
El planeta enfrenta una crisis ambiental sin precedentes: la contaminación por plásticos. Según datos recientes, el mundo produce más de 430 millones de toneladas de plástico al año, y de esa cifra, alrededor del 60% corresponde a productos de un solo uso, según un análisis citado por New Scientist. Estos plásticos, diseñados para ser utilizados durante minutos pero que persisten en el ambiente durante siglos, representan el 44% del consumo mundial de plástico, según un estudio de la Universidad de Tsinghua, en China.
Su bajo coste y alta disponibilidad los han convertido en omnipresentes, pero también en uno de los mayores desafíos ambientales del siglo XXI.
Entre 23 y 37 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos cada año, lo que representa el 85% de los residuos marinos, incluyendo zonas como la isla de plástico en el océano Pacífico, donde se acumulan millones de residuos flotantes.
De toda esta producción, 268 millones de toneladas terminan como residuos plásticos, y apenas el 14% se recicla. El resto se incinera, se entierra en vertederos o, en muchos casos, acaba en el medio ambiente. De hecho, diversos estudios estiman que entre 23 y 37 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos cada año, lo que representa el 85% de los residuos marinos.
¿Funciona el reciclaje?
El reciclaje, lejos de ser una solución definitiva, enfrenta múltiples obstáculos. En primer lugar, la infraestructura global para el reciclaje sigue siendo insuficiente. Solo el 27% de los residuos plásticos se recolectan con posibilidad de reciclaje, y de ese porcentaje, apenas la mitad completa el ciclo y se convierte en nuevo material. Aun así, iniciativas como el uso de plásticos reciclados en nuevos productos muestran avances prometedores.
Además, la complejidad de los envases de consumo, especialmente los de un solo uso, dificulta su clasificación y procesamiento. Muchos están compuestos por múltiples capas de materiales o contienen aditivos químicos que impiden su reciclaje eficiente. Aunque hay casos innovadores como Plásticos Santi, una empresa gestionada por el océano, que promueve soluciones sostenibles.
El plástico virgen sigue siendo más barato que el reciclado, lo que desincentiva a las empresas a optar por materiales sostenibles. No obstante, algunas compañías como Mercadona han eliminado los desechables de plástico de un solo uso como parte de su compromiso ambiental.
A esto se suma un problema económico: el plástico virgen sigue siendo más barato que el reciclado, lo que desincentiva a las empresas a optar por materiales sostenibles.
Un estudio de 2025, Una revisión sistemática del reciclaje de plásticos: tecnología, impacto ambiental y evaluación económica, del Repositorio Sage Journals, también destaca que las tecnologías actuales de reciclaje —mecánico, químico y biológico— enfrentan barreras como altos costos, el consumo energético elevado y dificultades de escalabilidad. Incluso en países con sistemas avanzados, como Estados Unidos, solo el 5% del plástico se recicla, mientras que más del 75% termina en vertederos.
Plásticos y cambio climático
El impacto del plástico no se limita a la contaminación visible. Su producción y degradación también contribuyen significativamente al cambio climático. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que, en 2015, la industria del plástico generó 1,7 gigatoneladas de CO₂ equivalente, y se proyecta que esta cifra aumente a 6,5 GtCO₂e para 2050, lo que representaría el 15% del presupuesto global de carbono.
La PNUMA estima que, en 2015, la industria del plástico generó 1,7 gigatoneladas de CO₂ equivalente
Además, estudios recientes han demostrado que la degradación de ciertos plásticos en vertederos libera metano (CH₄), un gas con un potencial de calentamiento global mucho mayor que el CO₂. Esto convierte al plástico en un problema climático de primer orden, más allá de su impacto en los ecosistemas.
Preocupación ciudadana
La preocupación pública por esta crisis es creciente, como se refleja en campañas y reportajes como “El océano no quiere más plástico”, que visibilizan el problema. Una encuesta global realizada por Ipsos para WWF y Plastic Free Foundation en 2024 reveló que el 85% de las personas en 32 países apoya una prohibición mundial de los plásticos de un solo uso..
En España, el informe The Circular Economy for Plastics de Plastics Europe (2024) muestra que la ciudadanía está cada vez más comprometida: el 21,7% de los plásticos producidos en el país ya son circulares, es decir, provienen de materiales reciclados o sostenibles. Además, la recogida selectiva ha superado por primera vez a la recogida mixta, lo que mejora significativamente las tasas de reciclaje.
El 50% de los residuos de envases plásticos en España se recicla, situando al país en el cuarto puesto europeo en este ámbito
Otro informe de 2024 indica que el 50% de los residuos de envases plásticos en España se recicla, situando al país en el cuarto puesto europeo en este ámbito.
Sin embargo, los expertos advierten que aún es necesario incrementar la responsabilidad del productor y mejorar la infraestructura de clasificación para lograr una economía verdaderamente circular.