
En primer lugar, la IA vaticina que “dejar de reciclar vidrio supondría una sobreexplotación de las materias primas”. Aunque las materias primas con las que se fabrica el vidrio son abundantes, la explotación intensiva y no regulada puede llevar a una escasez local de este recurso y graves problemas medioambientales. En algunas regiones, ya se han observado problemas relacionados con la sobreexplotación de arena. Dicha sobreexplotación de las materias primas, según la IA, “conduciría a una escasez de recursos naturales”.
El vidrio se fabrica a partir de materias primas naturales como arena de sílice, carbonato de sodio y piedra caliza. Si se deja de reciclar vidrio, aumentará la demanda de estas materias primas para producir vidrio nuevo. A medida que las fuentes de materias primas se vuelven más difíciles de obtener o más costosas de explotar, pueden surgir regulaciones más estrictas y conflictos sobre el uso de la tierra y los recursos. Por eso, la falta de recursos naturales para la producción de vidrio podría derivar en otros problemas medioambientales e incluso económico-sociales por el impacto de las tensiones geopolíticas a causa de su escasez.
Además, la IA indica que “la falta de reciclaje de vidrio conllevaría un crecimiento de los vertederos”. Si no se recicla, todo el vidrio desechado acabaría en los vertederos, aumentando considerablemente su volumen. Puesto que los vertederos tienen una capacidad limitada, sin reciclaje, la vida útil de estos sitios se reduciría drásticamente, llevando a la necesidad de abrir nuevos vertederos con mayor frecuencia. De nuevo, esto tendría un impacto significativo en el entorno. Además, la IA añade que “la acumulación de envases de vidrio no reciclados en vertederos puede ser peligrosa para la salud humana debido a las enfermedades que surgen a raíz de la contaminación”.
En cuanto al impacto en la flora, la IA señala que “la acumulación de envases de vidrio no reciclados contaminaría el suelo” y explica que esto podría afectar a la biodiversidad de los espacios naturales.
Es por estos motivos por lo que, según Ecovidrio, es importante depositar los residuos de vidrio en el contenedor verde y no abandonarlos en el entorno, a pesar de que el vidrio es inerte y no interactúa ni física ni químicamente con él.
Por otra parte, la IA también destaca que el reciclaje de envases de vidrio “tiene un impacto positivo en cuanto al ahorro de energía”. En concreto, tal como explica Ecovidrio, se consigue un ahorro del 38% de energía en la fabricación de nuevos envases, que pueden incluir hasta un 90% de calcín (vidrio reciclado). En cifras, los 713.000 MWh de energía que se ahorraron el año pasado son el equivalente al consumo eléctrico de todos los hospitales de España durante dos meses.
Fuentes fiables
Aunque la inteligencia artificial puede ofrecer una guía de las posibles consecuencias ambientales, Ecovidrio considera fundamental contrastar la información con fuentes fiables. En este sentido, ofrece datos verídicos que ayudan a entender los beneficios del reciclaje de vidrio en el medioambiente reconocidos por la ONU y cómo gracias a esta práctica se consiguen paliar todas las consecuencias negativas presagiadas por la IA.
Tal como destaca, además de lo que indica la IA, el reciclaje de envases de vidrio contribuye a la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, el uso de vidrio reciclado para fabricar nuevos envases puede ahorrar un 53% de emisiones de CO2. Esto se debe a que el vidrio reciclado funde a menor temperatura de la que necesitarían la arena, sosa y caliza en el horno. Además, se evitan emisiones asociadas a la extracción y el transporte que sería necesario para extraer las materias primas de la naturaleza. Sólo el año pasado con todo el vidrio recuperado en nuestro país se evitó la emisión a la atmósfera de 579.000 toneladas de CO2, equivalente a dar la vuelta al mundo en avión por el ecuador de la Tierra 147 veces.
Asimismo, el reciclaje de vidrio protege los recursos naturales y fomenta la economía circular. El uso de vidrio reciclado evita la erosión de los suelos y la extracción de arenas de la naturaleza, factor clave para reducir la sobreexplotación de los recursos. Además, como el vidrio se recicla al 100%, se puede reintroducir en el proceso productivo como materia prima secundaria. Gracias al trabajo del último año, se ha conseguido evitar la extracción de 1.100.000 toneladas de materias primas, 4 veces el peso del Empire State.