Los días de calor extremo aceleran la descomposición de alimentos perecederos como frutas, verduras y productos cárnicos ya que, en condiciones de altas temperaturas, pierden su frescura más rápidamente y reducen su vida útil, aumentando la probabilidad de que se conviertan en desperdicio antes de ser consumidos.
Por ello, una mayor cantidad de productos se desechan por no cumplir los estándares de calidad para la venta. Además, la llegada de las vacaciones y los cambios bruscos en las temperaturas afectan a los hábitos de consumo de los clientes. Esto dificulta predecir la demanda y ajustar la oferta en los supermercados, provocando desajustes que generan desperdicio.
Esta situación no sólo provoca pérdidas económicas para los supermercados, sino que también genera un fuerte impacto ambiental ya que aumenta la cantidad de residuos orgánicos que terminan en vertederos, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero que provocan el aumento de la temperatura global.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un tercio de la producción alimentaria a nivel mundial se desecha o desperdicia, provocando 3,3 gigatoneladas de CO2. Como consecuencia, el desperdicio alimentario es responsable del 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Estrategias integrales.
Para abordar este problema y reducir el desperdicio alimentario en los supermercados durante periodos de calor extremo, Phenix advierte de la necesidad de implementar estrategias integrales que tengan en cuenta a toda la cadena alimentaria y que permitan cuantificar el desperdicio y entender dónde se genera más y a través de qué productos, y/o categorías.
Ello permite tomar medidas correctivas para prevenirlo y reducirlo, como la venta con descuento de productos con fechas cortas (o próximos a vencer), donaciones a asociaciones locales, venta de frutas y verduras imperfectas o sensibilizar a los consumidores.
Reducir el desperdicio alimentario es crucial para el medioambiente y la economía. Los expertos de la startup recomiendan a los consumidores planificar sus compras con listas detalladas y evitar adquirir productos innecesarios. Además, remarcan la importancia de conservar adecuadamente los alimentos, utilizando técnicas de almacenamiento e informarse sobre la diferencia entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad para maximizar su duración. Además, también animan a los consumidores a realizar donaciones de alimentos no perecederos a bancos de alimentos, ayudando a quienes más lo necesitan.
"El cambio climático y sus efectos, como las olas de calor extremo, son causa y consecuencia del problema del desperdicio de alimentos. En Phenix abordamos este desafío ofreciendo soluciones para fabricantes y distribuidores de alimentos A nivel grupo, evitamos el desperdicio de 100 toneladas de productos al día. Nuestra misión es no sólo reducir el desperdicio alimentario, sino también contribuir a mejorar la rentabilidad de la gran distribución de alimentación en España, creando al mismo tiempo un futuro más sostenible”, afirmó Jean-Baptiste Boubault, country manager de Phenix en España.