Más de 17 millones de españoles (un 34% de la población) vive en zonas vulnerables a la contaminación de sus aguas por nitratos procedentes de fuentes agrícolas. En términos geográficos, dichas zonas se extienden por un total de más de 122.000 kilómetros cuadrados, lo que supone más de un quinto del total del territorio nacional.
Para concienciar sobre la necesidad de proteger nuestros acuíferos y recursos hídricos, la compañía especializada en software y tecnología geográfica Esri, lanzó un story map y un cuadro de mando interactivo, elaborados con datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
La mayoría de las personas obtienen agua potable de fuentes superficiales, como ríos y lagos, pero el agua subterránea también es un recurso valioso y necesario que, además, está protegida de la evaporación y la contaminación. Sin embargo, la sobreexplotación de los acuíferos y la contaminación, especialmente, proveniente de la agricultura y ganaderías intensivas, puede afectar seriamente a su calidad y cantidad. La sobreexplotación se produce cuando el agua se extrae a una tasa más rápida de lo que se puede reponer naturalmente, lo que puede provocar la disminución del nivel del agua y su salinización.
Impacto de las macrogranjas en la calidad del agua
Las macrogranjas o granjas industriales pueden tener un impacto significativo en la calidad de las aguas subterráneas y ser una de las principales causas del aumento de los niveles de nitratos en el suelo, dado que mantienen muchos animales en espacios reducidos, generan una gran cantidad de estiércol y otros residuos difíciles de desechar.
Aragón, con 190 macrogranjas, es la comunidad con mayor concentración de estos complejos, seguida de Castilla y León (103) y Castilla-La Mancha (91). A estas tres comunidades le siguen Andalucía (60), Cataluña (45), la Comunidad Foral de Navarra (37), Galicia (20), Murcia (16), C. Valenciana (9), Extremadura (7), País Vasco (2) y Canarias (1).
A menudo, los agricultores utilizan el estiércol como fertilizante para los cultivos. Sin embargo, si se aplica en exceso, el estiércol puede infiltrarse en el suelo y contaminar las aguas subterráneas. El estiércol es rico en nitrógeno, lo que puede resultar en altos niveles de nitratos en el agua subterránea, que pueden ser peligrosos para la salud humana, especialmente para los bebés y las embarazadas.
PERTE de digitalización del ciclo del agua
La contaminación de las fuentes de agua subterránea puede ser muy difícil de remediar. Por lo tanto, es fundamental que se tomen medidas para proteger y conservar el agua como, por ejemplo: hacer un uso eficiente del agua, reduciendo su uso cotidiano para conservar los recursos hídricos; realizar un tratamiento adecuado de las aguas residuales; desarrollar modelos de agricultura sostenible; y monitorizar y gestionar de manera inteligente los acuíferos, empleando tecnología geográfica.
En marzo de 2022, el MITECO aprobó el ‘Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Digitalización del Ciclo del Agua’, una herramienta para transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua y lograr llevar a cabo, entre otras, las medidas mencionadas para proteger y conservar los recursos hídricos, con una inversión prevista de más de 3.000 millones de euros.
En este sentido, en el marco de la convocatoria del PERTE, se presentó el ‘Catálogo de Soluciones de Digitalización del Regadío’, el cual busca mejorar el conocimiento sobre el uso del agua, reducir las pérdidas en las explotaciones de regadío y optimizar su eficiencia energética y productividad, así como mejorar el empleo de fertilizantes y plaguicidas.