¿Qué es, desde la óptica de la Fundación Máshumano, una empresa saludable?
Una empresa es humana y saludable cuando pone a la persona en el centro de todos sus procesos organizativos. Se trata de compañías que quieren desatar el talento de sus trabajadores y, para ello, les dan la oportunidad de desarrollarse de manera íntegra en todas sus facetas: en su vida personal, profesional y familiar. Porque, para estas empresas, la persona es un todo, no está compartimentada. Cuantas más oportunidades de desarrollo ofrezca, más saludable y humana será.
¿El concepto de “empresa humana” existe, o es un paradigma abstracto que, simplemente, se persigue?
Nuestra fundación trabaja muy de cerca con las empresas y, desde mi experiencia, puedo lanzar un mensaje esperanzador: a nivel global, todos los directivos aspiran a convertir sus centros de trabajo en sitios humanos y saludables. Hay países muy avanzados, como pueden ser el Reino Unido y Estados Unidos, y España se está contagiando rápidamente de su forma de trabajar.
¿Hay algún obstáculo que haya que superar para implantar este modelo?
Los mandos intermedios son un bloqueo: impiden que se lleven a término las demandas de los trabajadores y obstruyen, en definitiva, el liderazgo que viene de abajo. ¿Por qué? Quizás porque vivimos en un mundo incierto y volátil y quieren marcar su terreno y sus normas. Con ellos tenemos una tarea pendiente.
"A nivel global, todos los directivos aspiran a convertir sus centros de trabajo en sitios humanos y saludables"
¿Qué diferencia a una empresa “humana” de otra cualquiera?
Cepsa, por ejemplo, ha revolucionado su forma de trabajo, pasando de ser superpresencial a implantar un modelo flexible en solo seis meses. Ha dado mejores espacios a sus empleados y se ha centrado en las personas. Microsoft es otro ejemplo de empresa humana: fue pionera en fomentar la flexibilidad y en el querer “devolver” algo a la sociedad. ¿En qué se traduce todo esto? En que Cepsa está recibiendo el triple de solicitudes que hace unos meses y en que en Microsoft el orgullo de pertenencia por parte de los trabajadores supera el 85 por ciento. Está claro que las empresas humanas y saludables atraen el talento.
Hablemos ahora de la Red de empresas de la Fundación Máshumano. ¿Se trata de un ‘club cerrado’ o está abierta a otras compañías?
Las empresas que forman parte de la Red trabajan durante todo el año con nosotros. Acciona, Banco Santander, Fundación Sagardoy, Kellog´s, Línea Directa, Orange y Philips son algunas de ellas. Nuestro objetivo es lograr una transformación empresarial para implantar modelos de gestión flexibles en las prácticas de recursos humanos, donde la ventaja competitiva se encuentre en ser más humano, más productivo y más competitivo. ¿Nos abrimos a otras compañías y las invitamos a que entren en la Red? Por supuesto. ¿Asesoramos a empresas de fuera? No tanto. Dentro de la Red hay ya mucho trabajo por hacer.
¿Desde la fundación han trasladado a la Administración alguna propuesta concreta para humanizar el entorno laboral desde el sector público?
Nos adherimos en bloque hace dos años a la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, con la que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social trata de dar respuesta a la situación laboral en la que se encuentran muchos jóvenes en España, y, con ella, hemos llegado a 17.500 personas. Además, tenemos previsto unirnos próximamente a la Red Europea de Empresas Saludables, a través del Ministerio de Empleo. A nivel institucional el cambio de mentalidad también es enorme.
Imaginemos, por un momento, que formo parte de una empresa saludable. ¿De qué modo es distinta mi vida?
En estas compañías todo se basa en la confianza. ¿Que, como trabajador, te pones enfermo? No pasa nada, descansa en casa. ¿Dónde trabajas mejor: en una cafetería, en la compañía, en una biblioteca? La empresa querrá saber dónde aumentan tu bienestar y tu productividad. No tienes que rendir cuentas a nadie: se confía en tu trabajo y en tu talento porque lo vas a contar y a demostrar. Con este modo de trabajo, la gente entra a una hora, sale a otra y nadie le pregunta dónde va o dónde está. No hay que pedir permiso para nada. Y en España, en este sentido, falta confianza. No sé por qué aquí se piensa que la gente no hace lo que tiene que hacer. ¡La palabra “escaqueo” me da sarpullidos! Si la empresa cree que el trabajador es responsable, éste lo será. Se trata, simplemente, de decirle: “Confío en ti. Eres una persona responsable y harás un gran trabajo”, no hay más. De esa manera, la gente irá a trabajar motivada y hará lo que tiene que hacer.