
En un vídeo, narrado por Eva Amaral y musicado por Juan Aguirre, que la banda zaragozana ha realizado de forma desinteresada, se explica por qué es necesario dejar de autorizar este tratamiento veterinario para preservar la población de buitres en España. Esta ave es esencial para mantener la salud humana y la del medio ambiente, ya que con su dieta necrófaga, es decir, basada en el consumo de cadáveres de animales, contribuye a reducir la contaminación de las fuentes de agua y el riesgo de enfermedades asociadas a ella, e incluso las emisiones de CO2, ya que su presencia hace innecesario incinerar los restos animales.
“Nos sumamos a esta campaña con la esperanza de que los organismos encargados de terminar con esta grave amenaza para el ecosistema tomen cartas en el asunto, ahora que estamos a tiempo de evitarlo con un sencillo gesto, han dicho Eva Amaral y Juan Aguirre, componentes del grupo. Solo así se podrá garantizar que “nunca dejemos de admirar el vuelo de, por poner un ejemplo, los buitres negros en la Sierra de Guadarrama. Imponentes amos y señores de las alturas”, añadieron. El diclofenaco es un antiinflamatorio de uso veterinario, pero inocuo para las personas, que causó la práctica extinción de los buitres en el subcontinente indio en la década de los 90, y que sigue poniendo en riesgo las poblaciones de estas aves en España, que cuenta con una de las mejor conservadas. Por eso, la campaña ‘No seas buitre, déjame serlo a mí’, puesta en marcha por SEO/BirdLife, WWF España, SPEA, Vulture Conservation Foundation y BirdLife Europe continúa en marcha, sumando firmas de ciudadanos y otras entidades para lograr la retirada de ese tratamiento veterinario del mercado.
El buitre contribuye a reducir la contaminación de las fuentes de agua, el riesgo de enfermedades asociadas a ella y las emisiones de CO2
Alternativa eficaz y segura
Según un estudio realizado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), existen alternativas igual de eficaces y con un coste económico similar, como el meloxicam, un antiinflamatorio seguro para los buitres, por lo que el sector ganadero no se vería afectado económicamente por el cambio. El apoyo de Amaral se produce en un momento clave, ya que todavía está pendiente que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) resuelva si sigue autorizando o no el uso veterinario del diclofenaco en España. Si no se prohíbe, “cada año podrían morir en torno a 6.000 ejemplares de buitres leonados en el país, lo que supondría un declive anual del siete por ciento de la población, según una investigación requerida por la propia Aemps”, afirma Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife. Por su parte, Luis Suárez, responsable del Programa de Biodiversidad de WWF España, señala que ese riesgo ya es evidente “como se ha comprobado en el último estudio del (Mapama) que demuestra la presencia de cadáveres con diclofenaco al alcance de buitres silvestres”.