
El ODS 7 (Energía Asequible y no contaminante) escaló desde la duodécima posición hasta la primera como prioritaria para las organizaciones iberoamericanas en los dos últimos años. Así lo destaca el II Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica elaborado por EAE Business School junto al Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE), que atribuye este ascenso a la situación geopolítica, que afecta al aumento del coste de la energía y también va acompañada del compromiso de descarbonización que tiene que sufrir la economía.
El estudio, en el que se recogen opiniones de cerca de 300 empresas y asociaciones de 20 países de todos los sectores, tiene como objetivo tener una mayor visión sobre la situación actual de las tendencias en materia de RSC en empresas. En su presentación, celebrada en la sede de la CEOE, estuvieron presentes el decano de EAE Business School Madrid, Antonio Rodríguez; el secretario general de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE), Antonio Magraner; y el secretario permanente de CEIB, Narciso Casado.
Para el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que participó telemáticamente en el evento, “la sostenibilidad es la palanca imprescindible para el desarrollo económico y social de Iberoamérica. Este informe ofrece un mapa completo de lo que es la sostenibilidad en Iberoamérica, que, desde hace tiempo, está en el centro de las políticas de actuación de centenares de empresas de la región”.
En su intervención, además, Garamendi animó a las empresas e instituciones a seguir impulsando las alianzas público-privadas para reactivar la economía tras la pandemia: “debemos seguir trabajando en esta línea y que jornadas como estas nos ayuden a impulsar la sostenibilidad”.
Por su parte, May López, autora del informe y directora del MBA Sustainability Management de EAE Business School, señaló que “el compromiso de neutralidad climática y, por ende, de descarbonización de la economía, con normativas como el reglamento de taxonomía, han generado que se empiece a desinvertir en petróleo, gas y carbón y empiece una especulación de la energía reforzada por la actual guerra de Ucrania. Esta situación impacta en las organizaciones Iberoamericanas, que hace que sitúen al ODS 7 como uno de los objetivos globales claves a priorizar”.
Después de la energía asequible y no contaminante, la igualdad de género y la salud y el bienestar son otros dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) prioritarios para las organizaciones.
La investigación señala que, en la actualidad, la RSC está fuertemente marcada por la preocupación medioambiental (40,1%), la ética (38,8%) y la integridad (26,9%) de las organizaciones, tanto en grandes empresas como en asociaciones y PYMES.
Así, el cambio climático (24,5%) y la crisis económica (24,5%) se posicionan como los principales riesgos para las organizaciones iberoamericanas en los próximos años, siendo las grandes compañías las más preocupadas por dejar un mejor legado frente al cuidado del planeta y los recursos naturales. Y, en tercer lugar, se sitúa la ciberseguridad (20,4%), lo que refleja la creciente inquietud por proteger los datos y la información de las empresas.
A nivel geográfico, el estudio distingue una mayor preferencia por la aplicación global de los planes de RSC en los países situados en Europa, es decir, España, Portugal y Andorra, en los que estos se aplican en un 74,4%, respecto a los países situados en América, en un 47,40%. Esta diferencia es, en parte, debida al establecimiento de normas por parte de la Comisión Europea que afectan en mayor medida a las empresas de la Unión Europea pero que implican a toda su cadena de valor.
Objetivos de Desarrollo Sostenible y cuestiones ASG
El II Observatorio también pone de relieve el protagonismo de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se han incorporado a la estrategia del 40% de las organizaciones encuestadas. De las restantes, un 26% afirma que están en proceso y el 30% aún no lo ha hecho.
A este respecto, en Europa, esta integración se está llevando a cabo en un 84% de las empresas, frente a un 63% de las localizadas en América. Y esta incorporación de los ODS va de la mano del establecimiento de criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo), que el 70,1% de las empresas iberoamericanas ya los han integrado (39,5%) o están en proceso (30,3%) y que permiten medir el impacto y la evolución de la organización en este sentido.
Además, según el informe, tres de cada cuatro organizaciones encuestadas (75,4%) manifiestan estar de acuerdo con que la RSC se consolidará como una forma natural de hacer negocios, de la misma manera que lo han ido haciendo otras funciones, como la de calidad.
“Por primera vez en la historia, estamos viviendo una crisis de sostenibilidad y son muchos los retos a los que nos enfrentamos, con el riesgo que supone no abordar esta crisis de sostenibilidad de manera coherente, eficiente y coordinada”, explicó May López.
En esta línea, añadió que “esta crisis, además de un reto, supone una oportunidad de integrar de forma irreversible la RSC y las estrategias de sostenibilidad en todo tipo de organizaciones, contribuyendo, de esta forma, a la recuperación económica, social y ambiental que los distintos grupos de interés nos demandan".
“Si algo caracteriza al empresario del siglo XXI es que entiende que la empresa tiene que generar un impacto positivo en sus empleados, pueblos, ciudades y regiones”, añadió Antonio Magraner, secretario general de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE). Magraner también puso de relieve la importancia de las organizaciones empresariales, que tejen sinergias con instituciones públicas. “Una empresa no puede funcionar sin un Estado fuerte, pero un país tampoco puede hacerlo sin un tejido empresarial detrás”, puntualizó.
Al respecto, la investigación revela que conocer y atender las expectativas de los stakeholders para ofrecer una propuesta de valor equilibrada para todos se ha convertido en el objetivo más importante para el 52% de las organizaciones iberoamericanas. En este sentido, los grupos de interés de ‘Medio Ambiente’ (14,9%), ‘Sociedad’ (14,5%) y ‘Clientes’ (14,2%) adquieren un mayor protagonismo entre las empresas, seguidos muy de cerca por la ‘Gobernanza’ (13,9%) y los ‘Empleados’ (13,8%). Asimismo, según el estudio, se perciben diferencias entre continentes, ya que, a mayor tamaño y localización en Europa, las empresas dan más protagonismo al ‘Medio Ambiente’. Mientras, las pymes y las empresas localizadas en América centran más su preocupación en los ‘Empleados’.
Mayor especialización y protagonismo del dirse
En la actualidad, la transversalidad e importancia estratégica de las cuestiones del área de sostenibilidad han ido poniendo de relieve la necesidad de incorporar una figura de director o profesional de sostenibilidad (dirse), mayoritariamente dependiente de Dirección General, Presidencia o Consejo de Administración.
En los últimos años, se ha podido observar una transición del “soft law a hard law” en términos de sostenibilidad, principalmente debido a las nuevas legislaciones que llegan de la Unión Europea y su rigidez, algo que refuerza la figura del dirse. Esta transición se ve reflejada en que una de cada cuatro organizaciones iberoamericanas tiene un departamento dedicado en exclusiva a la RSC. Este porcentaje se ha elevado del 82,9% al 90% en los últimos dos años, en el caso de las Grandes Empresas Iberoamericanas, que facturan más de un billón de dólares.
El secretario permanente de CEIB, Narciso Casado, aseguró que, tanto desde las 24 organizaciones empresariales del Consejo como desde las 17 de FIJE, “hemos alzado una única voz con conciencia de región, demostrando nuestro compromiso con la sostenibilidad y la RSC, un concepto que va adquiriendo más madurez, y que hemos sabido integrar progresivamente en nuestra hoja de ruta”.