En 2024, los datos que muestra el informe ‘La Red del Cambio’ confirman que la compraventa de productos reutilizados pasa de ser una tendencia creciente entre los consumidores españoles para convertirse en una realidad de consumo. De hecho, actualmente, el 94% de los españoles se plantea escoger productos reutilizados ante cualquier ocasión de compra.
Esta consolidación de un modelo de consumo más circular no sólo se refleja en la compra de productos reutilizados, sino también en su venta. Y es que, como destaca el estudio elaborado por Wallapop y 40db, ocho de cada 10 españoles afirman revisar al menos una vez al año los productos que tienen en casa para venderlos y, en cinco años, el 70% cree que lo hará con mucha frecuencia.
En contrapartida, el 65% de los españoles dice comprar productos reutilizados de manera habitual. En comparación con otros estudios externos de consumo circular en Europa, España registra niveles similares a Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia o Países Bajos, todos ellos países de larga tradición en circularidad, donde entre el 60 y el 70% de las personas sigue esta práctica.
La reutilización se convierte así en un acto cotidiano entre los consumidores, que experimentará una estabilización a largo plazo. Nueve de cada 10 personas afirman que, en los próximos tres años, comprarán tantos productos reutilizados como ahora, o incluso más.
Consumo más circular
En un contexto socioeconómico marcado por la inflación, para el 94% de las personas el precio es determinante en todas sus decisiones de consumo. Sin embargo, en la compraventa de reutilizados se complementa en ocasiones con otras motivaciones más emocionales, ligadas a un deseo de consumo distinto: el 47% compra reutilizado motivado por un consumo más responsable, encontrar productos originales o comprar productos descatalogados, especiales, originales o con una historia detrás, mientras que, a la hora de vender, el 56% tiene en cuenta razones asociadas a la sostenibilidad como puede ser no acumular, reutilizar o ayudar a otros.
Los resultados del estudio ‘La Red del Cambio 2024’ muestran un consumidor que desea ser más consciente en lo que respecta a sus tendencias de compra y venta. En el horizonte 2030, el 92% reflexionará más sobre si necesita un producto o no antes de comprarlo y el 89% preferirá vender los productos que no necesita, para que otros puedan usarlos, antes que guardarlos.
Este deseo de sostenibilidad también se refleja en nuevas demandas con los actores del mercado, especialmente ligadas a una mayor transparencia en términos de sostenibilidad y calidad de los productos. En esta línea, el 77% de la población agradecería poder visualizar el impacto ambiental de sus compras y casi siete de cada 10 consumidores prefieren un producto de calidad comprado de segunda mano a algo nuevo, pero de mala calidad.
Además, más de ocho de cada 10 personas estarían interesadas en que los productos tuvieran un etiquetado aludiendo a la durabilidad, materiales empleados o posibilidades de reciclaje, en línea con la nueva Ley de Consumo Sostenible que ya prepara el Gobierno.
Nuevos modelos de consumo reutilizado
De cara al futuro de la compraventa de productos reutilizados, el uso mayoritario entre la población española de este tipo de artículos ha propiciado que los consumidores busquen nuevos modelos en el sector, impulsando la sofisticación y la irrupción de otros profesionales. En este sentido, los productos reacondicionados, es decir, aquellos que son reutilizados, pero han pasado por un proceso de puesta a punto y garantía por parte de un profesional, experimentarán una creciente demanda.
Actualmente, uno de cada cinco personas afirma haber comprado más productos reacondicionados que el año pasado; y en cinco años, nueve de cada 10 comprará al menos tantos productos reacondicionados como nuevos, e incluso más, y sólo un 8% de las personas en España no habrá comprado nunca este tipo de artículo.
“La sociedad española es ahora más sostenible de lo que era hace 10 años y, en un contexto económico como el actual, la reutilización se presenta como una respuesta a las tensiones entre sostenibilidad, precio y un mermado poder adquisitivo”, señaló Pol Fàbrega, responsable de sostenibilidad en Wallapop.
“En los últimos años hemos conseguido eliminar las barreras y prejuicios asociados a la compraventa de productos reutilizados, hasta el punto de que se ha convertido en una opción generalizada entre la población en España, además de una alternativa para vender los objetos de casa y darles una segunda vida, garantizando la perdurabilidad de oferta que hace posible un consumo más circular”, añadió.