostenible, las medidas más populares son las iniciativas de peatonalización, la promoción del vehículo eléctrico y las zonas 30, donde la velocidad máxima permitida es de 30 km/h para para mejorar la seguridad de peatones y ciclistas, reducir la contaminación y el ruido.

Sobre movilidad sostenible, las medidas más populares son las iniciativas de peatonalización, la promoción del vehículo eléctrico y las zonas 30

En el caso de las altas temperaturas, están extendidas soluciones como la creación de refugios climáticos y corredores de sombra; y, en materia de gestión del agua, se identifican medidas como los planes contra la sequía, control de calidad del agua y fomento de la reutilización.

En este escenario, muchas ciudades españolas siguen actualmente caminos muy parecidos en sus políticas medioambientales empujadas por las normas europeas, las demandas de la sociedad y los propios objetivos municipales. Sin embargo, ese esfuerzo no siempre se percibe igual desde la ciudadanía: de hecho, casi tres cuartas partes de los encuestados consideran que sus municipios no se esfuerzan en comunicar las medidas que están poniendo en marcha. 

Los ciudadanos opinan 

Según el estudio, las personas perciben que la salud medioambiental y su salud personal están íntimamente conectadas y entienden que las medidas de sostenibilidad aplicadas en su ciudad pueden generar un entorno más saludable, con beneficios para su salud individual.

En este sentido, destacan la ampliación y mejora de las zonas verdes urbanas, que entienden como espacios esenciales para la salud física, mental y social, y que también perciben como una herramienta clave para mejorar la calidad del aire y hacer frente al cambio climático. Al menos así lo indica el 58% de las personas encuestadas, que afirman que las zonas verdes son la medida más eficaz para mejorar la biodiversidad de su ciudad y con ello la salud del entorno. 

Pese a esto, el 40% de los encuestados opina que en su ciudad existen pocas zonas verdes, con una diferencia muy marcada entre el norte peninsular, donde en general están satisfechos, y el sur, donde se reclaman más.

El 40% de los encuestados opina que en su ciudad existen pocas zonas verdes

En cuanto a la calidad del aire, el 91% afirman que este es uno de los factores que más les preocupan y el 26% lo percibe incluso como “malo “en su ciudad. Para mitigar esta situación, demandan un transporte público eficiente y sostenible, acompañado de más opciones de micro movilidad (más carriles bici y otras alternativas de movilidad). Frente a las restricciones al vehículo privado que han dominado muchas políticas municipales, la ciudadanía pide alternativas colectivas y accesibles que faciliten los desplazamientos sostenibles.

Todas las ciudades comparten los mismos desafíos estructurales, entre los que se encuentran limitaciones de financiación, rigidez administrativa y la necesidad de adaptar espacios y normativas a exigencias cada vez más estrictas. Estas barreras condicionan el ritmo de implantación de muchas medidas.

El estudio señala asimismo que los grandes retos de los próximos años serán gestionar mejor el agua y afrontar el aumento de las temperaturas. Este último factor es percibido como un tema de preocupación creciente, ya que el 61% reconoce que los episodios de altas temperaturas son cada vez más frecuentes. Aún faltan proyectos de gran alcance en estos ámbitos, al menos así lo señala el 71% de las personas encuestadas, que consideran escasas las estrategias municipales para afrontarlos. 

La ciudadanía pide alternativas colectivas y accesibles que faciliten los desplazamientos sostenibles.

Para Yolanda Erburu, ChiefSustainability & CorporateAffairsOfficer de Sanitas y BupaEurope & LatinAmerica, “el monitor Healthy Cities demuestra que no basta con impulsar políticas: es esencial que los ciudadanos las conozcan, las entiendan y las sientan como propias. Mejorar la salud en las ciudades exige corresponsabilidad. Las administraciones, las empresas y las personas tenemos que sumar esfuerzos para transformar los entornos urbanos en espacios más verdes, saludables y resilientes”.

Además, el informe resalta que el sector privado puede colaborar en la recuperación de espacios degradados, y que las alianzas público-privadas pueden convertirse en un catalizador de transformación urbana. En este ámbito, también se destaca el papel de instituciones como el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana que, a través de la mencionada Agenda Urbana Española, impulsa el desarrollo sostenible en las ciudades españolas.

Durante la presentación intervino Maite Verdú, directora general de Agenda Urbana y Arquitectura. ”En el camino hacia ciudades más sostenibles, la participación de todos los agentes es fundamental. Desde el Ministerio trabajamos a través de la Agenda Urbana española, una estrategia no vinculante que sirve como hoja de ruta para los ayuntamientos, para alcanzar un desarrollo urbano sostenible. Aunque su objetivo principal es la articulación de políticas urbanas en pueblos y ciudades, la salud es un eje transversal de toda la planificación urbana. Hoy, más de 500 municipios, que representan a más de la mitad de la población española, ya aplican la metodología de la Agenda Urbana española para avanzar hacia un modelo de ciudad más verde, activa, inclusiva y descarbonizada”.