España siempre ha sido un referente a nivel internacional en el sector turístico. Tal es así que en 2022 se situó en el segundo puesto del ranking de países por gasto turístico receptor a nivel mundial, después de Estados Unidos. Sin embargo, las empresas también deben considerar los retos que se presentan relacionados con el sector en el futuro.
Para hacer frente a los diferentes objetivos planteados, el Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas en España presentó en la Feria Internacional de Turismo, Fitur 2024, la hoja de ruta del sector turístico en el ámbito de la sostenibilidad. En el documento, se recogen 10 transformaciones para el progreso de la industria que se consideran prioritarias para el futuro sostenible del sector.
El Pacto Mundial de la ONU España lleva desde sus inicios promoviendo acciones con el fin de impulsar al sector turístico hacia un modelo más sostenible. En el año 2023 se relanzó el grupo con 26 empresas participantes y con un programa de tres años de duración. En el pasado año el grupo se enfocó en la sostenibilidad de manera general y los dos siguientes se centrarán en aspectos sociales y medioambientales.
La hoja de ruta presentada en el marco de la Feria Internacional de Turismo señala diferentes ejes de actuación con horizonte 2030, como acelerar la descarbonización en la industria turística, establecer objetivos de reducción de emisiones netas basados en la ciencia en línea con el límite de 1,5ºC o disminuir el consumo de energía en las oficinas e instalaciones en un 30% en 2025.
Asimismo, siendo la digitalización el eje común y transversal de las temáticas planteadas, el grupo definió una serie de indicadores y compromisos cuantificables para cada una de las transformaciones con el propósito de llevar a cabo una medición real de su implementación y efectividad.
Fomento de la descarbonización
La primera transformación presentada trata de fomentar la descarbonización en la industria turística. De este modo, exige revisar toda la cadena de valor para poder reducir el impacto negativo de las operaciones e infraestructuras y poder mantener al turismo como un sector competitivo.
En este sentido, los indicadores de la hoja pretenden establecer objetivos para conseguir reducir emisiones netas basados en la ciencia en línea con el límite de 1,5ºC para 2030, contribuir a una transición justa que aborde los impactos sociales del cambio climático y apostar por el 100% de energías renovables para 2050.
Implantación de la economía circular en toda la cadena valor
Según recoge el Pacto Mundial, el modelo económico basado en “extraer, producir, consumir y desechar” es una de las principales causas de la degradación del medioambiente y del calentamiento global. Ante ello, se remarca la economía circular como un requisito indispensable para alcanzar un turismo sostenible.
Existen distintas acciones que las empresas del sector pueden llevar a cabo con el fin de adoptar un modelo circular. Sin embargo, los principales indicadores son reducir progresivamente los residuos generados para 2030, reutilizar los productos utilizados en toda la cadena de valor e impulsar una cadena de valor totalmente circular para 2050.
Preservación de los ecosistemas, la biodiversidad y los recursos hídricos
El principal atractivo del turismo son los recursos del destino, tanto naturales como culturales o urbanísticos, aunque todo ello se ve amenazado por los efectos del cambio climático que generan una pérdida de biodiversidad, escasez de agua, destrucción de los ecosistemas, o fenómenos meteorológicos extremos.
Por ello, el Pacto Mundial defiende la necesidad de pasar a la acción con urgencia, apostando por aumentar las energías renovables, desarrollar la resiliencia del agua en sus operaciones y cadenas de suministro, colaborar para lograr un impacto hídrico positivo en al menos 100 cuencas vulnerables prioritarias para 2030 y fomentar el respeto y cuidado por los ecosistemas terrestres y marinos, así como su biodiversidad para 2025.
Apuesta por la movilidad sostenible
El transporte es responsable de más del 75% de las emisiones de CO2 del turismo y, según las estimaciones recogidas por la organización, se espera que estas emisiones aumenten un 25% para 2030 con respecto a los niveles de 2016.
Ante ello, se considera esencial potenciar soluciones dentro del sector para impulsar un cambio que apueste por la movilidad sostenible. Los pilares del plan de acción tratan de fomentar entre la plantilla la selección de medios de transporte sostenibles, apostar por los biocombustibles y los vehículos eléctricos para 2030 y mejorar las infraestructuras de los transportes.
Consolidación de una cultura empresarial diversa e inclusiva
Según el Pacto Mundial de la ONU España, el Objetivo de Desarrollo Sostenible más trabajado por el sector turístico es el ODS 5, sobre la igualdad de género, y el ODS 10, sobre la reducción de desigualdades, ambos muy relacionados con la diversidad e inclusión.
La institución asegura que una gestión adecuada de la diversidad e inclusión tiene como resultado un incremento del volumen de negocio, por lo que recoge la necesidad de garantizar la igualdad de representación, participación y liderazgo en todos los niveles de gestión para 2030, asegurar la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor en 2030 y establecer medidas que fomenten la diversidad e inclusión en toda la organización en 2030.
Garantía de un trabajo decente en todas las personas empleadas
Más de 230 millones de personas trabajan en el sector turístico de manera directa. Por ello, se debe integrar unos valores éticos que establezcan condiciones dignas en todos los puestos de trabajo y que permitan a las empresas del sector continuar su camino a la sostenibilidad.
En consecuencia, el plan de acción anota la necesidad de garantizar que el 100% de sus personas trabajadoras gane un salario digno para 2030, establecer planes de acción con contratistas y entidades socias de la cadena de suministro para lograr salarios dignos y mejorar las condiciones laborales de la plantilla para lograr su estabilidad.
Impulso de la transparencia y diligencia debida de la cadena de suministro
A raíz de la futura Directiva Europea sobre diligencia debida, muchas empresas deberán establecer medidas para detectar, prevenir, mitigar y eliminar impactos negativos contra el medioambiente o los derechos humanos en cualquier punto de su cadena de valor.
Por tanto, es esencial que desde el sector turístico se comience a aplicar medidas en toda la cadena de valor para conseguir garantizar que las personas trabajadoras de la cadena de suministro cumplan con condiciones de trabajo dignas para 2030, apostar por acuerdos con empresas proveedoras de proximidad y de confianza y formar y evaluar a las empresas proveedoras en criterios de sostenibilidad.
Promoción del diálogo con las comunidades del entorno
En ocasiones existe un descontento de la población local respecto a la gran masificación del sector en zonas turísticas. Ante esta problemática, es necesario poder colocar a la comunidad local en el centro de la actividad turística, haciéndola protagonista de las decisiones.
En la hoja a seguir, la organización perteneciente a las Naciones Unidas marca el objetivo de aumentar la organización de encuentros con distintos actores del sector turístico para 2030, invertir en la comunidad local apoyando proyectos con ONG y diseñar los viajes respetando al entorno y concienciar de ello a los turistas.
Implementación de procesos de buen gobierno y anticorrupción
Las empresas del sector turístico están llamadas a establecer procesos éticos con el fin de luchar contra la corrupción, lo cual es uno de los mayores obstáculos al desarrollo económico y social en todo el mundo y tiene impactos considerables en el sector privado.
Los turistas están cada vez más concienciados y valoran la transparencia y buen gobierno de las empresas del sector, por lo que es esencial que se destinen grandes esfuerzos a garantizar el cumplimiento de los estándares establecidos.
Ante ello, los objetivos del Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas en lo referente a este tema son: establecer políticas de buen gobierno y revisar su cumplimiento periódicamente, formar al 100% de la plantilla y proveedores en materia de anticorrupción para 2025 y aplicar penalizaciones en los casos de corrupción tanto dentro como fuera de la empresa.
Intercambio de conocimientos a través de alianzas estratégicas
Finalmente, las alianzas en el sector turístico son un aspecto clave para la transformación hacia un modelo más sostenible, por lo que los indicadores de la hoja de ruta tratan de establecer al menos dos alianzas público-privadas o con asociaciones, evaluar el impacto de cada alianza periódicamente y apostar por alianzas multiactor para aprovechar el conocimiento compartido.
El Pacto Mundial señaló que desde el año 2015 son más de 100 empresas de distintos tamaños y ámbitos de la industria turística las que se unieron en sesiones de trabajo destinadas a sumar esfuerzos en el camino hacia la sostenibilidad del sector, lo que lo acompaña el Grupo de Trabajo de Turismo que se relanzó en 2023 con 26 empresas participantes.