
El desperdicio alimentario en España sigue una tendencia descendente desde la pandemia de COVID-19, cuando se produjeron cifras máximas en el desecho de alimentos. Durante 2022, los españoles tiraron a la basura 1.201 millones de kilos de alimentos y bebidas sin consumir, un 6,2 % menos que en el ejercicio 2021, según concluye el informe ‘Desperdicio Alimentario en España 2022’, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Otros datos reflejados en el informe indican que cada español tiró de media a la basura 25,31 kilos de alimentos y el número de hogares que no desperdicia alimentos subió al 30 % (26% en 2021). Además, en 2022 mejoró el aprovechamiento de alimentos frescos con respecto a 2021. La mayor reducción de desperdicio se da en frutas (-8%), verduras y hortalizas (-3,4%) y la leche líquida (-2,8%). Por el contrario, aquellos alimentos en los que se realiza una peor gestión del aprovechamiento serían los embutidos (+3,2%), platos preparados (+5%) y pastas (+9,5%).
Campañas de concienciación
A pesar de estos datos positivos, las cifras del desperdicio alimentario continúan siendo preocupantes tanto en España como a nivel global y, por ello, la ONU estableció hace cuatro años la celebración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos cada 29 de septiembre.
Desde entonces, han surgido numerosas iniciativas privadas, públicas y desde la sociedad civil y el tercer sector que buscan sensibilizar sobre este problema acuciante, con negativas consecuencias sociales y ambientales. Por ejemplo, este año CODESPA y A+Familias han emprendido la campaña Yaya’s Consulting, cuyo objetivo es que empresas y consumidores encuentren soluciones prácticas y consejos para un mejor aprovechamiento de los alimentos.
Elena Martínez, subdirectora de CODESPA, explicó en el lanzamiento de la campaña que “con esta iniciativa queremos unir esfuerzos de empresas y organizaciones sociales comprometidas por un objetivo común: el consumo responsable”. “En CODESPA, estamos convencidos de que la sensibilización tiene que orientarse a pequeñas acciones que, aplicando el sentido común, tenemos al alcance cada uno”, subrayó.
Por su parte, Javier Dias de la Fuente, director de A+Familias, comentó que “el corazón de A+Familias son las personas en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas mujeres, madres y abuelas, que, por su situación, han desarrollado habilidades y capacidades para no desperdiciar alimentos”.