Cada mes de julio, más de 1,5 millones de personas llegan a Pamplona desde todos los rincones del mundo para vivir los Sanfermines. Australianos, estadounidenses, japoneses, franceses, mexicanos… todos se mezclan en una marea blanca y roja que convierte a la capital navarra en el epicentro de la fiesta global. Pero este 2025, entre el estruendo de los cohetes y el bullicio de las peñas, se abre paso una nueva protagonista: la sostenibilidad.
Aunque el Decreto Foral de Eventos Públicos y Sostenibilidad no será plenamente aplicable hasta 2026, las instituciones navarras han decidido anticiparse. El decreto, aprobado en abril de 2024, establece medidas obligatorias para todos los eventos públicos organizados, subvencionados o autorizados por las administraciones. Su objetivo es reducir la generación de residuos, mejorar su gestión, calcular la huella de carbono y fomentar la sensibilización ambiental. Además, contempla la creación de una insignia de evento sostenible para aquellos que vayan más allá de las exigencias mínimas.
“San Fermín puede y debe ser un referente. Si en unas fiestas tan complejas es posible aplicar criterios de sostenibilidad, lo es también en cualquier otro evento”, afirma Ana Bretaña, directora general de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.
Uno de los avances más destacados es la recogida puerta a puerta de vidrio en locales de hostelería
Este año, Pamplona ha activado medidas concretas que ya están cambiando la imagen de las fiestas. En espacios como la Plaza de los Fueros, Antoniutti, la Cruz, la Taconera y el Bosquecillo, el uso de vasos reutilizables es obligatorio.
En el Casco Antiguo, los tradicionales buzones neumáticos han sido sustituidos por contenedores de separación de residuos. Ahora, los asistentes pueden clasificar sus desechos en fracciones de orgánica, envases, papel-cartón y resto. “Es un cambio logístico importante, pero necesario. En fiestas como estas se generan toneladas de residuos cada día”, explica Miguel Ángel Díaz Francés, director del Servicio de Residuos de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
Uno de los avances más destacados es la recogida puerta a puerta de vidrio en locales de hostelería. Este sistema facilita el reciclaje en uno de los sectores más activos durante las fiestas y evita que toneladas de botellas acaben en contenedores inadecuados o, peor aún, en la vía pública.
Pamplona se convierte en la primera ciudad española en medir la huella de carbono de sus fiestas
Pero el verdadero salto cualitativo lo ha dado Pamplona al convertirse en la primera ciudad española en medir la huella de carbono de sus fiestas. Con el apoyo de la certificadora Bureau Veritas y la consultora Ecoterrae, se están analizando las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el montaje y desmontaje de escenarios, el transporte, el alojamiento, la limpieza, la publicidad y otros servicios esenciales.
El objetivo es claro: establecer un plan de reducción de emisiones que permita a los Sanfermines avanzar hacia un modelo climáticamente responsable. “Queremos saber cuánto contaminamos para poder actuar con rigor”, señala Javier Zubieta, portavoz de la Mancomunidad.
Este proceso no solo es pionero en España, sino que está siendo observado con atención por otras ciudades europeas. “Nos consta que otras ciudades nos siguen de cerca. San Fermín puede convertirse en un escaparate de buenas prácticas ambientales”, afirma Joxe Abaurrea, concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda del Ayuntamiento de Pamplona.
Parque infantil
La sostenibilidad también ha llegado a los más pequeños. En el parque infantil Birjolastu – JuegoRejuego, se ha instalado una ‘taberna del agua’ que promueve el consumo de agua del grifo y reduce el uso de botellas de plástico.
De cara a 2026, la mesa de trabajo formada por el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento y la Mancomunidad ya proyecta nuevas medidas: vajilla reutilizable en eventos gastronómicos, un modelo común de vaso reutilizable para toda Navarra y mejoras en la trazabilidad de los envases, ya que actualmente se pierde hasta un 50% de los vasos puestos en circulación durante fiestas como San Fermín o Nochevieja.
Los Sanfermines están cambiando. Y aunque el encierro siga marcando el ritmo de las mañanas y las charangas sigan llenando las calles, algo nuevo se respira en el ambiente: la certeza de que celebrar también puede ser una forma de cuidar.