
Antes de que acabe el año, al consumidor portugués que devuelva una botella de plástico PET de medio litro al establecimiento recibirá dos céntimos y si es de un tamaño mayor, se le restituirán cinco céntimos. Con su sistema de retorno incentivado de envases de plástico, Portugal se une a los más de 40 países que han implantado medidas similares. El mejor ejemplo es Alemania, que implantó el sistema ‘Pfand’ (depósito, en alemán) en el año 2003 y ya ha logrado la recuperación del 99 por ciento de los envases, según Deutsche Unwelhilfe, la organización impulsora del reciclaje en el país germano. Claro que allí se pagan precios más altos: de entre 8 y 25 céntimos según el tipo de envase.
La medida, que se aplicará en Portugal antes de que finalice el año, afecta a las botellas PET (tereftalato de polietileno). El consumidor que devuelva los envases no recibirá un reembolso en metálico de esas cantidades sino otras opciones como tickets de descuento o participaciones en sorteos. Por su parte, los supermercados estarán obligados a disponer de contenedores específicos para envases de plástico PET.
Retorna sostiene que un sistema de retorno en España lograría un reciclaje del 90% y generaría 14.000 nuevos empleos
¿Sería posible aprobar una medida similar en España? En la plataforma Retorna no están en contra del actual modelo de reciclaje pero creen que un sistema de devolución y retorno de envases (SDDR) sería una solución complementaria que elevaría el porcentaje de reciclaje. Retorna es una alianza a la que se han sumado una veintena de entidades entre empresas del reciclado, ONG ambientales, sindicatos y asociaciones de consumidores. "La medida de Portugal nos parece un paso en la dirección correcta", comenta la directora de Relaciones Institucionales de Retorna, Ana Gutiérrez Dewar.
Gutiérrez Dewar explica cuál sería el procedimiento que son partidarios de implantar en España: "Cuando compras la bebida dejas una cantidad en depósito, y cuando consumes su contenido devuelves el envase y te restituyen la fianza que has dejado". Retorna, que recuerda que Navarra y Baleares ya han legislado para implementar un sistema de retorno, sostiene que con una implantación de ámbito estatal, España alcanzaría una tasa de reciclaje del 90 por ciento, sin coste alguno para la Administración central y con "importantes ahorros para los entes autonómicos y locales" y además "podría generar 14.000 nuevos puestos de trabajo".
La directora de Relaciones Institucionales de Retorna argumenta por qué el SDDR apenas entrañaría coste para a las administraciones: "Esto funciona por logística inversa, es decir, cuando un distribuidor reparte la bebida también se lleva los envases vacíos". En cuanto a los nuevos empleos, Gutirérrez Dewar, está convencida de que la gestión de recursos genera muchos más puestos de trabajo que la de residuos. "Lo primero implica que el supermercado tenga personal o máquinas para recoger los envases vacíos, además hay todo un proceso de recuperación y lavado que genera muchos más puestos que el vertedero o la incineradora".
Ecoembes no lo ve claro
Por otra parte, Álvaro Otero, coordinador de Asuntos Corporativos de Ecoembes, afirma que esta organización no se opone de entrada a ninguna alternativa y está abierta a estudiar todas las opciones con el objetivo final de que cada vez se recicle más. Sin embargo, cree que, a día de hoy, sería difícil implantar en España el SDDR tal y como se ha hecho en otros estados como Alemania o algunos países nórdicos. "Aquí tenemos unas particularidades orográficas, de dispersión demográfica, la gran afluencia turística, etc. que harían difícil su implementación", sostiene Otero.
Ecoembes cree que hoy día sería difícil implementar en España un sistema de devolución y retorno de envases y duda de que fuera eficiente
El coordinador de Asuntos Corporativos de Ecoembes añade que "el SDDR no incrementaría sustancialmente la tasa de reciclado que ya tenemos en España en comparación con lo que costaría implementarlo". En otras palabras: "Al final, es una cuestión de eficiencia; de equilibrio entre coste y beneficio". Ecoembes, cuyo modelo de reciclaje "evoluciona continuamente y se adapta a las necesidades de la sociedad", se está decantando más por otra opción a la que se refiere como 'reciclaje 5.0', y que ya está probando en algunos municipios de Cataluña.
El reciclaje 5.0 utiliza la tecnología móvil y la digitalización en los contenedores. Otero explica cómo funciona: "El ciudadano se registra en una 'app' y el contenedor identifica al usuario a través de un código QR y va registrando todo lo que deposita en su interior". Cuando alcande una cantidad determinada de residuos bien separados, ese consumidor puede beneficiarse de una bonificación en la tasa de basuras o participar en sorteos con premios atractivos.