
En la cuarta de las sesiones de la edición de 2021 de EduFin Summit, organizada por el Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA y en la que participaron un total de 25 ponentes de 12 países, se puso de manifiesto que tanto el sector privado como el público deben colaborar para mejorar las estrategias y los planes nacionales de educación e inclusión financieras.
Diana Mejía, especialista sénior en Inclusión Financiera de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, abordó los beneficios que supone coordinar a los sectores público y privado para llevar a cabo políticas de inclusión financiera y educación. En este sentido, señaló que “el sector privado está muy posicionado para llegar a una audiencia amplia. Tiene contacto directo con los clientes y usuarios financieros, lo que le permite aprovechar momentos propicios para la enseñanza en el momento en el que las personas están tomando decisiones financieras importantes”.
Por su parte, Gautam Bhardwaj, cofundador de pinBox Solutions, explicó en el arranque de la jornada la necesidad de que las habilidades financieras sean sólidas y duraderas en los países en desarrollo. “No queremos un cambio conductual a corto plazo sino sostenido, que se mantenga durante la vida laboral de la persona”, aseguró.
A su juicio, es necesario vencer la resistencia hacia temas básicos para la salud financiera como la planificación del retiro y la solución para ello debe pasar por facilitar los conceptos financieros para que la población pueda asimilarlos rápida y eficazmente. “Cuanto más sencillo, más fácil de entender y mayor grado de aceptación”, explicó Bhardwaj.
Para este especialista, además, otra solución es implicar a la figura del empleador en la enseñanza de educación financiera de sus trabajadores. Para ello, tal y como reveló, la entidad ha puesto en marcha una plataforma que facilita a las personas que emplean a trabajadores en su hogar contenidos de educación financiera y acceso a soluciones digitales financieras.
Trabajo social y salud financiera
Por otro lado, Carmen Pérez, directora general de la fundación de microfinanzas y emprendimiento Nantik Lum, aludió en su intervención a la la labor que los trabajadores sociales pueden desempeñar en educación financiera, especialmente con personas vulnerables. En esta línea, explicó que “a pesar de la importancia de la salud financiera, hemos detectado el desconocimiento que hay del tema por parte de estos trabajadores”.
Por este motivo, tal y como destacó Pérez, Nantik Lum ha puesto en marcha un programa específico de formación para ayudar a estos profesionales a mejorar su intervención, sobre todo en el aspecto económico, con personas vulnerables, basado en cuatro puntos básicos de salud financiera: “gasto, ahorro, endeudamiento y planificación”.
Esta cuarta sesión de EduFin Summit se cerró con la novedad de un taller interactivo conducido por Noelia Cámara, economista principal en la unidad de Regulación y Tendencias Digitales de BBVA Research. El objetivo de esta actividad fue el de abordar los principales retos de los distintos marcos de colaboración para impulsar la educación financiera.
El taller abrió sus micrófonos para que los asistentes aportaran sus puntos de vista en tres bloques de debate: casos de éxito; obstáculos a la hora de establecer colaboraciones; y perspectivas y elementos disruptivos para expandir la educación financiera a gran escala.
En el turno de intervenciones del primer bloque, los participantes recordaron, como ejemplos de buenas prácticas, el Plan Nacional de Educación Financiera del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV); el programa ‘Tus finanzas, tu futuro’, de la Asociación Española de Banca en colaboración con Junior Achievement; el programa de educación financiera de Nantik Lum con la Universidad de Comillas; o la plataforma digital europea Money Wise, entre otras.
Respecto a los obstáculos a la hora de establecer colaboraciones, los participantes hablaron sobre la dificultad de medir el impacto de las acciones, el desafío de superar barreras culturales para que las personas no perciban los temas financieros como un tabú, la necesidad de acompañar a los profesores con buenos contenidos financieros para impartir en las aulas y el reto de la informalidad en las economías de los países en desarrollo, entre otros.
Y, finalmente, en el bloque sobre los elementos disruptivos, se profundizó, entre otros temas, en la revolución que ha supuesto el ‘big data’ para el sector financiero a la hora de diseñar productos específicos para la población o las posibilidades de estudio de hábitos del consumo que ofrecen las innovaciones tecnológicas.
Impactos en la salud y el bienestar
Y en la jornada final de esta cuarta edición de EduFin Summit, se puso de manifiesto que “la salud financiera impacta más allá de nuestras carteras, ya que está relacionada con nuestra salud física y bienestar social”. Esta fue, al menos, una de las principales conclusiones que se extrajeron de una sesión en la que participaron expertos de EY Financial Services, EMEIA; Better Finance, BBVA, MetLife Foundation y Think Forward Initiative y que fue clausurada por José Manuel González-Páramo, presidente del Consejo Asesor del Centro para la Educación y Capacidades Financieras, y por Pia Roman Tayag, directora de la Oficina de la Secretaría General de las Naciones Unidas para la Defensa de las Finanzas Inclusivas para el Desarrollo (UNSGSA).
Para los expertos que tomaron parte en ella, además, la digitalización tiene un impacto exponencial en la salud financiera de las personas. Por ello, uno de los ejes del debate fue, precisamente, el de los problemas más urgentes que deben abordarse en el campo de la salud financiera y el bienestar.
“Más de la mitad de los hogares en Europa tiene dificultades para llegar a fin de mes y es poco probable que el 44% de los hogares esté preparado para las necesidades futuras”, explicó Dagmar van der Plas, directora de Think Forward Initiative y de Salud Financiera de ING, quien destacó los vínculos y el impacto entre salud financiera y salud física.
Por su parte, José Manuel González-Páramo afirmó que “la educación financiera es una herramienta fundamental para la recuperación inclusiva, resiliente y verde de nuestra sociedad”.
El presidente del Consejo Asesor del Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA destacó, asimismo, la importancia de la digitalización como herramienta para el conocimiento y subrayó la necesidad de “integrar la educación financiera en el flujo de productos y aplicaciones digitales”.
Actitudes para fortalecer la salud financiera
En otro orden de cosas, Helen Gibbons, miembro del Consejo de Administración de Better Finance, moderó la última mesa redonda de la cumbre, que contó con la presencia de Manuel Morales, manager global de Salud Financiera de BBVA; y de Evelyn Stark, directora interina y responsable de salud financiera de MetLife Foundation,
Ambos hicieron hincapié en la necesidad de que los bancos promuevan un cambio en la actitud del usuario para fortalecer su salud financiera. En este sentido, Evelyn Stark declaró que “debemos mentalizar a las personas para hacer tareas financieras, como el ahorro, que no son divertidas, pero las deudas y vivir al día tampoco lo son”.
En un momento en el que la pandemia ha ensanchado las brechas sociales y económicas, Manuel Morales defendió la necesidad de fortalecer la salud financiera de las personas. A su juicio, resulta clave controlar gastos y ahorros; ahorrar para un propósito específico o un colchón financiero; gestionar la deuda teniendo en cuenta la capacidad de cada uno y sus límites; y, por último, planificar el futuro.
En el panel también se resaltó el papel clave de los avances tecnológicos para ayudar a las personas a fortalecer sus finanzas. “En BBVA, nos hemos apalancado en la tecnología para hacer herramientas que ayuden a tomar las mejores decisiones financieras. Nos basamos en la personalización, la proactividad y en ofrecer recomendaciones específicas”, explicó el propio Manuel Morales.
El responsable de salud financiera de BBVA, además, subrayó los avances de la entidad en soluciones tecnológicas con un enfoque cada vez más centrado en el cliente. “Incluimos a las personas en el centro del diseño de productos con equipos potentes que realizan investigación y análisis de los clientes, contando con su ‘feedback’”, apuntó.
Soluciones digitales
Entre algunas soluciones digitales de educación financiera que están dando buenos resultados, los participantes destacaron iniciativas como el programa para ‘start-ups’ de Deloitte o Money Talks, un proyecto de educación financiera para niños enfocada desde el juego.
Además, otro de los retos planteados en el debate fue el de ayudar al desarrollo de una mayor resiliencia financiera que permita afrontar futuros shocks financieros.
“No hay una fórmula mágica para crear resiliencia y que sea válida para todos. Lo que se puede hacer es personalizar las soluciones y herramientas que nos ayuden a tomar mejor decisiones financieras”, señaló Manuel Morales.
Banca con propósito
Por último, en la jornada también intervino Nigel Moden, partner de Servicios Financieros, Banca y Mercados de Capitales de EMEIA de EY, que abordó la importancia que tiene para la banca contar con un propósito y vincularlo con la búsqueda de la salud financiera y el bienestar de las personas.
“Los clientes y la sociedad están ahora en el centro del propósito de los bancos”, aseguró. “Debe brillar en las elecciones estratégicas de la empresa, en la forma en que se trata e incentiva a los empleados y que cobre vida a nivel de producto y experiencia con el cliente”, apuntó.
Moden, además, defendió que el cambio de mentalidad debe tener en cuenta el bienestar financiero de las personas y declaró que “los clientes quieren controlar sus finanzas y esperan que sus bancos les proporcionen las herramientas y el conocimiento para lograrlo”.
Y, por su parte, Pia Roman Tayag, directora de la Oficina de la Secretaría General de las Naciones Unidas para la Defensa de las Finanzas Inclusivas para el Desarrollo (UNSGSA en sus siglas en inglés) incidió en el papel de la tecnología en la lucha contra la vulnerabilidad financiera y explicó que “más de 200 países han ampliado las medidas de protección social durante la pandemia, muchos de los cuales utilizan pagos digitales para proporcionar transferencias directamente a cuentas bancarias o billeteras móviles”.
Esta experta puso el broche final a la cumbre resumiendo los retos que quedan por abordar, entre ellos, la colaboración del sector público y privado, una regulación que promueva comportamientos responsables, invertir en bienes públicos que eliminen barreras, diseñar productos con efectos positivos e integrar la educación financiera en la vida de las personas.
“Tenemos que asegurar que todos se beneficien de las oportunidades que ofrecen los servicios financieros. La pandemia nos ha traído incertidumbre, pero también claridad para conseguir un mundo más inclusivo y resiliente”, concluyó.