Alimentar al ganado vacuno de pastoreo con un suplemento de algas marinas en forma de pellets reduce sus emisiones de metano en casi un 40% sin afectar su salud ni su peso. Es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS por sus siglas en inglés), que propone una solución basada en las algas marinas para una ganadería de pasto más respetuosa con el medioambiente.
Uno de los autores del trabajo, Ermias Kebreab, ha aclarado a Soziable que “este porcentaje varía dependiendo de cuánto consumen los animales. En nuestro último artículo encontramos una reducción promedio del 40%, pero osciló entre el 10 y más del 80% para animales individuales, ya que consumían diferentes cantidades (tenían acceso voluntario al material)”.
El ganado es responsable del 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y la mayor parte de ellas proceden del metano que el ganado libera al eructar. Esto abre la puerta a una pregunta: ¿en cuánto se podrían reducir las emisiones a nivel mundial? Kebreab cree que el cálculo no es sencillo: “Si hablamos de la cantidad total del sector ganadero, entonces puede reducir entre un 10 y un 20% las emisiones totales del sector”, asegura.
“Más de la mitad de las emisiones del sector ganadero se deben al metano, por lo que reducir el metano ayuda significativamente a combatir el cambio climático”
¿Podría resultar significativo para luchar contra el cambio climático el uso de las algas marinas en la dieta vacuna? “Definitivamente, sí”, confirma Kebreab. Para el científico, “más de la mitad de las emisiones del sector ganadero se deben al metano, por lo que reducir el metano ayuda significativamente a combatir el cambio climático”.
Ahora, lo que hay que estudiar es cómo hacer económicamente viable para los agricultores este suplemento de algas marinas. “Esta sería la pregunta del millón de dólares”, afirma Kebreab, “hay maneras de hacerlo económico, pero se necesitan políticas y que los minoristas compren créditos de carbono para cubrir el costo adicional”.
Metodología
El estudio dividió a 24 novillos de carne (una mezcla de razas Angus y Wagyu) en dos grupos. Un grupo recibió el suplemento de algas marinas y el otro no. El experimento, de diez semanas de duración, se llevó a cabo en un rancho de Dillion, Montana, en Estados Unidos. Aunque se trataba de ganado en pastoreo, comieron el suplemento de forma voluntaria, lo que dio como resultado esa reducción de casi el 40% de las emisiones.