"¿De qué sirve contar a los niños que el número de gorriones está descendiendo debido al uso de pesticidas si nunca han visto un gorrión?". Quien lanza la pregunta es alguien acostumbrada a hacerlas por su profesión de maestra de primaria en un centro educativo público. Se trata de Miriam Leirós, coordinadora de Teachers For Future Spain (Profes por el futuro), el movimiento que lucha por acercar a los alumnos a la naturaleza y crearles conciencia de los riesgos que supone no cuidar el planeta. Desde hace años, los docentes integrados en esta plataforma reivindican que la educación ambiental forme parte del currículo educativo y que sea transversal a todas las materias ya que, en su opinión, "la educación está desnaturalizada".
"¿De qué sirve contar a los niños que el número de gorriones desciende por el uso de pesticidas si nunca han visto un gorrión?"
Esta reivindicación la han hecho llegar este mismo jueves directamente al Gobierno a través de sendas reuniones con las ministras en funciones para la Transición Ecológica y de Educación, Teresa Ribera e Isabel Celaá respectivamente. Coincide con el lanzamiento la campaña '28.000 por el clima', una invitación a que los 28.000 centros escolares españoles participen en programas en defensa del medio ambiente y de la sostenibilidad. Entre sus pretensiones, celebrar dos veces al mes acciones ligadas que recuerden que el planeta está en peligro e instaurar en todos los centros la figura del responsable de sostenibilidad, encargado de velar porque todas las áreas del centro estén alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y se reduzca su huella ecológica.
"La educación ambiental es una gran carencia en las aulas", dice Miriam Leirós. "Con cada cambio de Gobierno hay una ley educativa nueva, pero ninguna ha sido lo suficientemente ambiciosa en este aspecto, la más avanzada fue la Logse. Nosotros reclamamos una educación ambiental de calidad y transversal, que atraviese el currículo de arriba abajo y pase por todas las áreas. No puede ser una asignatura que los niños vean como algo aislado, porque la educación ambiental está relacionada con todos los aspectos de la vida".
Teachers For Future hace también un llamamiento para que los alumnos tomen contacto directo con la naturaleza. Según Leirós, "los niños están haciendo unas jornadas maratonianas por la falta de conciliación laboral, cuando acaban sus jornadas lectivas pasan a actividades extraescolares y la mayoría de horas las pasan en espacios cerrados. Nos encontramos casos reales en los que niños de ocho años diferencian antes dos tipos de móviles que dos hojas de árbol".
Para esta educadora, "también es fundamental la sensibilización de los maestros y de que echen mano de la imaginación. A veces pequeñas cosas son útiles, por ejemplo si estamos estudiando las medidas pequeñas como centímetros o milímetros, salgamos al patio a medir hojas. Todos tenemos oportunidades de acercar a los niños y niñas a la naturaleza aunque el currículo, la burocracia y la falta de herramientas no ayuden".
"Los niños educan a los mayores"
La coordinadora de Teachers For Future no concibe que aún haya personas que nieguen el cambio climático, cuando "el 95% de los estudios científicos coinciden en que existe un cambio climático antropogénico. Sobre esta cuestión ya debería acabarse la discusión porque el tiempo se nos está acabando, como dicen los jóvenes". Miriam se refiere al movimiento Fridays For Future, liderado por jóvenes en todo el mundo que hace meses decidieron parar todos los viernes para reclamar a los gobernantes que pongan en marcha medidas efectivas para frenar el calentamiento global. El icono mundial del movimiento es Greta Thunberg, una joven sueca de 16 años con síndrome de Asperger que estos días participa en la Cumbre del Clima que se celebra en Nueva York.
"Greta Thunberg ha sido desde el principio un referente muy positivo para mis alumnos"
"Greta ha sido desde el principio un referente muy positivo para mis alumnos en muchos aspectos", asegura Miriam Leirós. "Primero por el hecho de que una joven se alzara para llamar la atención contra el cambio climático, y también porque sea una persona con síndrome de Asperger. Los niños y niñas se encuentran de pronto con alguien que no va persiguiendo los estereotipos típicos de moda, de belleza, sino que sus intereses van en pro de la naturaleza, en pro de beneficiar a todo el mundo, y que es una niña normal capaz de hacer un montón de cosas".
Según ella, han tenido que ser los jóvenes los que han salido a la calle para convertirse en un revulsivo, para tirarnos de las orejas y decirnos ‘qué estáis haciendo, qué mundo nos estáis dejando, poneos las pilas ya’. Ellos nos dan una enorme lección en dos sentidos, por un lado por la capacidad de movilización que han demostrado y por otra, que lo hacen a cambio de nada. Tenemos mucho que aprender de estos jóvenes".
En su opinión, los alumnos que participan en iniciativas como las que propone Teachers For Future "son los que van a pedir en casa que la magdalena del desayuno no venga envasada individualmente o quienes piden un bocata para el recreo para no dejar residuo en el colegio. Los niños son los que llevan la educación a los mayores", concluye la educadora.