
Este 12 de junio se celebró en Madrid el III Encuentro Ilunion de Economía Circular con Propósito, un evento sobre el reciclaje de baterías de litio enfocado en la reconversión de residuos en materias primas. Además, durante el evento se trataron las problemáticas a las que se enfrenta este incipiente sector, así como sus retos más inmediatos.
La responsable de ILUNION Comunicación Social, Lucía Mateo, fue la encargada de conducir el encuentro, quien además de poner en contexto la importancia de promover la economía circular, explicó qué supone para el sector la entrada en escena del Reglamento (UE) 2023/1542 del Parlamento Europeo y del Consejo, del 12 de julio de 2023, relativo a las pilas y baterías y sus residuos.
Este reglamento ha llegado para transformar el tratamiento de residuos en la movilidad eléctrica, proporcionando una regulación que permite una gestión responsable de los materiales y residuos. Se presenta, por tanto, como el primer paso imprescindible para la reconversión hacia la economía circular.
Sin embargo, como apuntó Lucía Mateo, son tres sus objetivos principales: el fomento de la economía circular, la reducción del impacto ambiental y la garantía de que las operaciones de reciclaje se realizan de una forma segura.
Alejandro Dorado: "La Economía Circular es una herramienta para adecuar nuestros hábitos de consumo"
El director de Estrategia e innovación de ILUNION, Alejandro Fernández, puso en valor el crecimiento que está teniendo la línea de negocio ILUNION Economía Circular dentro del grupo, afirmando que “la división de Economía Circular es una de las grandes protagonistas que queremos potenciar en el grupo”.
Seguidamente, el Comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Alejandro Dorado, inauguró el encuentro definiendo la Economía Circular como una necesidad ambiental: “Tenemos que cambiar el modelo, y la Economía Circular es una herramienta para adecuar nuestros hábitos de consumo”. Además, hizo referencia al papel de apoyo del Gobierno en forma de inversión, mediante los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE): “Podéis contar con el gobierno como aliado para reducir nuestro impacto en el medio”.
Trazabilidad para el control de residuos
La primera de las mesas redondas dio protagonismo al tratamiento de las baterías de litio una vez finalizada su vida útil. Titulada, ‘Reciclaje de baterías de litio: retos y oportunidades’, estuvo formada por el director general de ILUNION Economía Circular, Pedro Antonio Martín; la directora técnica y de Desarrollo en FCC, María Jesús Kaifer; el jefe de proyecto NOVOLITIO en Urbaser, Toni Massot, y el Global Key Account Manager Battery Recycling en BASF, Raúl Yuste.
El director general de Recyclia, Gabriel García, moderó la mesa de debate, que comenzó dibujando el futuro escenario de la movilidad eléctrica en nuestro país. “En el año 2030, el objetivo es que haya 5 millones de vehículos eléctricos circulando por España”, señaló, un dato que pone en evidencia el cambio de la industria si tomamos como referencia los 139.000 vehículos híbridos enchufables y eléctricos puros que hay actualmente en circulación.
Ante este escenario, invertir en nuevos proyectos de economía circular se convierte en una necesidad. Algo en lo que coincidieron los expertos participantes al contar sus proyectos. “Nuestro objetivo será recuperar los metales que se utilizan em las baterías para construir baterías nuevas, cerrar el círculo”, detalló Raúl Yuste.
Tonni Massot, por su parte, puso el foco en la colaboración entre gestores de residuos y fabricantes: “Somos gestores de residuos y nuestro proyecto está abierto a colaborar con los fabricantes de baterías que quieran cerrar el círculo”.
Mientras, María Jesús Kaifer centró el objetivo en que, cuando se produzca el despegue del vehículo eléctrico, la industria debe estar en disposición de tratar todas las baterías disponibles.
Llamó especial atención el proyecto ILUNION Batteries, presentado por Pedro Martín, que, como explicó, “será un centro especial de empleo situado en Valladolid, con más de un 70% de empleados con discapacidad para unir la parte ambiental con la parte social”. Además de, según sus previsiones, alcanzar las 6.000 toneladas de baterías de litio tratadas al año.
La importancia del control de los residuos por parte de los productores de baterías fue un punto en común entre todos los participantes, quienes no situaron la circularidad como una estrategia para cumplir el reglamento, sino como una colaboración esencial para controlar los materiales y los residuos.
Los objetivos de circularidad están claros, pero la consecución de estos solo es posible si “se consigue acompasar la oferta de materias primas recicladas con la demanda de éstas para la fabricación de nuevas baterías” explicó Martín. Además, como apuntó Kaifer, es imprescindible que el “vehículo eléctrico despegue” y que exista una “rentabilidad económica”, a lo que Yuste añadió la importancia de que exista “apoyo por parte de las instituciones”.
Asimismo, durante la mesa redonda se definieron los principales retos de la Economía Circular en materia de tratamiento de baterías. En este sentido, Kaifer insistió en que “el principal reto es que haya toneladas y se clarifique la incertidumbre del mercado”. Además, la trazabilidad se confirmó por los participantes como un factor imprescindible para garantizar el control.
Según los participantes, con la regulación normativa necesaria, la trazabilidad, el apoyo del Gobierno y la rentabilidad económica como claves para dar sentido a la Economía Circular en la fabricación de las baterías de movilidad eléctrica, el reto de alcanzar los objetivos de sostenibilidad está más cerca.
Factor social imprescindible
La Economía Circular no se entiende si no es con propósito. El factor social es inherente a las estrategias de economía circular y así lo evidenciaron los casos de éxito protagonista de la segunda mesa redonda, titulada ‘Casos de éxito y buenas prácticas empresariales’. Estuvo moderada por la propia conductora del evento, Lucía Mateo, y contó con la participación del director general de la Fundación Inserta Innovación, Francisco Botía; el director general de SQRUPS, Raúl Espinosa; el director general de Insertega, Juan Mejide, y el Global Lead de Sustainability Shopping Experience de Amazon, Nacho García-Valdecasas.
Para Botía, “la Economía Circular es un propósito en sí mismo, en lo que hace y en cómo lo hace, tiene que tener un carácter social y un carácter inclusivo”. Y así se reflejó en cada uno de los proyectos expuestos, en los que los procesos de economía circular para la transformación de residuos en materias primas contaban con un componente social imprescindible para su desarrollo.
Todos los participantes coincidieron en el peso del propósito social, pero también en que “el concepto de sostenibilidad está cada vez más arraigado y todo empieza por educar”, como comentó Espinosa. Incluso García-Valdecasas fue un paso más allá, afirmando que “la formación y concienciación son imprescindibles”. Al igual que lo es, para Mejide, la colaboración: “El propósito debe estar incluido y no ser un añadido, y para eso la colaboración es imprescindible”.
El viceconsejero de Medioambiente y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Rubén Rodríguez, fue el encargado de clausurar la jornada. “Los agentes económicos se comprometen a la transformación de una economía lineal a una economía circular”, declaró.
La sostenibilidad de las soluciones de movilidad eléctrica solo puede entenderse en el marco de la Economía Circular con propósito. Si no existe una estrategia de control de residuos por parte de los fabricantes de baterías y una colaboración activa con los gestores de residuos, el impacto ambiental del nuevo modelo de movilidad puede ser fatal para el planeta. De ahí la importancia de una respuesta en forma de inversión por parte del gobierno, de una regulación común y de la educación en nuevos hábitos de consumo.