El documento detecta como principales tendencias globales de responsabilidad social los retos vinculados a la demanda de transparencia, la fiscalidad responsable, el ‘Big Data’, el cambio climático o los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En el estudio, que fue presentado en un acto presidido por Albero Durán, presidente de Forética y presidente de ILUNION, junto con Miguel Ángel García, director general de la Economía Social, el Trabajo Autónomo y la RSE del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, se destaca que un 76 por ciento de los ciudadanos ponen en valor que el comportamiento responsable de las empresas debe ser totalmente prioritario. Además, un 50 por ciento cree que siendo más responsables las empresas obtendrían mayores beneficios económicos y, por primera vez, los ciudadanos consideran una “buena empresa” aquella que en primer lugar cuida a sus empleados por encima de la calidad de sus productos y servicios.
Asimismo, el informe estudia el grado de desarrollo de la RSC en España tanto desde la óptica de las políticas públicas, donde destaca la reciente aprobación por parte del Consejo de Ministros de la Estrategia Española de RSE, como desde la perspectiva empresarial en la que detecta la persistencia de una brecha en cuanto a la adopción de políticas de RSE entre grandes empresas y pymes.
Consumo responsable
El informe de Forética también analiza la implicación ciudadana en la responsabilidad social, señalando una tendencia favorable al crecimiento del consumo responsable. En este sentido, se pone de manifiesto que un 36,2 por ciento de la población –12 millones de consumidores– son receptivos a la RSC, una cifra que se incrementa por primera vez desde 2008. Además, seis de cada 10 consumidores afirman que ante dos productos de similares características comprarían siempre el más responsable, aunque fuera más caro.
Los ciudadanos se informan fundamentalmente de la responsabilidad social de un producto a través del etiquetado (un 43,6 por ciento) pero un 55 por ciento se queja de que resulta difícil encontrar y entender la información que sobre su responsabilidad dan las empresas y un 60 por ciento llega a considerar poco creíble la información de las empresas sobre sus prácticas responsables.
Otro hallazgo del informe es la importancia de la activación del consumo responsable en el punto de venta a la hora de impulsar el consumo responsable, haciendo que se duplique la discriminación positiva por parte de los consumidores.
En cuanto al comportamiento de boicot en el consumo responsable, el 44 por ciento de la población ha dejado de comprar alguna vez un producto por no considerarlo responsable y nueve de cada diez encuestados afirman que, en caso de tener certeza de un comportamiento irresponsable por parte de la marca, dejarían de adquirir un producto o servicio.
Jaime Silos, director de Desarrollo Corporativo de Forética y director del estudio, dijo con respecto a estos datos que “esta oportunidad que supone la sostenibilidad hace que las agendas de las compañías hayan pasado de una aproximación de la responsabilidad social basada en reputación, hacia una visión estratégica, vinculada a la mitigación de riesgos y la generación de oportunidades de negocio”. Perfil del ciudadano responsable El Informe de Forética dibuja el perfil del ciudadano consciente, al que describe como el más propenso a consumir de una forma responsable. Tendría una edad de entre 55 y 65 años, un nivel sociocultural alto o medio/alto, estudios superiores y viviría en una población de más de 50.000 habitantes.